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Introducción a la Biblia

1 Samuel


Libro de 1 de Samuel.

Capítulo 1

I. Historia de Samuel último juez de Israel.

A. Ana consagra a Samuel para Dios.

1. Ana mujer de Elcana madre de Samuel.

a. 1:1 Hubo un varón de Ramataim, de Zofim, del monte de Efraín. Se llamaba Elcana. Era hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.

b. 1:2 Tenía dos mujeres; el nombre de una era Ana. El de la otra, Penina. Penina tenía hijos, y Ana no. 

c. 1:3 Todos los años aquel varón, iba de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo. Donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.

d. 1:4 Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte.

2. Ana mujer de Elcana se aflige por no tener hijo.

a. 1:5 Pero a Ana daba una parte escogida. Porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos.

b. 1:6 Su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola. Porque Jehová no le había concedido tener hijos.

c. 1:7 Así hacía cada año. Cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba. Por lo cual Ana lloraba, y no comía.

d. 1:8 Elcana su marido le dijo: Ana. ¿Por qué lloras? ¿Por qué no comés? ¿Y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos? 

3. Ana mujer de Elcana ruega a Jehová le dé un hijo.

a. 1:9 Se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo. Y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla, junto a un pilar del templo de Jehová.

b. 1:10 Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró bastante.

c. 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignas a mirar la aflicción de tu sierva, y te acordaras de mí, no te olvidaras de tu sierva, sino que dieras a tu sierva un hijo varón. Yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

d. 1:12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová. Elí estaba observando la boca de ella.

4. Eli dice a Ana mujer de Elcana, esta ebria, cuando ora.

a. 1:13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios. Y su voz no se oía. Y Elí cree que esta ebria.  

b. 1:14 Enseguida le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.

c. 1:15 Ana le respondió diciendo: No, señor mío, yo soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

d. 1:16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

5. Eli le da ánimo a Ana mujer de Elcana.

a. 1:17 Elí responde: Ve en paz. Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

b. 1:18 Ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Se fue la mujer por su camino, comió, y no estuvo más triste.  

c. 1:19 Levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer. Y Jehová respondió a Ana.            

6. Jehová responde la oración y le da hijo a Ana.

a. 1:20 Aconteció al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.

b. 1:21 Después subió el varón Elcana con toda su familia, para ofrecer a Jehová el sacrificio acostumbrado y su voto.

c. 1:22 Pero Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado. Para que lo lleve, y sea presentado delante de Jehová. Y se quede allá para siempre.  

d. 1:23 Elcana su marido le respondió: Haz lo que te parezca bien. Quédate hasta que lo destetes. Solamente que cumpla Jehová su palabra. Se quedó la mujer, y crio a su hijo hasta que lo destetó.

7. Ana dedicó su hijo Samuel a Dios todos los días de su vida.

a. 1:24 Después de destetado, el niño era pequeño, lo llevó con ella y lo trajo a la casa de Jehová en Silo. Con tres becerros, un Efa de harina, y una vasija de vino.

b. 1:25 Mataron el becerro, y trajeron el niño a Elí.

c. 1:26 Ella le dijo a Eli: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová.

d. 1:27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.  

e. 1:28 Yo, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.

Capítulo 2

B. Ana alaba y exalta el poder de Jehová.

1. Ana alaba y exalta a Jehová.

a. 2:1 Ana oró diciendo: Mi corazón se regocija en Jehová. Mi poder se exalta en Jehová. Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos. Por cuanto me alegré en tu salvación.  

b. 2:2 No hay santo como Jehová. Porque no hay ninguno fuera de ti. Y no hay refugio como el Dios nuestro.

c. 2:3 No multipliques palabras de grandeza y altanería. Cesen las palabras arrogantes de su boca. Porque el Dios de todo saber es Jehová. Y a él pertenece, el pesar las acciones.

d. 2:4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados. Y los débiles se ciñeron de poder.

e. 2:5 Los saciados se alquilaron por pan. Y los hambrientos dejaron de tener hambre. Hasta la estéril ha dado a luz siete. Y la que tenía muchos hijos desfallece.

f. 2:6 Jehová mata, y él da vida. El hace descender al Seol, y hace subir.  

g. 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece. Abate, y enaltece.

2. El juicio sobre la tierra, su venida con poder y gloria.

a. 2:8 El levanta del polvo al pobre. Y de la ruina exalta al pobre. Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra. Y él afirmó sobre ellas el mundo.  

b. 2:9 El guarda los pies de sus santos. Mas los impíos perecen en tinieblas. Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.

c. 2:10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios. Y sobre ellos tronará desde los cielos. Jehová juzgará los confines de la tierra. Dará poder a su Rey. Y exaltará el poderío de su Ungido.

C. Samuel ministraba a Jehová desde niño.

1. El niño Samuel ministra a Jehová.

a. 2:11 Y Elcana se volvió a su casa en Ramá. Y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.

2. Los hijos de Elí eran impíos, y no conocían a Jehová.

a. 2:12 Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.  

b. 2:13 Era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes.

c. 2:14 Y lo metía en la olla, en el caldero o en la paila. Y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo agarraba para él. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

d. 2:15 Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote. Porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.

e. 2:16 Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo. De otra manera yo la tomaré por la fuerza.

3. Los hijos de Eli irrespetan las cosas Santas de Jehová.

a. 2:17 Era muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes. Porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

4. Samuel era Joven cuando los hijos de Eli ministraban.

a. 2:18 El joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino.

b. 2:19 Su madre le hacía una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado.

5. Eli bendice a Elcana y a Ana, para que Dios le dé más hijos.

a. 2:20 Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa.

b. 2:21 Visitó Jehová a Ana, ella concibió, dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

6. Eli no reprendía a sus hijos.

a. 2:22 Pero Elí era muy viejo; oía todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

b. 2:23 Y les dijo: ¿Por qué hacés cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo su mal proceder.

c. 2:24 No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; puesto que hacen pecar al pueblo de Jehová.

d. 2:25 Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán. Pero si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre. Pero Jehová había decidido quitarles la vida.

e. 2:26 El niño Samuel crecía en estatura, en gracia para con el SEÑOR y para con los hombres.

7. Dios le habla a Eli a través de un varón de Dios.

a. 2:27 Dios le habla a Eli. A través de un varón de Dios. Diciéndole: Había escogido a sus padres para ser sus sacerdotes, desde que estaba en Egipto en casa de Faraón.

b. 2:28 Los escogí por mis sacerdotes entre todas las familias y las tribus de Israel, a la de levi. Para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso. Y llevase efod delante de mí. Y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.

c. 2:29 Dijo Dios a Eli: ¿Por qué has hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo? ¿Porque has honrado más a tus hijos que a mí; engordándose de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

7.1. Dios anuncia a Eli el fin de su sacerdocio y su descendencia.

a. 2:30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente. Pero ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga. Porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

b. 2:31 En consecuencia, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa.

c. 2:32 Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel. Y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa.

d. 2:33 El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor. Y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril.

e. 2:34 Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día.

7.2. Jehová anuncia levanta un sacerdote fiel.

a. 2:35 Yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma. Yo le edificaré casa firme, y andará delante de mí ungido todos los días.

b. 2:36 Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él. Por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me agregues a alguno de los ministerios, para que pueda comer un bocado de pan.

Capítulo 3

D. Característica del llamado de Samuel.

1. Era un joven y mostraba con Eli sacerdote y juez.

a. 3:1 Era un joven y ministraba a Jehová en presencia de Eli. La palabra de Dios era escasa y no veían visión con frecuencia.

b. 3:2 Aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse y ya no podía ver.

c. 3:3 Samuel estaba durmiendo donde estaba el arca en el Templo de Jehová. Y antes que fuese apagada la lámpara de Dios.

2. Jehová llamó a Samuel y él no sabía era Jehová.

a. 3:4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Estoy aquí.

b. 3:5 Se fue corriendo creyendo era Elí, y dijo: Estoy aquí. ¿Para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado.  Anda acuéstese. El volvió acostarse.

c. 3:6 Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Levantándose Samuel, fue a Elí y dijo: Estoy aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstese. 

3. Samuel no conocía a Jehová, ni a su palabra.

a. 3:7 Samuel no conocía a Jehová, ni su palabra le había sido revelado.

4. Eli comprende es Jehová quien llama a Samuel.

a. 3:8 Jehová, en ese momento, llamó la tercera vez a Samuel. Él se levantó y fue a Elí. Y dijo: Estoy aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí, que Jehová llamaba al joven.

b. 3:9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstese. Si te llama otra vez, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel. Y se acostó en su sitio.

5. Jehová habla con Samuel nuevamente.

a. 3:10 Vino Jehová y se detuvo. Llamó como las otras veces. ¡Samuel, Samuel! En ese instante Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

b. 3:11 Jehová dijo a Samuel: De cierto haré yo una cosa en Israel, quien la oiga, le resonaran ambos oídos. 

6. Jehová le da a Samuel una profecía para Eli.

a. 3:12 Aquel día yo cumpliré contra Elí, todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin.  

b. 3:13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado. Y él no los ha molestado reprendiéndoles.

c. 3:14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

7. Actitud de Samuel ante la profecía.

7.1. Teme descubrir la visión a Elí.

a. 3:15 Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía decirle la visión a Elí.

7.2. Elí le dice a Samuel que no le enconda la visión.

a. 3:16 Llamando, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Estoy aquí.

b. 3:17 Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la ocultes; así te haga Dios y aun te añada, si me ocultas la palabra de todo lo que habló contigo.

7.3. Samuel se lo dijo y no le oculto nada de la visión.

a. 3:18 Samuel le dijo a Eli todo y no le oculto nada. Eli dijo: Jehová es, se haga como bien le parece.

7.4. Dios confirmo la palabra de Jehová dada a Samuel.

a. 3:19 Jehová estaba con Samuel, creció, y no dejo caer a tierra ninguna de sus palabras de Jehová.

b. 3:20 Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era profeta fiel de Jehová.  

7.5. Jehová volvió a hablar a Samuel en Silo.

a. 3:21 Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo. Por la palabra de Jehová.  

Capítulo 4

E. Muerte del juez Eli.

1. Los filisteos derrotan a Israel en guerra.

a. 4:1 Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrarse en batalla con los filisteos. Y acampó junto a Ebenezer. Y los filisteos acamparon en Afec.

b. 4:2 Los filisteos presentaron la batalla a Israel. E inmovilizándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo, como a cuatro mil hombres.

2. Deciden traer el arca de Silo a Ebenezer para ser salvos.

a. 4:3 Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos de Silo el arca del pacto de Jehová. Para estar entre nosotros. Y estando entre nosotros, nos salve de la mano de nuestros enemigos.  

b. 4:4 Envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los querubines. Y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios.

c. 4:5 Aconteció que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo, que la tierra tembló.

2.1. Los filisteos temen por el Arca entre el pueblo de Israel.

a. 4:6 Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo, dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos? Y supieron que el arca de Jehová, había sido traída al campamento.

b. 4:7 Los filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios en el campamento. Y dijeron: ¡Ay de nosotros! Sin embargo, antes de ahora no fue así.

c. 4:8 ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto, con toda plaga en el desierto.

d. 4:9 Esfuércese, oh filisteos, y sean hombres. Para que no sirvas a los hebreos, como ellos les han servido a ustedes. Sean hombres, y peleen.

e. 4:10 Pelearon, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tierras. Y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. 1 Sam 3:11

2.3. Los filisteos capturan el Arca y se la llevan.

a. 4:11 Los filisteos matan a los hijos de Eli, capturan el Arca y se llevan. 1 Sam 3:12-14; 4:17

b. 4:12 Vino corriendo de la batalla un hombre de Benjamín, llegó el mismo día a Silo, con sus vestidos rotos y tierra sobre su cabeza.

c. 4:13 Cuando llegó aquel hombre a la ciudad. Elí estaba sentado en una silla vigilando junto al camino. Porque su corazón estaba temblando por causa del arca de Dios. Llegado el hombre, daba las nuevas noticias y toda la ciudad gritó.  

d. 4:14 Cuando Elí oyó el estruendo de la gritería, dijo: ¿Qué estruendo de alboroto es este? Y aquel hombre se acercó rápido y dio la novedad a Elí.  

3. Muere Eli a los 98 años, 40 años como Juez.

a. 4:15 Era ya Elí de edad de noventa y ocho años, y sus ojos se habían oscurecido, de tal modo que no podía ver.

b. 4:16 Dijo, aquel hombre a Elí: Yo vengo de la batalla, he escapado hoy del combate. Y Elí dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío?

c. 4:17 Y el mensajero respondió diciendo: Israel huyó delante de los filisteos. Fue hecha gran matanza en el pueblo, también tus dos hijos, Ofni y Finees, murieron. El arca de Dios ha sido capturada y llevada por los filisteos. 1 Sam 2:34

d. 4:18 Aconteció que cuando él menciono el Arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta. Se desnucó y murió. Porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años. 

4. Muere la nuera de Eli pariendo.

a. 4:19 Su nuera la mujer de Finees, estaba encinta, ya cerca de parir, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido llevada. Y habían muerto su suegro y su marido. Se inclinó y dio a luz. Porque le sobrevinieron sus dolores de repente.

b. 4:20 Cuando moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor. Porque has dado a luz un hijo. Ella no respondió, ni presto atención.

c. 4:21 Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! Por haber sido capturada el Arca de Dios. Y por la muerte de su suegro. Y de su marido.

d. 4:22 Dijo: Llamen al niño Icabob, porque dijo: ¡Traspasada es la gloria de Israel!

Capítulo 5

F. Los filisteos capturan el Arca del Pacto.

1. Los filisteos se llevan el Arca a una ciudad de Asdod.

a. 5:1 Cuando los filisteos capturan el arca, la llevan de Ebenezer a una ciudad llamada Asdod.                  

b. 5:2 Los filisteos llevaron el arca y la introdujeron en la casa de su ídolo, junto a Dagón.

1.1. Dagón cae postrado ante el Arca, en Asdod.

a. 5:3 El siguiente día cuando se levantaron los de Asdod, encontraron a su ídolo Dagón, que estaba postrado en tierra frente del Arca de Jehová. Recogieron a Dagón y lo volvieron a su lugar.

b. 5:4 El segundo día volviéndose a levantar en la mañana, vieron a Dagón otra vez que se había caído, y postrado en tierra delante del Arca de Jehová. Estando la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos cortadas sobre la entrada, quedado solamente el tronco de Dagón.

c. 5:5 Por esta causa, los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón, no pisan la entrada del lugar de Dagón en Asdod, hasta hoy.

1.2. Dios hiere con tumores a la ciudad de Asdod.

a. 5:6 La mano de Jehová, gravo a los habitantes de Asdod, en todo su territorio, los destruyó y los hirió con tumores en Asdod. 

b. 5:7 Viendo esto los de Asdod, dijeron: No se quede con nosotros el Arca del Dios de Israel. Porque su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón. 

c. 5:8 Convocaron los filisteos a todos los príncipes, diciéndoles: ¿Qué haremos con Arca de Dios de Israel? Y ellos respondieron: Lleven el arca de Dios de Israel a Gat. Y llevaron allá el arca de Dios de Israel.

d. 5:9 Aconteció, cuando la llevaron a Gat, la mano de Jehová estuvo contra la ciudad con gran quebrantamiento, y afligió a los hombres de aquella ciudad, desde los chicos hasta los grandes. Y se llenaron de tumores.

1.3. Los filisteos deciden devolver el arca de Dios.

a. 5:10 Entonces enviaron el arca de Dios a Ecrón. Y cuando el Arca de Dios la llevarons a Ecrón, los ecronitas a toda voz, dijeron: Han trasladado a nosotros el Arca de Dios de Israel, para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo.

b. 5:11 Convocaron y reunieron a todos los príncipes de los filisteos, diciéndoles: Envíen el Arca del Dios de Israel, devuelta a su lugar, no nos maten a nosotros, ni a nuestro pueblo. Porque la mano de Dios los agravo y había consternación de muerte en toda la ciudad.

c. 5:12 Los que no morían, eran heridos de tumores. Y el clamor de la ciudad subía al cielo.

Capítulo 6

G. Samuel juez de Israel.

1. Los filisteos envían el arca a Bét-seme.

a. 6:1 El arca estuvo 7 meses en territorio filisteo.

b. 6:2 Por tanto, los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué haremos con el Arca de Jehová? Háganos saber de qué manera la hemos de volver a enviar a su lugar.

c. 6:3 Ellos dijeron: Si envían el Arca del Dios de Israel. No la envíes vacía, sino paguen la expiación. Entonces serás sano, y conocerán por qué no se apartó su mano de ustedes. Consultaron a sus sacerdotes y adivinos, para ver como la enviarían.

d. 6:4 Y ellos dijeron: ¿Y qué será la expiación que le pagaremos? Ellos respondieron: Conforme al número de los príncipes de los filisteos, cinco tumores de oro, y cinco ratones de oro. Porque una misma plaga ha afligido a todos ustedes y a sus príncipes.  

e. 6:5 Hagan, figuras de sus tumores, y de los ratones que destruyen la tierra. Y darán gloria a Dios de Israel. Quizá aliviará su mano de sobre nosotros, nuestros dioses, y de sobre nuestra tierra.

f. 6:6 ¿Por qué endurecerá nuestro corazón, como los egipcios? Y Faraón endureció su corazón. Después que los había tratado así, ¿no los dejaron ir, y se fueron? 

g. 6:7 Hagan, ahora un carro nuevo, agarren dos vacas criando, a las cuales no haya sido puesto yugo. Junten las vacas al carro, y hagan volver sus becerros detrás de ellas a casa.

h. 6:8 Agarren luego el arca de Jehová, colóquenla sobre el carro, y las joyas de oro que han hecho. Para pagar la ofrenda por la culpa, las pondrán en una caja al lado de ella. Y la dejaran que se vaya.    

i. 6:9 Y observaran; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, él nos ha hecho este mal tan grande. Y si no es así, sabremos que no fue su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente.

j. 6:10 Y aquellos hombres hicieron así. Agarraron dos vacas que criaban, las juntaron al carro, y encerraron en casa sus becerros.

k. 6:11 Luego pusieron el arca de Jehová sobre el carro, la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores.

l. 6:12 Después las vacas andando y bramando. Se encaminaron de forma recta sin apartarse ni a derecha, ni a izquierda por el camino de Bétseme. Los príncipes de los filisteos, como le habían indicado, siguieron el arca hasta el límite de Bétseme.

1.1. El arca llega a Bétseme.

a. 6:13 Los de Bétseme segaban el trigo en el valle. Y alzando los ojos vieron el arca. Los habitantes de Bétseme se alegraron al ver el arca.

b. 6:14 El carro con el arca llego hasta el campo de Josué en Bétseme. Se detuvo donde estaba una gran piedra. Ellos cortaron la madera del carro, y las vacas la ofrecieron en holocausto a Jehová.  

c. 6:15 Los levitas bajaron el arca de Jehová, y la caja con las joyas de oro. La pusieron sobre la gran piedra. Los hombres de Bétseme sacrificaron holocaustos y dedicaron sacrificios a Jehová en aquel día.

d. 6:16 Cuando vieron los cinco príncipes de los filisteos llegar el arca a Bétseme, se devolvieron a Ecrón el mismo día.

e. 6:17 Los tumores de oro que pagaron los filisteos en expiación a Jehová fueron: por Asdod uno, por Gaza uno, por Ascalón uno, por Gat uno, por Ecrón uno.

1.2. Los hombres de Bétseme mueren por ver dentro del Arca.

a. 6:18 Y los ratones de oro fueron conforme al número de todas las ciudades de los filisteos, pertenecientes a los cinco príncipes, así como las ciudades fortificadas y las aldeas sin muro. La gran piedra sobre la cual pusieron el arca de Jehová, está en el campo de Josué de Bétseme, hasta hoy.           

b. 6:19 Vieron dentro el arca los hombres de Bétseme. Entonces Dios hizo morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Porque habían mirado dentro del arca de Jehová. Y lloró el pueblo, porque Jehová lo había herido con tan grande mortandad.

c. 6:20 Y dijeron los de Bétseme: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios Santo? ¿A quién enviamos de nosotros? 

d. 6:21 Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehová. Vengan a buscarla y llévenselas ustedes.

Capítulo 7

H. El Arca del Pacto es llevada a la casa de Abinadab.

1. Los de Quiriat-jearim, Gabaón, se llevan el Arca.

a. 7:1 Vinieron los de Quiriat-jearim, se llevaron el Arca de Jehová, y la trajeron a la casa de Abinadab, situada en el collado. Santificaron a Eleazar su hijo. Para que guardase el arca de Jehová.

b. 7:2 Desde el día que llegó el Arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años. Y toda la casa de Israel se lamentaba frente a Jehová.

2. Samuel exhorta a Israel como Juez.

a.  7:3a  Samuel hablo a toda Israel diciéndoles: Si de todo corazón se vuelven a Jehová.

b. 7:3b Saquen de ustedes de todo su corazón a sus dioses ajenos, y a Astarot.

c. 7:3c Y preparen su corazón para Dios, solo a él sirvan.

d. 7:3d Y los librará de la mano de los filisteos.

e. 7:4 En ese tiempo los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot. Y sirvieron sólo a Jehová.

3. Samuel ora, juzga en Mizpa y el pueblo se arrepiente.

a. 7:5 Samuel les dice: reúnanse en Mizpa toda Israel, para orar por ustedes a Jehová.

b. 7:6 Se reunieron en Mizpa, y sacaron agua. Y la derramaron delante de Jehová, ayunaron aquel día. Y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa.

4. El pueblo tiene temor de los príncipes de los filisteos.

a. 7:7a Cuando supieron los filisteos que el pueblo estaba en Mizpa. Subieron contra ellos los príncipes de los filisteos.

b. 7:7b El pueblo de Israel al oír que los filisteos venían contra ellos. Tuvieron temor de filisteos.

4.1. El pueblo pide a Samuel que ore para ser librados.

a. 7:8 Él pueblo le pide a Samuel, no cesará de clamar por ellos ante Jehová. Para guardarlos de las manos de los filisteos.

b. 7:9 Samuel agarro un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová. Clamó Samuel a Jehová por Israel. Y Jehová le oyó.

4.2. Respuesta de Jehová a la oración de Samuel.

a. 7:10 a Mientras Samuel hacia el sacrificio del holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel.

b. 7:10 b Jehová trono del cielo con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó. Fueron vencidos los filisteos ese día, delante de Israel.

c. 7:11 Salió el pueblo de Israel contra los filisteos siguiéndolos, hiriéndolos hasta bajo Betcar.

4.3. Erige una piedra y marca hasta donde Dios los ayudó.

a. 7:12 Samuel agarro una piedra colocándola entre Mizpa y Sen. La llamo Ebenezer, para indicar que hasta ese lugar los ayudo Jehová, de manos de los filisteos.

b. 7:13 Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel. Y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel.

5. Restituyen las ciudades que los filisteos le quitaron.

a. 7:14 Y fueron restituidas a los hijos de Israel, las ciudades que los filisteos le habían quitado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat. E Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Habiendo paz entre Israel y el amorreo.

b. 7:15 Juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió.

c. 7:16 Todos los años iba, daba vuelta a Bet-el, a Gilgal y a Mizpa. Y juzgaba a Israel en todos estos lugares. 

d. 7:17 Después volvía a Rama. Porque allí estaba su casa. Y allí juzgaba a Israel. Y edificó allí un altar a Jehová.

“Según le ministra Samuel al pueblo de Israel, les decía; dejen sus ídolos, sáquenlos de ustedes de todo su corazón y vuelvan a Jehová de todo corazón, para ser librados del enemigo; en este caso los filisteos. Ellos los dejan, se vuelven a Dios. Pero ellos temen a los filisteos que vienen contra ellos. Luego, porque ellos temen a los filisteos, le piden a Samuel, que clame por ellos. Para que Dios los guarde de los filisteos”.

“Samuel asume la posición correcta de acercarlos a Dios, va a través del sacrificio del corderito, que representaba, la promesa del sacrificio de Jesucristo. Por el pecado del pueblo. Es decir; El Hijo de Dios entregándose en expiación por el pecado. Y Samuel clama por el pueblo de Israel. Y Dios lo oye”.

“Dios oye a Samuel. Luego vienen los filisteos y Dios truena. Hace un gran estruendo desde el cielo. Y los filisteos salieron huyendo. Y fueron derrotados delante del pueblo. Los israelitas lo siguen y los hieren. Luego Dios salva a Israel del enemigo. Siendo restituidos en las ciudades que le quitaron los filisteos los hijos de Israel. Dando paz Dios al pueblo sobre los amorreos o filisteos”.

“Samuel por la victoria que les dio Dios a Israel, erige una piedra entre Mizpa y Sem. Y le colocó por nombre Ebenezer.  Para representar el lugar hasta donde llegaron, y les había ayudado Dios hiriendo a los filisteos hasta Betcar. Samuel los juzga todos los días”. 7:1-17.

Capítulo 8

I. Cambio de gobierno de Dios de jueces a rey de Israel.

1. Samuel coloca a sus hijos como Jueces.

a. 8:1. Cuando Samuel era viejo y cumple su edad de dejar su ministerio, coloco a sus hijos por jueces de Israel.

b. 8:2. El nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías. Y eran jueces en Beerseba.  

c. 8:3. Pero los hijos de Samuel, no anduvieron por los caminos de su padre. Todo lo contrario, se iban tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.

2. Los ancianos piden a Samuel que les constituya Rey.

a. 8:4. En consecuencia, todos los ancianos de Israel se reunieron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel.

b. 8:5. Le dijeron: tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos. Por tanto, constitúyanos en este tiempo, un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

c. 8:6. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová.

3. Piden rey desechado el gobierno de Dios de los jueces.

a. 8:7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan. Porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado. Para que no reine sobre ellos.

b. 8:8 Conforme a todas las obras que han hecho, desde el día que los saqué de Egipto, hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así también hacen contigo.  

c. 8:9 Oye su voz ahora; más protesta solemnemente contra ellos, y muestrales cómo los tratará el rey, que reinará sobre ellos.

3.1. Samuel les habla sobre el rey que pide Israel. 

a. 8:10 Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová, al pueblo que le había pedido rey.  

b. 8:11 Les advirtió diciéndoles: El rey que reinará sobre ustedes, hará que sus hijos sean sus escoltas, corriendo delante de su carro. Andando en sus carros y en su gente de a caballo.  

c. 8:12 Nombrará para él reyes jefes de miles y jefes de cincuentenas. Colocándolos y ordenándole de igual forma a que aren sus campos. Y cosechen sus mieses. Que hagan sus armas de guerra y los tanques de guerra de sus carros.

4. Samuel les habla, sobre lo que hará también su rey.  

a. 8:13 Y hará también que sus hijas laboren de perfumadoras, cocineras y amasadoras.

b. 8:14 Asimismo agarrara lo mejor de sus tierras, viñas y olivares. Y darán a sus siervos.

c. 8:15 Los hará diezmar su grano y sus viñas. Para dar a sus oficiales y a sus siervos.

d. 8:16 Sus obras las hará, con el trabajo de sus mejores siervos, sus siervas, sus mejores jóvenes, y sus asnos.  

e. 8:17 También los hará diezmar a sus rebaños, y serán sus siervos.

4.1. Samuel les habla sobre lo que pasará, después del rey. 

a. 8:18 Y ustedes clamaran aquel día, a causa de su rey que ustedes han elegido, más Jehová no les responderá en aquel día.

b. 8:19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: ¡No! Sino le dijeron: habrá rey sobre nosotros.  

c. 8:20 Y nosotros seremos también como todas las naciones. Y nuestro rey nos gobernará. Y saldrá delante de nosotros. Y el hará nuestras guerras.

5. Dios le dice a Samuel que les coloque rey.  

a. 8:21 Oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová.

b. 8:22 Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y coloca rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Vallan cada uno a su ciudad.

Capítulo 9

II. Historia de Saúl rey de Israel.

A. Samuel conoce a Saúl el que será rey de Israel.

1. Saúl hijo de Cis de Benjamín.

a. 9:1 El padre de Saul, era un varón de Benjamín llamado Cis. Cis era un hombre valeroso, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un benjamita.

b. 9:2 Su hijo se llamaba Saúl, joven y hermoso. Era el más hermoso de los hijos de Israel y no había otro como él. Era Alto y su estatura sobrepasaba a los del pueblo.

1.1. Saul y su criado van a buscar a las asnas de su padre.

a. 9:3 Las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido. Cis envía a Saúl su hijo, indicándole que lleve alguno de sus criados, para ir a buscar a las asnas.  

b. 9:4 Saul pasó el monte de Efraín, de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Tampoco la hallaron donde pasaron por la tierra de Saalim. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.

c. 9:5 Cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saul decidió volver. Dijo: a su criado, vámonos. Porque quizás mi padre, desistió de su preocupación por las asnas, y estará triste por nosotros.

1.2. Saul y su criado van en busca de Samuel.

a. 9:6 Y su criado le respondió a Saul: Aquí en esta ciudad hay un varón de Dios, es un hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, por él; quizás nos dará algún indicio acerca del objetivo, por el cual emprendimos nuestro camino.  

b. 9:7 Respondió Saúl a su criado: Vamos inmediatamente. Pero ¿qué le llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

c. 9:8 Después, el criado le volvió a responder a Saúl, diciendo: Yo poseo la cuarta parte de un siclo de plata; esto daré al varón de Dios. Para que nos declare nuestro camino.

d. 9:9 Los profetas en Israel se llamaban antes vidente. 

e. 9:9-10 Saúl enseguida dijo a su criado: hablas bien; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios.

f. 9:11 Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas doncellas que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?

g. 9:12 Ellas, respondiéndoles les dijeron: Sí, está cerca, vallan rápido. Porque hoy ha venido a la ciudad a atender un sacrificio, en el lugar alto del pueblo.

h. 9:13 Suban, ahora y lo hallaran. Cuando entren en la ciudad, lo encontraras. Pero antes que suba al lugar alto a comer. El pueblo lo espera para comer. Hasta que él no llegue, no lo harán. Porque él, es el que bendice el sacrificio; después de esto comen los invitados.

i. 9:14 Ellos en efecto, fueron a la ciudad. Y cuando estaban en medio de ella, Samuel venía hacía ellos, para subir al lugar alto.

1.3. Jehová le revela a Samuel que Saul será el rey.

a. 9:15 Un día antes que Saúl viniese, Jehová le había revelado al oído de Samuel

b. 9:16 Le dijo: Mañana a esta misma hora yo enviaré hacia ti, un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí.

c. 9:17 Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: éste es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi pueblo.

2. Saul y Samuel se encuentran.

a. 9:18 Acercándose, Saúl a Samuel en medio de la puerta, le dijo: Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente.

b. 9:19 Samuel respondió a Saúl, diciendo: Yo soy el vidente; anda conmigo delante de mí, al lugar alto, come hoy conmigo. Por la mañana te despedirás, y te diré todo lo que está en tu corazón.

c. 9:20 Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, olvidate de ellas. Porque se han hallado. Pero es más ¿para quién es todo lo que hay de codiciable en Israel, sino para ti y para toda la casa de tu padre?  

d. 9:21 Saúl respondió diciendo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, me has dicho estas cosas?

3. Samuel come con Saul.        

a. 9:22 Entonces Samuel trajo a Saúl y a su criado, los pasó a la sala. Le dio lugar a la cabecera de los invitados, y eran unos treinta hombres.

b. 9:23 Y dijo Samuel al cocinero: Trae para acá la porción que te di, la cual te dije que guardaras aparte.

c. 9:24 En ese momento, alzó el cocinero una espaldilla, con lo que estaba sobre ella, y la puso delante de Saúl. Samuel dijo: está estaba reservado para esta ocasión, se guardó para ti. Come, porque yo he invitado al pueblo. Y Saúl comió aquel día con Samuel.

4. Samuel habla con Saul.       

a. 9:25 Y cuando bajaron del lugar alto a la ciudad, él habló con Saúl en la terraza.  

b. 9:26 Al otro día madrugaron. Al amanecer, Samuel llamó a Saúl, que estaba en la terraza. Le dijo: Levantate, para despedirte. Luego se levantó Saúl, salieron ambos. Saul y Samuel.

c. 9:27 Bajaron ellos al extremo de la ciudad, y le dijo Samuel a Saúl: Di al criado que se adelante. Y se fue. Espera un momento, y ya te declaré la palabra de Dios.

Capítulo 10

B. Samuel unge como rey de Israel a Saúl.

1. Samuel indica a Saúl que jehová lo ungió como rey.

a. 10:1 Samuel agarro un envase de aceite, la derramó sobre su cabeza, lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? 1Sa

b. 10:2 Hoy, después que te hayas ido y alejado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa. Ellos te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado. Tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por ustedes. Diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo? 1Sa

c. 10:3 Luego al seguir adelante, y llegar a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres. Ellos van a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otras tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino. 1Sa

d. Luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos. 1Sa 10:4 

2. Saúl y el Espíritu de Jehová.

a. Después de esto, llegarás al collado de Dios, donde está la guarnición de los filisteos. Cuando entres allá en la ciudad, encontrarás una compañía de profetas, que descienden del lugar alto, y delante de ellos hay salterio, pandero, flauta, arpa. Y ellos estarán profetizando. 1Sa 10:5 

b. Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. 1Sa 10:6 

c. Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viene a la mano. Porque Dios está contigo. 1Sa 10:7 

3. Saúl es mudado en otro hombre y profetiza.

a. Luego bajarás delante de mí a Gilgal. En ese instante bajaran a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga ante ti. Y te enseñe lo que has de hacer. 1Sa 10:8 

b. Luego, al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón. Aconteciendo en aquel día todas estas señales. 1Sa 10:9 

c. Cuando llegaron al collado, ve la compañía de los profetas, venían a encontrarse con él. Y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos. 1Sa 10:10 

d. Aconteció cuando todos los conocidos de Saul vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo se preguntaba el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas? 1Sa 10:11 

e. Alguno de allí respondió: ¿quién es el padre de ellos? Por esta causa se hizo proverbio ¿También Saúl entre los profetas? 1Sa 10:12 

4. Saúl dejo de profetizar y se va a casa.

a. Cesó de profetizar, y llegó al lugar alto. 1Sa 10:13 

b. Un tío de Saúl le pregunto a él y a su criado ¿A dónde fuisteis? El respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no aparecían, fuimos a Samuel. 1Sa 10:14 

c. Dijo el tío de Saúl: Yo te ruego me declares qué les dijo Samuel. 1Sa 10:15 

d. Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Pero no le menciono el asunto del reino, comunicado por Samuel. 1Sa 10:16 

5. Samuel da su rey a Israel.

a. Después, Samuel convocó al pueblo delante de Jehová en Mizpa. 1Sa 10:17 

b. Diciéndoles a los hijos de Israel. Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, los libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que los afligieron. 1Sa 10:18 

c. Pero ustedes han desechado hoy a su Dios, que los guarda de todas sus aflicciones y angustias. Y han dicho: No, sino coloca rey sobre nosotros. Preséntense ahora delante de Jehová, por sus tribus y por sus millares. 1Sa 10:19 

d. Samuel les invito a acercase, todas las tribus de Israel. Indicando a la tribu de Benjamín. 1Sa 10:20 

e. Por sus familias la tribu de Benjamín. La familia de Matri fue escogida. Y de esta a Saúl hijo de Cis. Pero no se encontraba y lo buscaron, pero no lo hallaron. 1Sa 10:21 

5.1. Samuel proclama a Saul como rey de Israel.

a. Preguntaron, a Jehová si Saul había venido. Jehová respondió: Él está escondido entre el bagaje o equipaje militar. 1Sa 10:22 

b. Entonces corrieron y lo trajeron de allí; y colocado en medio del pueblo, desde los hombros arriba era más alto que todo el pueblo. 1Sa 10:23 

c. Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Han visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él, en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey! 1Sa 10:24 

d. Samuel recitó luego al pueblo, las leyes del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová. 1Sa 10:25 

5.2. Saul no hace caso a los que lo tienen en poco.

a. Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado. 1Sa 10:26 

b. Pero algunos perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; más él disimuló. 1Sa 10:27

Capítulo 11

C. Saúl es investido por Samuel como Rey de Israel.   

1. Jabes de Galaad, pide alianza a Nahas amonita.

a. Después subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos. 1Sa 11:1 

b. Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con ustedes, que a cada uno de todos ustedes saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel. 1Sa 11:2 

c. Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días, para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel; y si no hay nadie que nos defienda, saldremos a ti. 1Sa 11:3 

1.1. Jabes de Galaad llora ante la condición de Nahas.

a. Llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; todo el pueblo alzó su voz y lloró. 1Sa 11:4 

b. Enseguida Saúl venía del campo, tras los bueyes. Saúl les dijo: ¿Qué tiene el pueblo, que llora? Y le contaron las palabras de los hombres de Jabes. 1Sa 11:5 

1.2. Saul con el poder del Espíritu de Dios responde a Israel.

a. Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera. 1Sa 11:6 

b. Saúl agarro un par de bueyes, los cortó en trozos y los envió por todo el territorio de Israel, por medio de mensajeros, diciéndoles: Así se hará con los bueyes del que no saliera delante de Saúl y de Samuel. Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo. Y salieron como un solo hombre. 1Sa 11:7 

1.3. Saúl conto a Israel en Bezec.

a. Saúl los contó en Bezec. Y fueron los hijos de Israel trescientos mil, y treinta mil los hombres de Judá. 1Sa 11:8 

b. Respondieron a los mensajeros que habían venido. Así dirás a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, serás librados. Vinieron los mensajeros y lo anunciaron a los de Jabes, los cuales se alegraron. 1Sa 11:9 

2. Saúl e Israel salen en defensa de Jabes de Galaad.

a. Y los de Jabes dijeron a los enemigos: Mañana saldremos a ustedes. Para que hagan con nosotros todo lo que bien les pareciere. 1Sa 11:10 

b. Aconteció que, al día siguiente, dispuso Saúl al pueblo en tres compañías, y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta que el día calentó; y los que quedaron fueron dispersos, de tal manera, que no quedaron dos de ellos juntos. 1Sa 11:11 

c. El pueblo enseguida dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: ¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros? Dadnos esos hombres, y los mataremos. 1Sa 11:12 

3. Saúl calma al pueblo por querer matar al opositor.

a. Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha dado salvación en Israel. 1Sa 11:13 

4. Samuel inviste a Saul como rey.

a. Pero Samuel dijo al pueblo: Vengan, vamos a Gilgal, para que renovemos allí el reino. 1Sa 11:14 

b. Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron allí a Saúl, por rey delante de Jehová en Gilgal. Sacrificaron allí ofrendas de paz delante de Jehová, se alegraron mucho allí Saúl y todos los de Israel. 1Sa 11:15 

Capítulo 12

D. Fin del ministerio de Samuel.

1. Samuel culmina su ministerio y pide al pueblo que lo juzgue.

a. Dijo Samuel a todo Israel: Yo he oído su voz en todo cuanto me han dicho, y les he puesto rey. 1Sa 12:1 

b. Conozcan a su rey está aquí delante de ustedes. Yo soy ya viejo y lleno de canas. Pero mis hijos están con ustedes, y yo he andado delante de ustedes desde mi juventud hasta este día. 1Sa 12:2 

c. Digan algo contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho, para no ver mis ojos a él; y se lo restituya. 1Sa 12:3 

d. Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado, ni agraviado, ni has tomado algo de mano de ningún hombre. 1Sa 12:4 

e. Y él les dijo: Jehová es testigo contra ustedes, y su ungido también es testigo en este día, que no han hallado cosa alguna en mi mano. Y ellos respondieron: Así es. 1Sa 12:5 

2. Samuel da un discurso sobre el comportamiento ante Dios.

a. Entre tanto, Samuel dijo al pueblo: Jehová que designó a Moisés y a Aarón. Y sacó a sus padres de la tierra de Egipto, es testigo. 1Sa 12:6 

b. Presten mucha atención y los confrontaré a ustedes delante de Jehová, acerca de todos los hechos de salvación que Jehová ha hecho con ustedes y con sus padres. 1Sa 12:7   

c. Cuando Jacob hubo entrado en Egipto, y sus padres clamaron a Jehová. Jehová envió a Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a sus padres de Egipto, y los trajo a habitar en este lugar. 1Sa 12:8 

d. Y ellos olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en mano de Sísara jefe del ejército de Hazor. Ju 4:2. En mano de los filisteos. Y en mano del rey de Moab, los cuales les hicieron guerra, entre otros. 1Sa 12:9 

e. Entonces ellos clamaron a Jehová, diciéndole: Hemos pecado. Porque dejamos a Jehová. Sirviendo a los baales y a Astarot. Libranos, de mano de nuestros enemigos, y te serviremos. 1Sa 12:10 

f. Y Jehová envió a Gedeón, a Barac, a Jefté a Samuel, entre otros. Para librarlos de mano de sus enemigos en derredor, y luego habitaran seguros. 1Sa 12:11 

g. Y ustedes viendo que Nahas rey de los hijos de Amón venía contra ustedes, me dijeron: No, sino que ha de reinar sobre nosotros un rey. Sabiendo ustedes que Jehová su Dios era su rey. 1Sa 12:12 

2.1. Samuel en su discurso los amonesta.

a. Jehová ha puesto rey sobre ustedes. Ya ustedes tienen el rey que han elegido, el cual pidieron. 1Sa 12:13 

b. Si temen a Jehová, le sirven, oyen su voz, y no fueran rebeldes a la palabra de Jehová. Y si tanto ustedes como el rey que reina sobre ustedes sirven a Jehová su Dios. Él les hará bien. 1Sa 12:14 

c. Sin embargo si no oyen la voz de Jehová, si fueran rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová estará contra ustedes, como estuvo en contra de sus padres. 1Sa 12:15 

2.2. Samuel en su discurso ora, Dios responde y el pueblo teme.

a. Esperen un momento, y miraran la gran cosa que Jehová hará delante de sus ojos. 1Sa 12:16 

b. ¿No es tiempo de la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, él dará truenos y lluvias. Para que conozcan y vean que es grande su maldad, que han hecho ante los ojos de Jehová, pidiendo para ustedes rey. 1Sa 12:17 

c. Samuel clamó a Jehová. Y Jehová dio truenos y lluvias en ese día. Todo el pueblo tuvo gran temor de Jehová y de Samuel. 1Sa 12:18 

3. El pueblo reconoce su pecado y piden rueguen por ellos.

a. Entonces todo el pueblo le dijo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tú Dios, para no morir; porque a todos nuestros pecados, hemos añadido también este mal, de pedir rey sobre nosotros. 1Sa 12:19 

4. Samuel termina su discurso exhortando, y alentando.

a. Samuel respondió al pueblo: No teman. Ustedes han hecho todo este mal. Pero por esto, no se aparten de delante de Jehová, sino sírvanle con todo su corazón. 1Sa 12:20 

b. No se aparten para ir ejecutar vanidades, que no aprovechan ni los libran. Porque son vanidades. 1Sa 12:21 

c. Porque Jehová no desamparará a su pueblo. Por su grande nombre. Porque Jehová ha querido hacerlos su pueblo. 1Sa 12:22 

d. Lejos esta de mí que peque yo contra Jehová, cesando de rogar por ustedes. Antes bien los instruiré en el camino bueno y recto. 1Sa 12:23 

e. Solamente teman a Jehová y sírvanles de verdad, con todo su corazón. Consideren cuán grandes cosas ha hecho por ustedes. 1Sa 12:24

Capítulo 13

E. Saúl como rey usurpa el sacerdocio de Samuel.

1. A un año de reinar Saúl en Israel.

a. Había ya reinado Saúl un año; y comenzaba su segundo año de reinado sobre Israel. 1Sa 13:1 

b. Luego escogió a tres mil hombres de Israel, de los cuales estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Betel. Y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín. Y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas. 1Sa 13:2 

2. Jonatán hijo de Saúl atacó a la guarnición de los filisteos.

a. Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que estaban en el collado, y lo oyeron los filisteos. Saúl envió a tocar la trompeta por todo el país, diciendo: Oigan los hebreos. 1Sa 13:3 

b. Todo Israel oyó que se decía: Saúl ha atacado a la guarnición de los filisteos. Y también que Israel se había hecho abominable a los filisteos. Y se juntó el pueblo para ir a donde estaba Saúl en Gilgal. 1Sa 13:4 

c. En ese momento, los filisteos se reunieron, para pelear contra Israel, treinta mil carros, y seis mil hombres en caballos. Y el pueblo era numeroso como la arena de la orilla del mar. Subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. 1Sa 13:5 

d. Cuando los hombres de Israel se sintieron acorralaron, porque el pueblo estaba en peligro, se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. 1Sa 13:6 

e. Algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad. Pero Saúl permanecía aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras de él temblando. 1Sa 13:7 

f. Saul esperó siete días, conforme al plazo dado por Samuel. Pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo desertaba. 1Sa 13:8 

3. Saúl usurpa la función del sumo sacerdote.

a. En esa época, dijo Saúl: Tráiganme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. 1Sa 13:9. 

b. Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, enseguida Samuel llegaba. Y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 1Sa 13:10 

c. En tal sentido, Samuel le dijo: ¿Qué has hecho? Saúl respondió: Porque vi, que el pueblo podía desertar. Y tú no venías dentro del plazo señalado. Y los filisteos estaban reunidos en Micmas. 1Sa 13:11 

d. Me dije: Ahora vendrán los filisteos contra mí a Gilgal. Yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, tomé la decisión y ofrecí holocausto. 1Sa 13:12 

4. Consecuencia de la actuación de Saúl.

a. En ese instante, Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tú Dios, que él te había ordenado. Puesto que, en efecto, Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel, para siempre. 1Sa 13:13 

b. Sin embargo tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado. Para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó. 1Sa 13:14 

5. Saul cuenta a los que se quedaron con él.

a. Prosiguió Samuel, desde Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl contó a la gente que se hallaba con él, era como seiscientos hombres. 1Sa 13:15 

b. Saúl y Jonatán su hijo, el pueblo que con ellos se hallaba, se quedaron en Gabaa de Benjamín. Pero los filisteos habían acampado en Micmas. 1Sa 13:16 

c. Y salieron merodeadores del campamento de los filisteos en tres escuadrones; un escuadrón marchaba por el camino de Ofra, hacia la tierra de Saúl. 1Sa 13:17 

d. Otro escuadrón marchaba hacia Bet-horón, y el tercer escuadrón marchaba hacia la región que mira al valle de Zeboim, hacia el desierto. 1Sa 13:18 

6. Los filisteos habían dejado a Israel sin herrero.

a. En toda la tierra de Israel no se encontraba herrero. Porque los filisteos habían dejado a Israel sin herrero. Para que los hebreos no hicieran espada o lanza. 1Sa 13:19 

b. Por esto, todos los de Israel tenían que ir a los filisteos. Para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz. 1Sa 13:20 

c. Por un arado o un azadón cobraban los filisteos, ocho gramos de plata, y cuatro gramos por una horqueta o un hacha, o por arreglar las aguijadas. 1Sa 13:22 

7. Israel sin espada ni lanza en el día de la batalla.

a. Por este hecho, en el día de la batalla, no se halló espada, ni lanza en mano de ninguno del pueblo, que estaba con Saúl y con Jonatán. Excepto si tenían Saúl y su hijo Jonatán. 1Sa 13:22 

b. Y la guarnición de los filisteos avanzó hasta el paso de Micmas. 1Sa 13:23

Capítulo 14

F. Saúl intenta matar a su hijo por desobedecerle.

1. Jonatán hijo de Saúl va a la guarnición de los filisteos.

a. Sucedió un día. Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado paje de armas: ven, trae las armas. Para pasar a la guarnición de los filisteos, del otro lado. Y no se lo comunicó a su padre. 1Sa 14:1 

b. Saúl se encontraba al extremo de Gabaa, debajo de un granado que hay en Migrón, y la gente que estaba con él, era como seiscientos hombres. 1Sa 14:2 

c. Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, sacerdote de Jehová en Silo, llevaba el efod. El pueblo no sabía que Jonatán se había ido. 1Sa 14:3 

d. Y entre los desfiladeros, por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado, y otro del otro lado; uno se llamaba Boses, y el otro Sene. 1Sa 14:4 

f. Uno de los peñascos estaba situado al norte, hacia Micmas, y el otro al sur, hacia Gabaa. 1Sa 14:5 

g. Dijo Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos. Quizás haga algo Jehová por nosotros. Puesto que no es difícil para Jehová, salvar con muchos o con pocos. 1Sa 14:6 

h. Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que desea tu corazón; ve, enseguida, poque aquí estoy contigo a tu disposición. 1Sa 14:7 

i. Dijo por consiguiente Jonatán: Vamos a pasar a esos hombres, y nos mostraremos a ellos. 1Sa 14:8 

2. Jonatán hijo de Saúl ataca a la guarnición de los filisteos.

a. Si nos dicen: Esperen hasta que vallemos a donde están ustedes. Por consiguiente, permaneceremos en nuestro lugar. Y nos lanzaremos sobre ellos. 1Sa 14:9 

b. Más si nos dicen: Vengan donde estamos nosotros. En efecto vamos. Porque Jehová los ha entregado en nuestra mano. Y Esto nos será por señal. 1Sa 14:10 

c. Ambos se vieron, la guarnición de los filisteos, y los filisteos dijeron: Están aquí los hebreos, que salen de las cavernas, donde se habían escondido. 1Sa 14:11 

d. Los hombres de la guarnición respondieron a Jonatán y a su paje de armas: Vengan donde estamos nosotros, y le decimos una cosa. Enseguida, Jonatán dijo a su paje de armas: Ven tras de mí. Porque Jehová los ha entregado en manos de Israel. 1Sa 14:12 

3. Jonatán hijo de Saúl derrota a los filisteos.

a. Subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies. Y detras de él su paje de armas. Y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él, los mataba. 1Sa 14:13 

b. Esta fue la primera matanza que hicieron Jonatán y su paje de armas, como veinte hombres, en el espacio de una media parcela de tierra. 1Sa 14:14 

c. Hubo pánico en el campamento y por el campo. Entre toda la gente de la guarnición. Y los que habían ido a merodear, también ellos tuvieron pánico. Y la tierra tembló. Hubo una gran consternación. 1Sa 14:15

d. Y los centinelas de Saúl vieron desde Gabaa de Benjamín. Cómo la multitud estaba turbada, e iba de un lado a otro y era destruidos. 1Sa 14:16 

4. Saúl revisa quien había sido quien fue a los filisteos.

a. En ese momento, Saúl dijo al pueblo que estaba con él: Pasen revista, y vean quién se haya ido de los nuestros. Pasaron revista, faltando Jonatán y su paje de armas. 1Sa 14:17 

b. Saúl dijo a Ahías: Trae el Arca de Dios. Porque el Arca de Dios estaba entonces con los hijos de Israel. 1Sa 14:18 

c. Pero aconteció que mientras aún hablaba Saúl con el sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos aumentaba, aumentando grandemente. En ese instante, dijo Saúl al sacerdote: Detiene tu mano. 1Sa 14:19 

4.1. Jehová salvó a Israel de los filisteos.

a. Saúl reunió a todo el pueblo que estaba con él, llegaron hasta el lugar de la batalla. La espada de cada uno estaba vuelta contra su compañero, y había gran confusión. 1Sa 14:20 

b. Los hebreos que habían estado antes con los filisteos, y habían venido con ellos de los alrededores al campamento. Se pusieron también del lado de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán. 1Sa 14:21 

c. Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los filisteos huían, también ellos los persiguieron en aquella batalla. 1Sa 14:22 

d. Así salvó Jehová a Israel aquel día. Y llegó la batalla hasta Bet-avén. 1Sa 14:23 

4.2. Saúl obliga a Israel a ir a la guerra en ayunas.

a. Pero aquel día los hombres de Israel estaban en dificultades. Porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de llegar la noche, antes que haya hecho venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había comido pan. 1Sa 14:24 

b. Todo el pueblo llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo. 1Sa 14:25 

c. El pueblo entró en el bosque, y la miel corría en todas partes. Sin embargo, nadie se la llevó a la boca con la mano. Porque el pueblo temía el juramento. 1Sa 14:26 

4.3. Jonatán sin haberse enterado, comió miel.

a. Pero Jonatán no había oído cuando su padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en su mano, mojándola en un panal de miel, llevó su mano a la boca; siendo aclarados sus ojos. 1Sa 14:27 

b. En ese momento, le comunicó uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha hecho jurar solemnemente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que coma hoy alimento. Y el pueblo desfallecía. 1Sa 14:28 

4.4. Jonatán no aprueba la orden de su padre Saul.

a. Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado al país. Ve cómo han sido aclarados mis ojos, por haber deglutido un poco de esta miel. 1Sa 14:29 

b. ¿Cuánto más si el pueblo hubiera comido hoy libremente, del botín de sus enemigos? ¿No hubiese sido mayor la derrota contra los filisteos? 1Sa 14:30 

c. E hirieron aquel día a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón. Pero el pueblo estaba muy cansado. 1Sa 14:31 

4.3. El pueblo prevarico comiendo con sangre.

a. El pueblo se lanzó sobre el botín, agarro ovejas, vacas, becerros, y los degollaron en el suelo; y el pueblo los comió con sangre. 1Sa 14:32 

b. Avisaron a Saúl, diciéndole: El pueblo peca contra Jehová, comiendo la carne con la sangre. Y él dijo: Ustedes han prevaricado. Rueden acá ahora una piedra grande. 1Sa 14:33 

4.4. Saul hace un Altar para consultar a Dios.

a. Además dijo Saúl: Avisen al pueblo por todos, traigan cada uno su vaca, cada cual su oveja, y degüéllenla aquí, coman. No pequen contra Jehová comiendo la carne con la sangre. Trajo todo el pueblo cada uno, con su mano, su vaca, aquella noche, y las degollaron allí. 1Sa 14:34 

b. Edificó Saúl altar a Jehová; fue el primer altar que edificó a Jehová. 1Sa 14:35 

c. Saúl dijo: vallamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que te parezca bien. Luego dijo el sacerdote: Acerquémonos a Dios aquí. 1Sa 14:36 

d. Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Más Jehová no le dio respuesta aquel día. 1Sa 14:37 

e. En consecuencia, dijo Saúl: Vengan acá todos los principales del pueblo, sepan y vean en qué ha consistido este pecado hoy. 1Sa 14:38

4.5. Saul hecho suerte para ver quien desobedeció a su orden.

a. Porque vive Jehová que salva a Israel, que, aunque fuese Jonatán mi hijo, de seguro morirá. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiera. 1Sa 14:39 

b. Dijo luego a todo Israel: ustedes estarán a un lado, yo y Jonatán mí hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te parezca. 1Sa 14:40 

c. En efecto dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán. Saúl, y el pueblo salieron libres. 1Sa 14:41 

d. Saúl dijo: Echen suerte entre Jonatán mi hijo y yo. Y la suerte cayó sobre Jonatán. 1Sa 14:42 

5. Saúl decide matar a Jonatán y el pueblo lo libra.

a. En consecuencia Saúl dijo a Jonatán: Decláreme lo que has hecho. Jonatán se lo declaró y dijo: Ciertamente deglutí un poco de miel con la punta de la vara, que traía en mi mano; ¿y he de morir? 1Sa 14:43 

b. Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán. 1Sa 14:44 

c. Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no caerá un cabello de su cabeza en tierra. Porque ha actuado hoy con Dios. Así el pueblo libró de morir a Jonatán. 1Sa 14:45 

6. Saul y la guerra con los filisteos y todo su alrededor.         

a. Y Saúl dejó de seguir a los filisteos; y los filisteos se fueron a su lugar. 1Sa 14:46 

b. Después de haber tomado posesión del reinado de Israel, Saúl hizo guerra a todos sus enemigos en derredor: contra Moab, los hijos de Amón, Edom, los reyes de Soba, los filisteos, y vencía donde quiera que iba. 1Sa 14:47 

c. Reunió un ejército y derrotó a Amalec. Y libró a Israel de mano de los que lo saqueaban. 1Sa 14:48 

d. Hubo guerra todo el tiempo de Saúl encarnizada contra los filisteos. Y a todo el que Saúl veía como hombre esforzado y apto, lo reunía con él, para combatir. 1Sa 14:52 

7. Saúl, su descendencia y su guarnición.                                    

a. Los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isúi y Malquisúa. Los nombres de sus dos hijas eran, Merab la mayor, y Mical la menor. 1Sa 14:49 

b. Y el nombre de la mujer de Saúl era Ahinoam, hija de Ahimaas. Y el nombre del general de su ejército era Abner, hijo de Ner tío de Saúl. 1Sa 14:50 

c. Porque Cis padre de Saúl, y Ner padre de Abner, fueron hijos de Abiel. 1Sa 14:51 

d. Hubo guerra encarnizada todo el tiempo de Saúl, contra los filisteos. A todo el que Saúl veía como hombre esforzado y apto lo reunía con él, para combatir. 1Sa 14:52

Capítulo 15

G. Saul es desechado como rey de Israel.

1. Jehová le ordena a Saul de destruir a Amalec.

a. Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel. Presta atención a las palabras de Jehová. 1Sa 15:1 

b. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino, cuando subía de Egipto. 1Sa 15:2 

c. Ve, hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene. Y no te apiades de él. Mata a hombres, mujeres, niños, aún los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos. 1Sa 15:3 

1.2. Saul va a cumplir la orden de Jehová.

a. Saúl, convocó al pueblo y les pasó revista en Telaim. Eran doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá. 1Sa 15:4 

b. Viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso emboscada en el valle. 1Sa 15:5 

1.3. Saul va a destruir a los Amalecitas.

a. Dijo Saúl a los ceneos: váyanse, apártense y salgan de entre los de Amalec. Para que no sean destruidos juntamente con ellos. Porque ustedes mostraron misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec. 1Sa 15:6 

b. Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 1Sa 15:7 

c. Y agarro vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 1Sa 15:8 

1.4. Saul desobedece la orden de Jehová, perdono al rey.      

a. Saúl y el pueblo perdonaron a Agag. También a lo mejor de las ovejas, del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno. No lo quisieron destruir; más todo lo que era vil y despreciable destruyeron. 1Sa 15:9 

2. A Jehová le pesa haber puesto a Saúl de rey.      

a. Y la palabra de Jehová fue oída por Samuel, diciendo: 1Sa 15:10 

b. Me pesa haber puesto por rey a Saúl. Porque se ha vuelto contra mí, no ha seguido la orden que le di, ni ha cumplido mis palabras. Y se entristeció Samuel. Y clamó a Jehová toda aquella noche. 1Sa 15:11 

c. Luego Samuel madrugó en la mañana. Para ir a encontrar a Saúl. Pero avisaron a Samuel, diciéndole: Saúl ha venido a Carmel, y se ha ido hace un monumento. Dando la vuelta, pasó adelante y siguió a Gilgal. 1Sa 15:12 

d. Vino, Samuel a encontrase con Saúl. Y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová. Yo he cumplido la palabra de Jehová. 1Sa 15:13 

e. Samuel en ese momento le dijo: ¿Y este ruido que escucho balido de ovejas y bramido de vacas, que oigo con mis oídos? 1Sa 15:14 

f. Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tú Dios, pero lo demás lo destruimos. 1Sa 15:15 

g. En tal razón, dijo Samuel a Saúl: Déjeme declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di. 1Sa 15:16 

3. Samuel exhorta a Saúl.        

a. Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? 1Sa 15:17 

b. Jehová te envió en una misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y haz les guerra hasta que los acabes. 1Sa 15:18 

c. ¿Por qué, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? 1Sa 15:19 

3.1. Saúl miente, y no reconoce su desobediencia.

a. Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió. Y he traído a Agag rey de Amalec. Y he destruido a los amalecitas. 1Sa 15:20 

b. Mas el pueblo agarro del botín, ovejas y vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal. 1Sa 15:21 

a. Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 1Sa 15:22 

b. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado. Para que no seas rey. 1Sa 15:23 

c. En eso, Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras. Porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 1Sa 15:24 

d. Y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 1Sa 15:25 

4. Samuel rehúsa acompañar más a Saúl.

a. Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová. Y Jehová te ha desechado. Para que no seas rey sobre Israel. 1Sa 15:26 

b. Volviéndose Samuel para irse, él se agarró de la punta de su manto, y éste se rasgó. 1Sa 15:27 

c. Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 1Sa 15:28 

d. Además, ¡Él que es!, ¡la Gloria de Israel!, no mentirá, ni se arrepentirá. Porque no es hombre para que se arrepienta. 1Sa 15:29 

4.1. Saúl quiere que a pesar de todo Samuel lo honre.            

a. Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel. Y vuelvas conmigo. Para que adore a Jehová tú Dios. 1Sa 15:30 

b. Volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová. 1Sa 15:31

c. Después dijo Samuel: Traeme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino alegremente diciendo: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte. 1Sa 15:32

d. Y Samuel dijo: Como tú espada dejó a las mujeres sin hijos, así tú madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal. 1Sa 15:33 

e. Se fue luego Samuel a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl. 1Sa 15:34 

5. Samuel llora por Saul.

a. Después en toda su vida, nunca más, vio Samuel a Saúl. Samuel lloraba a Saúl. Y a Jehová le dio pesar de haber puesto por rey de Israel a Saúl. 1Sa 15:35   

Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado, para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén. Porque me he provisto rey de sus hijos. 1Sa 16:1 

d. Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he venido. 1Sa 16:2

Capítulo 16

III. Historia de David rey de Israel.

A. David es ungido por Samuel.  

1. Jehová envía a ungir a uno de los hijos de Isaí.

a. Llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer. Me ungirás al que yo te diga. 1Sa 16:3 

b. Hizo, Samuel como le dijo Jehová. Luego que llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida? 1Sa 16:4 

c. El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová. Santifíquense, y vengan conmigo al sacrificio. Santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. 1Sa 16:5 

d. Sucedió cuando vinieron los de Isaí, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. 1Sa 16:6 

e. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura. Porque yo lo desecho. Porque Jehová no mira lo que mira el hombre. Porque el hombre mira lo que está delante de sus ojos. Pero Jehová mira el corazón. 1Sa 16:7 

f. Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová. 1Sa 16:8 

g. Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová. 1Sa 16:9 

2. Samuel unge a David hijo de Isaí.

a. E hizo pasar Isaí sus siete hijos frente a Samuel. Pero Samuel dijo a Isaí: A éstos no ha elegido Jehová. 1Sa 16:10 

b. En ese momento, dijo Samuel a Isaí: ¿Éstos Son todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él. Porque no nos sentaremos a la mesa, hasta que él venga. 1Sa 16:11 

c. Por tanto, lo envió a buscar, lo trajeron y entro a la casa. Y era rubio, de ojos hermosos, de buen parecer. Enseguida Jehová dijo: Levantate y únjalo. Porque éste es. 1Sa 16:12 

d. Samuel agarro el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos. Desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová estuvo sobre David. Luego se marchó Samuel, volviendo a Ramá. 1Sa 16:13 

3. El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl y era atormentado.

a. El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo permitido por Jehová. 1Sa 16:14 

b. Y los criados de Saúl le dijeron: Comprende un espíritu malo permitido por Dios te atormenta. 1Sa 16:15 

c. Envía, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, a buscar alguno que sepa tocar el arpa. Para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio. 1Sa 16:16 

d. Saúl respondió a sus criados: Busca alguno que toque bien, y traérmelo. 1Sa 16:17 

e. En ese instante, uno de los criados respondió diciendo: Conozco a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, es valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, hermoso, y Jehová está con él. 1Sa 16:18 

4. Saúl envía a buscar a David para que toque el arpa.

a. Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Enviame a David tu hijo, el que está con las ovejas. 1Sa 16:19 

b. Envió Isaí a Saúl un asno cargado de pan, una vasija de vino, un cabrito, por medio de David su hijo. 1Sa 16:20  

c. David se fue a Saúl, estuvo delante de él. Y él le amó mucho. Y le hizo su paje de armas. 1Sa 16:21 

d. Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo. Porque ha hallado gracia en mis ojos. 1Sa 16:22 

e. Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David agarraba el arpa y tocaba con su mano. Y Saúl tenía alivio, sintiéndose mejor. Y el espíritu malo se apartaba de él. 1Sa 16:23 

Capítulo 17.

B. Los filisteos hacen guerra contra Israel

1. Los filisteos juntan sus ejércitos para hacer guerra a Israel.

a. Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, en Judá. Y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. 1Sa 17:1 

b. También Saúl y los hombres de Israel se juntaron. Acamparon en el valle de Ela. Se colocaron en orden de batalla contra los filisteos. 1Sa 17:2 

c. Los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, frente a un valle, el uno del otro. 1Sa 17:3 

2. Goliat un luchador de los filisteos.

a. Salió entonces del campamento de los filisteos un valiente guerrero, el cual se llamaba Goliat, de Gat. Y tenía de altura de 292,86 metros. 1Sa 17:4 

b. Traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba un manto de malla de bronce de 57 kilos. 1Sa 17:5 

c. Sobre sus piernas traía protectores de bronce, y jabalina de bronce sobre sus hombros. 1Sa 17:6 

d. La asta de su lanza era gruesa como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza siete kilos. Y su escudero iba delante de él. 1Sa 17:7 

2.1. Goliat el luchador filisteo desafía a Israel.

a. Goliat se paró y con la voz alta, dijo a los escuadrones de Israel: ¿Para qué se han puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y ustedes los siervos de Saúl? Escojan de entre ustedes un hombre para venir a pelear conmigo. 1Sa 17:8 

b. Si él pudiera pelear conmigo, y me vence, nosotros seremos sus siervos. Si yo pudiera más que él y lo venzo. Ystedes serán nuestros siervos y nos servirán. 1Sa 17:9 

c. Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dame un hombre que pelee conmigo. 1Sa 17:10 

d. Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron, teniendo mucho miedo. 1Sa 17:11 

3. David hijo de Isaí.

a. David era hijo de aquel hombre efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos. Y en el tiempo de Saúl, este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres. 1Sa 17:12 

b. Y los tres hijos mayores de Isaí, habían ido para seguir a Saúl a la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama; 1Sa 17:13 

c. Y David era el menor. Luego, los tres mayores siguieron a Saúl. 1Sa 17:14 

d. Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén. 1Sa 17:15 

e. Entre tanto, venía aquel filisteo por la mañana y por la tarde. Y así lo hizo durante cuarenta días. 1Sa 17:16 

4. David lleva comida a sus hermanos.

a. Dijo Isaí a David su hijo: Agarra para tus hermanos un efa de este grano tostado, estos diez panes, y llévalo pronto al campamento a tus hermanos. 1Sa 17:17 

b. Estos diez quesos de leche los llevarás al jefe de los mil. Y mira si tus hermanos a ver están bien. E infórmame como están. 1Sa 17:18 

c. Saúl, ellos y todos los de Israel estaban en el valle de Ela, esperando peleando contra los filisteos. 1Sa 17:19 

d. Levantándose David por la mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga como Isaí le había mandado. Llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, y daban el grito de combate. 1Sa 17:20 

e. Se pusieron en orden de batalla Israel y los filisteos, ejército frente a ejército. 1Sa 17:21 

4.1. David escucha a Goliat.

a. Después, David dejó su carga en mano del que guardaba las provisiones, y corrió al ejército. Y cuando llegó, preguntó por sus hermanos, si estaban bien. 1Sa 17:22 

b. Mientras él hablaba con ellos, se presentó aquel paladín, que se colocaba en medio de los dos campamentos. Que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat. Salió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras. Y las oyó David. 1Sa 17:23 

c. Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre, huían de su presencia. Y tenían gran temor. 1Sa 17:24 

d. Y cada uno de los de Israel decía: ¿No han visto aquel hombre que ha salido? Él se adelanta para provocar a Israel. Al que lo venza, el rey le enriquecerá con grandes riquezas, y le dará a su hija. Y eximirá de tributos a la casa de su padre, en Israel. 1Sa 17:25 

e. En ese momento, David habló a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciera a este filisteo, y quite el oprobio de Israel? ¿Porque, quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones de Dios viviente?

1Sa 17:26 

f. Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al hombre que lo venciera. 1Sa 17:27 

4.2. David y sus hermanos.

a. Y oyéndolo hablar Eliab su hermano mayor, con aquellos hombres, se molestó contra David y dijo: ¿Para qué has venido acá? ¿Y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido. 1Sa 17:28 

b. David respondió: ¿Ahora qué yo hice? Solo hice una pregunta. No estoy hablando por hablar. 1Sa 17:29 

c. Y apartándose de él hacia los otros, preguntó de igual manera. Y el pueblo le dio la misma respuesta de antes. 1Sa 17:30 

5. A David lo llevan ante Saul.

a. Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron delante de Saúl. Y él lo mando traer. 1Sa 17:31 

b. Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él. Tu siervo irá y peleará contra este filisteo. 1Sa 17:32 

c. Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres un muchacho, y él, es un hombre de guerra desde su juventud. 1Sa 17:33 

d. David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, capturando algún cordero de la manada, 1Sa 17:34 

e. Salía yo tras él, y lo hería, librándolo de su boca. Si levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, lo hería y lo mataba. 1Sa 17:35 

f. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos. Porque ha provocado al ejército de Dios viviente. 1Sa 17:36 

g. Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Anda, y Jehová esté contigo. 1Sa 17:37 

6. David y la armadura de Saul.

a. Saúl vistió a David con sus ropas, le puso sobre su cabeza un casco de bronce, y lo armó con una coraza. 1Sa 17:38 

b. Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, probando como caminaba. Porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl:

c. Yo no puedo caminar con esto. Porque nunca lo practiqué. Y David se quitó esas cosas. 1Sa 17:39 

d. Agarro su baston con su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, colocándola en el saco pastoril, en el bolso que traía con la comida. Con su honda en su mano, salio hacia el filisteo. 1Sa 17:40 

7. David y Goliat.

a. El filisteo venía caminando y acercándose a David, con su escudero delante de él. 1Sa 17:41 

b. Cuando el filisteo miró a David, lo menosprecio; porque era muchacho, rubio, y de hermoso parecer. 1Sa 17:42 

c. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. 1Sa 17:43 

d. Luego el filisteo dijo a David: Ven acá, daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 1Sa 17:44 

e. Enseguida David dijo al filisteo: Tú vienés contra mí, con espada, lanza y jabalina; más yo vengo contra ti, en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 1Sa 17:45 

f. Jehová te entregará hoy en mis manos, y yo te venceré. Y te cortaré la cabeza. Daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo, a las bestias de la tierra. Toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 1Sa 17:46 

g. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza. Porque de Jehová es la batalla, y él los entregará en nuestras manos. 1Sa 17:47 

7.1. David vence a Goliat y lo mata.

a. Aconteció cuando el filisteo se dispuso y camino hacia encontrarse con David. David se apresuró corriendo a la línea de batalla contra el filisteo. 1Sa 17:48 

b. Y metiendo David su mano en la bolsa, agarro de allí una piedra, tirándola con la honda, e hirió al filisteo en la frente; quedando clavada la piedra en la frente. Cayendo Goliat de frente en la tierra. 1Sa 17:49 

c. Así venció David al filisteo con una honda y piedra. E hirió al filisteo y lo mató. Sin tener David espada en su mano. 1Sa 17:50 

d. En ese momento, corrió David y se montó sobre el filisteo. Agarrando la espada de él, sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron. 1Sa 17:51 

7.2. Israel y Judá persiguen a los filisteos.                

a. Luego se fueron los de Israel y los de Judá, gritando, siguiendo a los filisteos hasta llegar al valle. Hasta las puertas de Ecrón. Cayendo los heridos de los filisteos, por el camino de Saaraim hasta Gat y Ecrón. 1Sa 17:52 

b. Se volvieron los hijos de Israel de seguir tras los filisteos, y saquearon su campamento. 1Sa 17:53 

c. David recogió la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda. 1Sa 17:54 

7.3. Saúl vio a David cuando pelea con el filisteo.

a. Cuando Saúl vio a David que salía a encontrarse con el filisteo, dijo a Abner general del ejército: Abner, ¿de quién es hijo ese joven? Y Abner respondió: 1Sa 17:55 

b. Vive tu alma, oh rey, que no lo sé. Y el rey dijo: Pregunta de quién es hijo ese joven. 1Sa 17:56 

c. Cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo agarro y lo llevó delante de Saúl, teniendo David la cabeza del filisteo en su mano. 1Sa 17:57 

e. Y le dijo Saúl: Muchacho, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Yo soy hijo de tu siervo Isaí de Belén. 1Sa 17:58

Capítulo 18

IV. David es perseguido por Saul por envidia.

A. Saúl siente envidia de David y procura matarlo.  

1. David Jonatán.

a. Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. 1Sa 18:1 

b. Saúl lo tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. 1Sa 18:2 

c. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. 1Sa 18:3 

d. Jonatán se quitó el manto que llevaba, se lo dio a David, otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su cinturón de su espada. 1Sa 18:4 

2. Saul coloca a David como gente de Guerra.

a. A dondequiera que Saúl enviaba a David salía, y se portaba prudentemente. Saúl lo puso sobre gente de guerra. Y era aceptado a los ojos de todo el pueblo. Y a los ojos de los siervos de Saúl. 1Sa 18:5 

b. Aconteció cuando regresaron ellos, y David de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel. Cantando, danzando. Para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 1Sa 18:6 

c. Cantaban las mujeres danzando, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. 1Sa 18:7 

3. Saul siente envidia de David y lo quiere matar.

a. Después se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, diciendo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 1Sa 18:8 

b. Y desde aquel día, Saúl no miró con buenos ojos a David. 1Sa 18:9 

c. Aconteció al otro día, un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días. Y tenía Saúl la lanza en la mano. 1Sa 18:10 

d. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces. 1Sa 18:11 

e. Mas Saúl estaba temeroso de David. Por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl; 1Sa 18:12 

f. Por este motivo Saúl lo alejó de él, y le hizo jefe de mil. David salía y estaba delante del pueblo. 1Sa 18:13 

4. Saul teme a David.

a. Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos. Y Jehová estaba con él. 1Sa 18:14 

b. Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él. 1Sa 18:15 

c. Más todo Israel y Judá amaba a David. Porque él salía y estaba delante de ellos. 1Sa 18:16 

5. Saul trama dar muerte a David.

a. Por consiguiente, Saúl trama la muerte de David de otra forma. Porque Saúl pensaba no será mi mano contra él. Sino que será contra él la mano de los filisteos. Dijo a David: te daré Merab mi hija mayor por mujer, con tal que me seas hombre valiente, y pelees las batallas de Jehová. 1Sa 18:17 

b. Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel? ¿Para que yo sea yerno del rey? 1Sa 18:18 

c. Y llegado el tiempo en que Merab hija de Saúl, había de darse a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita. 1Sa 18:19 

5.1. Saul utiliza a Mical para destruir a David.

a. Pero Mical la otra hija de Saúl amaba a David; Y le dijeron a Saúl. Y pareció bien a los ojos de Saul. 1Sa 18:20 

b. Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo. Y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, por tanto, Saúl a David, por segunda vez: Tú serás mi yerno hoy. 1Sa 18:21 

c. Y mandó Saúl a sus siervos: A hablar en secreto a David, diciéndole: Ten por seguro, el rey te ama, y todos sus siervos también te quieren; por supuesto, se yerno del rey. 1Sa 18:22 

d. Los criados de Saúl hablaron estas palabras a David. Y David dijo: ¿Les parece a ustedes que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre? ¿Y sin ninguna estima? 1Sa 18:23 

e. Y los criados de Saúl le llevaron la respuesta, diciéndole: Las mismas palabras que había dicho David. 1Sa 18:24 

f. Y Saúl dijo: Díganle así a David: El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos. Para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl lo que pensaba era hacer caer a David en manos de los filisteos. 1Sa 18:25 

g. Cuando sus siervos declararon a David estas palabras. Pareció bien la cosa a los ojos de David, para ser yerno del rey. Y se fue antes que el plazo se cumpliese. 1Sa 18:26 

5.2. David va en busca de los prepucios de los filisteos.

a. Se mancho David y se fue con su gente. Y mató a doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos y los entregó todos al rey, a fin de hacerse yerno del rey. Y Saúl le dio su hija Mical por mujer. 1Sa 18:27 

b. Pero Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David. Y que su hija Mical lo amaba. 1Sa 18:28 

c. Tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días. 1Sa 18:29 

d. Salieron a campaña los príncipes de los filisteos; y cada vez que salían, David tenía más éxito, que todos los siervos de Saúl. Por lo cual alcanzo mucha estima su nombre. 1Sa 18:30 

Capítulo 19

B. Saúl perseguir a David.

1. Jonatan avisa a David que Saul lo quiere matar.

a. 19:1 Habló Saúl a Jonatán su hijo, y a todos sus siervos, para que matasen a David; pero Jonatán hijo de Saúl amaba mucho a David.

b. 19:2 Y aviso a David, diciéndole: Saúl mi padre procura matarte; por tanto, cuídate hasta la mañana, quedate en un lugar oculto y escóndete.

c. 19:3 Yo saldré y estaré junto a mi padre en el campo donde estés; hablaré de ti a mi padre, y te haré saber lo que pasa.

d. 19:4 Jonatán habló a Saúl su padre bien de David, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David. Porque ninguna cosa ha cometido contra ti.  Y sus obras han sido muy buenas para contigo.

e. 19:5 Porque él tomó su vida en su mano, y mató al filisteo. Y Jehová le dio gran salvación a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste; ¿por qué, ahora, pecarás contra la sangre inocente, matando sin causa a David?

f. 19:6 Y Saúl escuchó la voz de Jonatán, y juró Saúl: Vive Jehová, que no morirá.

g. 19:7 Y llamó Jonatán a David, declarándole todas estas palabras. Y él mismo trajo a David a Saúl. Y estuvo delante de él como antes.

2. David vuele a vencen a los filisteos y Saúl procura matarlo.

a. 19:8 Después hubo de nuevo guerra; salió David y peleó contra los filisteos. Hiriéndolos con gran estrago, y huyeron delante de él.

b. 19:9 Y el espíritu malo de parte de Jehová vino sobre Saúl. Y estando sentado en su casa tenía una lanza a mano, mientras David estaba tocando.

c. 19:10 Y Saúl procuró enclavar a David con la lanza a la pared, pero él se apartó de delante de Saúl, el cual hirió con la lanza en la pared. David huyó, y escapó aquella noche.

2.1. Saul busca a David para matarlo en casa de su hija Mical.

a. 19:11 Saúl envió luego mensajeros a la casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen a la mañana. Pero Mical su mujer avisó a David, diciéndole: Si no salvas tu vida esta noche, mañana caerás muerto.

b. 19:12 Y saco Mical a David descolgándolo por una ventana. Y él se fue, huyó, se escapó.

c. 19:13 Luego Mical agarro una estatua, y la coloco sobre la cama. Le acomodó por cabecera una almohada de pelo de cabra y la cubrió con la ropa.

d. 19:14 Y cuando Saúl envió mensajeros para detener a David, ella respondió: Está enfermo.

e. 19:15 Volvió Saúl a enviar mensajeros para que viesen a David, diciendo: Traédmelo en la cama para que lo mate.

f. 19:16 Y cuando los mensajeros entraron, en ese momento la estatua estaba en la cama, y una almohada de pelo de cabra a su cabecera.

g. 19:17 En aquel instante, Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has engañado así, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl. Porque él me dijo: Déjame ir. Si no, yo te mataré.

2.2. Saúl va en busca de David en Noiot en Rama.

a. 19:18 Huyó, por tanto, David, escapó, y vino a Samuel en Ramá. Y le dijo todo lo que Saúl había hecho con él. Él y Samuel se fueron. Y vivieron en Naiot.

b. 19:19 Y avisaron a Saúl, diciéndole: En este momento, David está en Naiot en Ramá.

c. 19:20 En aquel tiempo, Saúl envió mensajeros para que trajeran a David, los cuales vieron una compañía de profetas que profetizaban. Y allí estaba Samuel con ellos dirigiéndolos. Y vino el Espíritu de Dios sobre los mensajeros de Saúl. Y ellos también profetizaron.

d. 19:21 Cuando lo supo Saúl, envió otros mensajeros, los cuales también profetizaron. Y Saúl volvió a enviar mensajeros por tercera vez. Y ellos también profetizaron.

e. 19:22 En ese momento, él mismo fue a Ramá. Llegando al gran pozo que está en Secú, preguntó diciendo: ¿Dónde están Samuel y David? Y uno respondió: En este momento están en Naiot en Ramá.

f. 19:23 Y fue a Naiot en Ramá. Y también vino sobre él el Espíritu de Dios. Y siguió andando. Y profetizando hasta que llegó a Naiot en Ramá.

g. 19:24 Y él también se despojó de sus vestidos. Y profetizó igualmente delante de Samuel. Estuvo desnudo todo aquel día y toda aquella noche. De aquí se dijo: ¿También Saúl entre los profetas?

Capítulo 20.

C. Jonathan confirma que Saúl quiere matar a David.

1. David se marcha de Naiot de Rama a hablar con Jonatán.

a. 20:1 Después David huyó de Naiot en Ramá, vino delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida?

b. 20:2 Él le dijo: de ninguna manera morirás. Mira ninguna cosa hará mi padre, así sea grande o pequeña, que no me lo cuente; ¿por qué, por tanto, me dirá mi padre este asunto? Eso no es así.

2. Jonatán y David planifican saber si hay maldad en Saúl.

a. 20:3 Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca. Verdaderamente, vive Jehová y vive tu alma, que estoy a punto de morir.

b. 20:4 Y Jonatán dijo a David: Lo que desea tu alma, yo lo haré por ti.

c. 20:5 Y David respondió a Jonatán: Mira que mañana será luna nueva, y yo acostumbro a sentarme con el rey a comer. Pero tú dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día.

d. 20:6 Si tu padre me menciona, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir corriendo a Belén su ciudad. Porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual.

e. 20:7 Si él dijere: está bien, entonces tendrá tu siervo paz. Pero si se enoja, sabe que está determinada la maldad de su parte.

f. 20:8 Harás, por tanto, misericordia con tu siervo, ya que has hecho pacto de Jehová con tu siervo. Y si hay maldad en mí, mátame tú. Puesto que no hay necesidad de llevarme hasta tu padre.

g. 20:9 Y Jonatán le dijo: Nunca te suceda tal cosa; antes bien, si yo supiera que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo?

3. Jonatán hace pacto con David y como hará para avisarle.

a. 20:10 Dijo entonces David a Jonatán: ¿Quién me avisará si tu padre te respondiera ásperamente?

b. 20:11 Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.

c. 20:12 En aquel tiempo dijo Jonatán a David: ¡Jehová Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o el día tercero. Si resultara que es bien para David, entonces enviaré a avisarte.

d. 20:13 Pero si mi padre intentara hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, y aun le añada, si no te lo envió a avisar. Para que te vayas en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre.

e. 20:14 Y si yo vivo, harás conmigo misericordia de Jehová, para que no muera.

f. 20:15 Y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David.

g. 20:16 Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.

4. Jonatán planifica como avisará a David si hay maldad en Saúl.

a. 20:17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez. Porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.

b. 20:18 Luego le dijo Jonatán: Mañana es luna nueva, y tú serás echado de menos. Porque tu asiento estará vacío.

c. 20:19 Estarás, tres días, luego descenderás y vendrás al lugar donde estabas escondido, el día que ocurrirá esto mismo. Y esperarás junto a la piedra de Ezel.

d. 20:20 Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco.

e. 20:21 Luego enviaré al criado, diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si dijere al criado: Mira las saetas están más acá de ti, recogelas. Luego tú vendrás, porque tienes paz, y nada malo te sucederá, vive Jehová.

f. 20:22 Pero si yo dijera al muchacho así: Mira las saetas están más allá de ti; vete, porque Jehová te ha enviado.

g. 20:23 En cuanto al asunto de que tú y yo hemos hablado, esté Jehová entre nosotros dos, para siempre.

5. Saul en la celebración se molesta con Jonatán por David.

a. 20:24 David, en ese tiempo, se escondió en el campo, y cuando llegó la luna nueva, se sentó el rey a comer pan.

b. 20:25 Y el rey se sentó en su silla, como de costumbre, en el asiento junto a la pared, Jonatán se levantó, se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David quedó vacío.

c. 20:26 Pero aquel día Saúl no dijo nada. Porque se preguntaba: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado.

d. 20:27 Al siguiente día, el segundo día de la luna nueva, aconteció también que el asiento de David estaba vacío. Y Saúl dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?

e. 20:28 Y Jonatán respondió a Saúl: David me pidió encarecidamente que le dejase ir a Belén,

f. 20:29 Diciendo: Te ruego que me dejes ir. Porque nuestra familia celebra sacrificio en la ciudad, y mi hermano me lo ha invitado. Por tanto, si he hallado gracia en tus ojos, permíteme ir ahora para visitar a mis hermanos. Por esta razón no ha venido a la mesa del rey.

g. 20:30 Entonces se molestó Saúl contra Jonatán y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí, para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?

6. Saúl le expresa a Jonatán porque quiere matar a David.

a. 20:31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviera sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía en este momento, ahora, y tráemelo, porque lo mataré.

b. 20:32 Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?

c. 20:33 Enseguida Saúl le arrojó una lanza para herirlo. Donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David.

d. 20:34 Y se levantó Jonatán de la mesa con una gran molestia, y no comió pan el segundo día de la luna nueva; porque tenía dolor a causa de David. Porque su padre le había afrentado.

e. 20:35 Al otro día, en la mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con David, y con él un muchacho pequeño.

7. Jonatán y David lloran junto por la maldad de Saul.

a. 20:36 Y dijo al muchacho: Corre y busca las saetas, que yo tirare. Y cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá de él.

b. 20:37 Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán grito al muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti?

c. 20:38 Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, apresurate, no te pares. Y el muchacho de Jonatán recogió las saetas. Y vino a su señor.

d. 20:39 Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y David entendían de que se trataba.

e. 20:40 Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévatelas a la ciudad.

f. 20:41 Y luego que el muchacho se hubo retiro, se levantó David del lado del sur. Y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra. Y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro. Y lloró más David.

g. 20:42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz. Porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo. Entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Él se levantó y se fue. Y Jonatán entró en la ciudad.

Capítulo 21.

D. David huye de Saul.

1. David va al sacerdote Ahimelec, para que le de pan.

a. 21:1 David se fue a Nob, al sacerdote Ahimelec. Ahimelec se sorprendió de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie viene contigo?

b. 21:2 Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto. Y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado. Y yo les señalé a los criados un cierto lugar.

c. 21:3 Ahora en ese momento ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas.

d. 21:4 El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado; pero lo daré si los criados se han guardado al menos de mujeres.

e. 21:5 David respondió al sacerdote, y le dijo: En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros ayer y anteayer; cuando yo salí, ya los vasos de los jóvenes eran santos. Aunque el viaje es profano. ¿Cuánto más no serán santos hoy sus vasos?

f. 21:6 Así el sacerdote le dio el pan sagrado. Porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová. Para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados.

g. 21:7 Y estaba allí aquel día, detenido delante de Jehová, uno de los siervos de Saúl, cuyo nombre era Doeg, edomita, el principal de los pastores de Saúl.

2. David pide una espada a Ahimelec y le da la de Goliat.

a. 21:8 Y David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano lanza o espada? Porque no tomé en mi mano mi espada ni mis armas. Por cuanto la orden del rey era apremiante.

b. 21:9 Y el sacerdote respondió: La espada de Goliat el filisteo, al que tú venciste en el valle de Ela, está aquí envuelta en un velo detrás del efod; si quieres tomarla. Tómala; porque aquí no hay otra sino esa. Y dijo David: Ninguna como ella; dámela.

3. David al rey Aquis, le teme y se hace el loco.

a. 21:10 Y levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y se fue a Aquis rey de Gat.

b. 21:11 Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿no es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: ¿Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles?

c. 21:12 Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat.

e. 21:13 Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos. Y escribía en las portadas de las puertas. Y dejaba correr la saliva por su barba.

f. 21:14 Y dijo Aquis a sus siervos: Han visto que este hombre es demente; ¿por qué lo han traído donde estoy yo?

g. 21:15 ¿Acaso me faltan locos? ¿Para que hayan traído a éste que se hiciese el loco delante de mí? ¿Ha de entrar éste en mi casa?

Capítulo 22.

E. David huye a la cueva de Adalum.

1. Los padres de David y la gente lo siguen a él.

a. 22:1 Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él.

b. 22:2 Se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.

2. David lleva a Mizpa a sus padres para que lo cuiden.

a. 22:3 Y se fue David de allí a Mizpa de Moab. Dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con ustedes, hasta que sepa lo que Dios hará conmigo.

b. 22:4 Los trajo, en ese momento, a la presencia del rey de Moab, y habitaron con él, todo el tiempo que David estuvo en el lugar fuerte.

c. 22:5 Pero el profeta Gad dijo a David: No te quedes en este lugar fuerte; anda y vete a la tierra de Judá. David se fue, y vino al bosque de Haret.

3. Doeg dice a Saúl que vio a David en Nob.

a. 22:6 Oyó Saúl que se habían enterado donde estaba David y de los que estaban con él. Y Saúl estaba sentado en Gabaa, debajo de un tamarisco sobre un alto. Tenía su lanza en su mano, y todos sus siervos estaban alrededor de él.

c. 22:7 Y dijo Saúl a sus siervos que estaban alrededor de él: Oigan en esta hora, hijos de Benjamín: ¿Les dará también a todos ustedes el hijo de Isaí tierras y viñas? ¿Les hará a todos ustedes jefes de millares y jefes de centenas?

d. 22:8 Para que todos ustedes hayan conspirado contra mí, y no haya quien me comunique cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de ustedes que se apiade de mí. Y me diga cómo mi hijo ha levantado a mi siervo contra mí, para que me aceche, ¿tal como hoy lo hace?

e. 22:9 Entonces Doeg edomita, que era el principal de los siervos de Saúl, le respondió y dijo: Yo vi al hijo de Isaí que vino a Nob, a Ahimelec hijo de Ahitob.

f. 22:10 El cual consultó por él a Jehová y le dio provisiones. Y también le dio la espada de Goliat el filisteo.

g. 22:11 Y el rey envió por el sacerdote Ahimelec hijo de Ahitob. Y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob. Y todos acudieron al rey.

F. Saul mata a los habitantes de la ciudad de Nob.

1. Saúl mata a los sacerdotes de Nob.

a. 22:12 Y Saúl le dijo: Oye ahora, hijo de Ahitob. Y él dijo: Estoy aquí, mi señor.

b. 22:13 Y le dijo Saúl: ¿Por qué has conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí? Cuando le diste pan, espada, y consultaste por él a Dios. Para que se levantase contra mí y me acechase. ¿Como lo hace hoy día?

c. 22:14 Entonces Ahimelec respondió al rey, y dijo: ¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David? ¿También es yerno del rey, que sirve a tus órdenes y es ilustre en tu casa?

d. 22:15 ¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí; no culpe el rey de alguna cosa a su siervo, ni a toda la casa de mi padre. Porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, así sea grande ni pequeña.

e. 22:16 El rey dijo: Sin duda morirás, Ahimelec, tú y toda la casa de tu padre.

f. 22:17 En ese momento dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él. Vallan y matad a los sacerdotes de Jehová. También la mano de ellos está con David. Porque sabiendo ellos que huía, no me lo avisaron. Pero los siervos del rey no quisieron extender sus manos. Para matar a los sacerdotes de Jehová.

g. 22:18 En ese momento dijo el rey a Doeg: Ve tú, y arremete contra los sacerdotes. Doeg el edomita, se arremetió contra los sacerdotes, matando en aquel día a ochenta y cinco varones, que vestían efod de lino.

2. Saúl mata a los habitantes de Nob, y Abiatar escapa.

a. 22:19 Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada; así a hombres como a mujeres, niños hasta los de pecho, bueyes, asnos y ovejas, todo lo hirió a filo de espada.

b. 22:20 Pero uno de los hijos de Ahimelec hijo de Ahitob, que se llamaba Abiatar, escapó. Y huyó tras David.

c. 22:21 Y Abiatar dio aviso a David de cómo Saúl había dado muerte a los sacerdotes de Jehová.

d. 22:22 Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el edomita, él le iba avisar a Saúl. Yo he ocasionado la muerte a todas las personas de la casa de tu padre.

e. 22:23 Quédate conmigo, no temas; quien busca mi vida, también buscará la tuya. Puesto que conmigo estarás a salvo.

Capítulo 23.

G. Los filisteos atacan a Keila.

1. Los filisteos roban los campos de Keila.

a. 23:1 Dieron aviso a David, diciendo: He aquí que los filisteos combaten a Keila, y roban los campos.

b. 23:2 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila.

2. Los filisteos atacan a Keila y David la liberta.

a. 23:3 Pero los que estaban con David le dijeron: En este momento, nosotros estamos aquí en Judá con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila, contra el ejército de los filisteos?

b. 23:4 Entonces David volvió a consultar a Jehová. Jehová le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila. Puesto que yo entregaré en tus manos a los filisteos.

c. 23:5 Se dispuso a ir, David con sus hombres a Keila. Y peleó contra los filisteos, y se llevó sus ganados. Causó una derrota grande; y libró David a los de Keila.

3. Saul va a Keila a buscar a David.  

a. 23:6 Aconteció cuando Abiatar hijo de Ahimelec huyó siguiendo a David a Keila, se fue con el efod en su mano.

b. 23:7 Y avisaron a Saúl que David estaba en Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano. Porque se ha encerrado, entrando en ciudad con puertas y cerraduras.

c. 23:8 Convocando Saúl a todo el pueblo a la batalla, para ir a Keila. Para sitiar a David y a sus hombres.

d. 23:9 Pero David entendiendo, que Saúl ideaba mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod.

e. 23:10 Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo a entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por mí causa.

f. 23:11 ¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá.

g. 23:12 Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Los entregarán.

4. David se va de Keila y Saul lo busca todos los días.  

a. 23:13 David en ese tiempo se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila. Y anduvieron de un lugar a otro. Le avisaron a Saúl la noticia de que David se había logrado escaparse de Keila, y desistió de salir.

b. 23:14 David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif. Y Saúl lo buscaba todos los días. Pero Dios no lo entregó en sus manos.

c. 23:15 Viendo, pues, David que Saúl había salido en busca de su vida, se quedó en Hores, en el desierto de Zif.

d. 23:16 Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores. Y fortaleció su mano en Dios.

e. 23:17 Y le dijo: No temas, porque no te hallará la mano de Saúl mi padre. Y tú reinarás sobre Israel. Y yo seré segundo después de ti. Y aun mi padre Saúl lo sabe.

f. 23:18 Y ambos hicieron pacto delante de Jehová. Y David se quedó en Hores. Y Jonatán se volvió a su casa.

g. 23:19 Después subieron los de Zif para decirle a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas de Hores, en el collado de Haquila, que está al sur del desierto?

5. Saúl va en busca de David Zif.

a. 23:20 Por tanto, rey, desciende pronto ahora, conforme a tu deseo, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey.

b. 23:21 Y Saúl dijo: Benditos sean ustedes de Jehová, que han tenido compasión de mí.

c. 23:22 Vallan, por consiguiente, en este momento y asegúrense bien, cual es el lugar donde se esconde. Y quién lo haya visto allí. Porque me han dicho que él es demasiado astuto.

d. 23:23 Observen, y luego, me informan de todos los escondites donde se oculta. Y vuelvan aquí, con una información real. Y yo me iré con ustedes. Y si él estuviere en la tierra. Yo le buscaré entre todos los millares de Judá.

e. 23:24 Ellos se levantaron, y se fueron a Zif delante de Saúl. Pero David y su gente estaban en el desierto de Maón, en el Arabá al sur del desierto.

f. 23:25 Y se fue Saúl con su gente a buscarlo. Pero avisaron a David, descendió a la peña, y se quedó en el desierto de Maón. Cuando Saúl oyó esto, siguió a David al desierto de Maón.

g. 23:26 Y Saúl iba por un lado del monte. Y David con sus hombres por el otro lado del monte. Y David se daba prisa para escapar de Saúl. Pero Saúl y sus hombres habían encerrado a David. Y a su gente para capturarlos.

h. 23:27 Entonces vino un mensajero a Saúl, diciendo: te vienes luego, porque los filisteos repentinamente están en el país.

i. 23:28 Desistió, por tanto, Saúl de perseguir a David. Y partió contra los filisteos. Por esta causa pusieron a aquel lugar por nombre Sela-hama-lecot.

j. 23:29 En ese tiempo David se fue de allí y habitó en los lugares fuertes de En-gadi.

Capítulo 24

IV. Saul busca a David a toda costa para matarlo.

A. Saúl busca a David para matarle.

1. Saúl sale a buscar a David en el desierto de En-gadi.

a.      24:1 Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le avisaron, diciendo: Mira David está en el desierto de En-gadi.

b. 24:2. Y llevando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel. Fue en busca de David y de sus hombres. Por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses.

c. 24:3. Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies. David y sus hombres estaban sentados en los rincones de la cueva.

d. 24:4. Entonces los hombres de David le dijeron: Sucede que este día, es el que te dijo Jehová; Puesto que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.

e. 24:5 Después de esto se turbó el corazón de David. Porque había cortado la orilla del manto de Saúl.

f. 24:6 Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.

g. 24:7 Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.

2. David le rectifica a Saul que él no busca el mal para él.

a. 24:8 También David se levantó después, y saliendo de la cueva grito detrás de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia.

b. 24:9 Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: ¿Mira que David procura tu mal?

c. 24:10 En este mismo momento, tus ojos han visto cómo Jehová te ha puesto hoy en mis manos en la cueva. Y me dijeron que te matase. Pero te perdoné. Porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor. Porque es el ungido de Jehová.

d 24:11 Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano. Porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, por tanto, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti. Sin embargo, tú andas cazando mi vida para quitármela.

e. 24:12 Juzgue Jehová entre tú y yo. Y me véngueme de ti Jehová. Pero mi mano no será contra ti.

f. 24:13 Como dice el proverbio de los antiguos: De los impíos saldrá la impiedad; así que mi mano no será contra ti.

g. 24:14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga?

h. 24:15 Jehová, por consiguiente, será juez, él juzgará entre tú y yo. El vea y sustente mi causa. Y me defienda de tu mano.

i. 24:16 Y aconteció que cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzó Saúl su voz y lloró.

3. Saúl declara a David justo ante él, porque no lo mato.  

a. 24:17 Y dijo a David: Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal.

b. 24:18 Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien. Porque no me has dado muerte, habiéndome entregado Jehová en tu mano.

c. 24:19 Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? Jehová te pague con bien, por lo que en este día has hecho conmigo.

d. 24:20 Y ahora, como yo entiendo que tú has de reinar. Y que el reino de Israel ha de ser en tu mano firme y estable,

e. 24:21 Júrame, en este momento, de inmediato por Jehová, que no destruirás mi descendencia después de mí, ni borrarás mi nombre de la casa de mi padre.

f. 24:22 En ese tiempo, David juró a Saúl. Y se fue Saúl a su casa. Y David y sus hombres subieron al lugar fuerte.

Capítulo 25

B. Muere Samuel y David pide provisiones a Nabal.

1. Samuel Muere.

25:1 Murió Samuel, y se reunió todo Israel. Lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Se dispuso David y se fue al desierto de Parán.

2. David envía a pedir provisiones a Nabal.

a. 25:2 Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en Carmel, el cual era muy rico, tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció que estaba esquilando sus ovejas en Carmel.

b. 25:3 Aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia. Pero el hombre era duro y de malas obras. Y era del linaje de Caleb.

c. 25:4 Y oyó David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas.

d. 25:5 Entonces envió David diez jóvenes diciéndoles: Suban a Carmel y vallan a Nabal. Salúdenlo en mi nombre.

e. 25:6 Y díganle así: La paz sea contigo, con tu familia, y todo cuanto tienes.

f. 25:7 He sabido que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel.

g. 25:8 Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Por tanto, estos jóvenes hallen gracia delante de ti. Porque hemos venido en un buen día. Te ruego que le des lo que tuvieres al alcance de tu mano a tus siervos. Y a tu hijo David.

2.1. Nabal le niega la provisión a David y a sus hombres.

a. 25:9 Cuando llegaron los jóvenes enviados por David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.

b. 25:10 Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, diciéndoles: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy, que huyen de sus señores.

c. 25:11 ¿He de agarrar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis esquiladores? ¿Para darla a hombres que no sé de dónde son?

d. 25:12 Y los jóvenes que había enviado David se devolvieron por su camino. Vinieron y dijeron todas estas palabras a David.

e. 25:13 Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Se ciñó cada uno su espada y también David se ciñó su espada. Subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el equipaje.

2.2. Los siervos de Nabal le avisan a Abigail lo que hizo Nabal.

a. 25:14 Pero uno de los criados avisó a Abigail mujer de Nabal, diciendo: Mira David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los ha menospreciado.

b. 25:15 Aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estábamos en el campo.

c. 25:16 Ellos fueron una protección, para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas.

d. 25:17 En este momento te pedimos, que reflexiones y ve cómo vas hacer. Porque contra nuestro amo y contra toda su casa, se acerca destrucción.  Él es un hombre tan perverso, que nadie pueda hablarle.

e. 25:18 luego Abigail recogió doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en los asnos.

f. 25:19 Y dijo a sus criados: vallan delante de mí, y yo luego los seguiré. Y nada le comunico a su marido Nabal.

g. 25:20 Y montándose en un asno, descendió por una parte secreta del monte. En aquel momento, David y sus hombres venían frente a ella. Y ella le salió al encuentro.

h. 25:21 David había dicho: Verdaderamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada se le haya perdido de todo cuento tiene. Y él me ha vuelto el mal por el bien.

i. 25:22 Así haga Dios a los enemigos de David y aun les añada, que, de aquí a mañana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón.

3. Abigail sale al encuentro de David y habla con él.

a. 25:23 Y cuando Abigail vio a David, se bajó rápidamente del asno. Y arrodillándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a la tierra.

b. 25:24 Echándose a sus pies, le dijo: Señor mío, el pecado sea sobre mí. Pero te ruego que permitas que tu sierva te hable, y escuches las palabras de tu sierva.

c. 25:25 No le haga caso por los momentos, mi señor, a ese hombre perverso, de Nabal. Porque conforme a su nombre, así es él. Él se llama Nabal, y se aferra a ser insensato. Pero yo tu sierva, no vi a los jóvenes que tú enviaste.

d. 25:26 Ahora en este momento, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te impida venir a derramar sangre. Y vengarte por tu propia mano. Sean, en este instante, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran el mal contra mi señor.

f. 25:27 Acepta este presente que tu sierva ha traído a mi señor, y dales a los hombres que siguen a mi señor.

g. 25:28 Yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa. Porque Jehová de verdad hará su casa estable a mi señor. Por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová. Y en ti no se ha hallado mal. En todos los días de tu vida.

h. 25:29 Aunque alguien se haya levantado, para perseguirte y atentar contra tu vida. Con todo, la vida de mi señor será ligada con los que viven delante de Jehová tu Dios. Y él arrojará la vida de sus enemigos. Así como se arrojan con éxito piedra con una honda.

i. 25:30 Y acontecerá, que cuando Jehová haga con mi señor, conforme a todo el bien que ha hablado de ti. Y te establezca por príncipe sobre Israel,

j. 25:3 En ese tiempo, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo. Guárdese, por tanto, mi señor, y cuando le vaya bien por Jehová a mi señor, acuérdate de tu sierva.

3.1. David respeta las palabras de Abigail.

a. 25:32 Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió, para que me encuentres hoy.

b. 25:33 Bendito sea tu razonamiento, y tú seas bendita, que hoy me has impedido de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia cuenta.

c. 25:34 Porque vive Jehová Dios de Israel, que me ha defendido de hacerte mal, que, si no te hubieras apresurado en venir a mi encuentro, de aquí a mañana, no le hubiera quedado con vida a Nabal ni siquiera un varón.

d. 25:35 Recibió David de su mano lo que le había traído. Diciéndole: Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz. Y te respeto.

4. Abigail habla con Nabal y le da un paro en el corazón.

a. 25:36 Y Abigail volvió a Nabal. Y ese momento él tenía un banquete en su casa, como banquete de rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre. Y estaba completamente ebrio. Por ese motivo ella no le dijo nada, hasta el siguiente día.

b. 25:37 Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió su mujer estas cosas. Y su corazón desmayó, dándole un paro cardiaco.

5. David se entera de la muerte de Nabal y envía a buscar a Abigail.

a. 25:38 Diez días después, Nabal se murió.

b. 25:39 Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó mi causa de haberme afrentado Nabal. Y ha preservado del mal a su siervo. Y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail. Para tomarla por su mujer.

c. 25:40 Y los siervos de David vinieron a Abigail en Carmel. Y hablaron con ella, diciéndole: David nos ha enviado ante ti. Para que seas su mujer.

d. 25:41 Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: Mira aquí esta tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor.

e. 25:42 Y levantando luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó en un asno. Siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.

f. 25:43 También seleccionó David a Ahinoam de Jezreel, y ambas fueron sus mujeres.

g. 25:44 Porque Saúl había dado a su hija Mical mujer de David a Palti hijo de Lais, que era de Galim.

Capítulo 26

C. Avisan a Saúl que David se esconde en Zif.

1. Los zifeos avisan a Saul que David está en el desierto de Zif.

a.      26:1 Vinieron los zifeos a Saúl en Gabaa, diciendo: ¿No está David escondido en el collado de Haquila, al oriente del desierto?

b. 26:2 Saúl entonces se levantó y descendió al desierto de Zif, llevando consigo tres mil hombres escogidos de Israel, para buscar a David en el desierto de Zif.

c. 26:3 Y acampó Saúl en el collado de Haquila, que está al oriente del desierto, junto al camino. Y estaba David en el desierto. Y entendió que Saúl le seguía en el desierto.

d. 26:4 David, por tanto, envió espías, y supo con certeza que Saúl había venido.

e. 26:5 Se levantó David, viniendo al sitio donde Saúl había acampado. Miró David el lugar donde dormían Saúl y Abner hijo de Ner, general de su ejército. Y estaba Saúl durmiendo en el campamento. Y el pueblo estaba acampado en derredor de él.

f. 26:6 Entonces David dijo a Ahimelec heteo y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl en el campamento? Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo.

g. 26:7 David, en ese momento, y Abisai fueron de noche al ejército. En ese lugar estaba Saúl tendido durmiendo en el campamento, y su lanza clavada en tierra a su cabecera. Abner y el ejército estaban tendidos alrededor de él.

2. David perdona nuevamente a Saúl.

a. 26:8 Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano. Por consiguiente, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe. Y no le daré un segundo golpe.

b. 26:9 David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?

c. 26:10 Además dijo David: Vive Jehová, que, si Jehová no lo hiriere, o su día llegue para que muera, o en una batalla perezca.

d. 26:11 Guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, la vasija de agua, y vámonos.

e. 26:12 Se llevó, en ese momento, David la lanza, la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron. Y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase. Porque todos dormían. Ya que un sueño profundo enviado de Jehová había caído sobre ellos.

f. 26:13 Entonces pasó David al lado opuesto, y se detuvo en la cumbre del monte a lo lejos, habiendo una gran distancia entre ellos.

g. 26:14 David grito al pueblo, y a Abner hijo de Ner, diciéndole: ¿No respondes, Abner? Entonces Abner respondió y dijo: ¿Quién eres tú que gritas al rey?

3. David avisa a Saúl que nuevamente no lo ha matado.

a. 26:15 Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, entonces, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey.

b. 26:16 Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que son dignos de muerte. Porque no han guardado a su señor, al ungido de Jehová. Mira, por consiguiente, dónde está la lanza del rey, y la vasija de agua que estaba a su cabecera.

c. 26:17 Conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Es mi voz, mí señor rey.

d. 26:18 Y dijo: ¿Por qué persigue así, mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué mal hay he cometido?

e. 26:19 Ruego, por tanto, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte él la ofrenda. Pero si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová. Porque me han arrojado hoy. Para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos.

f. 26:20 No caiga, por tanto, en esta hora mi sangre en tierra delante de Jehová. Porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

g. 26:21 Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más. Porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. Así que yo he hecho neciamente, y me he equivocado grandemente.

4. David enseña las pruebas y Saúl lo declara justo nuevamente.

a.      26:22 David respondió y dijo: Aquí está la lanza del rey; pase acá uno de los criados y recogela.

b. 26:23 Jehová pagué a cada uno su justicia y su lealtad. Puesto que Jehová te había entregado hoy en mi mano. Pero yo no quise atentar contra el ungido de Jehová.

c. 26:24 Por tanto, como tu vida ha sido estimada preciosa hoy a mis ojos, así sea mi vida a los ojos de Jehová, y me libre de toda aflicción.

d. 26:25 Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. En ese momento David se fue por su camino. Y Saúl se fue al suyo.

Capítulo 27

D. David pide a Aquis en Gat una tierra para vivir.  

1. David se va a tierra de los filisteos por causa de Saúl.

a. 27:1 Dijo luego David en su corazón: Al fin y al cabo, seré yo muerto algún día por la mano de Saúl. Nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos. Para que Saúl no se ocupe de mí. Y no me ande buscando más, por todo el territorio de Israel; así escaparé de su mano.

b. 27:2 Se levantó, en ese momento, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat.

c. 27:3 Moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David con sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel.

d. 27:4 Saúl se enteró de la noticia de que David había huido a Gat, y no lo buscó más.

e. 27:5 David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, dame un lugar en alguna de las aldeas. Para que habite allí. Puesto que ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?

2. Aquis refugia a David con su gente en Siglag.

a. 27:6 Y Aquis le dio aquel día a Siclag. Por lo cual Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy.

b. 27:7 Fue el número de los días que David habitó en la tierra de los filisteos, un año y cuatro meses.

c. 27:8 Subía David con sus hombres, haciendo incursiones contra los gesuritas, los gezritas y los amalecitas; porque éstos habitaban largo tiempo en la tierra, desde como quien va a Shur hasta la tierra de Egipto.

d. 27:9 Asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; llevándose las ovejas, las vacas, los asnos, los camellos, las ropas, y regresaba a Aquis.

e. 27:10 Y decía Aquis: ¿Dónde has merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá, y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos.

f. 27:11 Ni hombre, ni mujer dejaba David con vida para que viniesen a Gat. Diciendo: No sea que avisen que fuimos nosotros que lo hicimos o esto hizo David. Y esta fue su costumbre, todo el tiempo que moró en la tierra de los filisteos.

g. 27:12 Aquis creía a David, diciendo: Él se ha hecho abominable a su pueblo de Israel, y será siempre mi siervo.

Capítulo 28

E. Saúl habla con Samuel al consultar a una bruja.

1. Saúl tiene miedo de los filisteos y consulta a una adivina.

a. 28:1 Aconteció en aquellos días, que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Ten entendido que has de salir conmigo a campaña, tú y tus hombres.

b. 28:2 Y David respondió a Aquis: Muy bien, tú sabrás lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, yo te constituiré guarda de mi persona durante toda mi vida.

c. 28:3 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado. Y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Ya Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos.

d. 28:4 Se juntaron, en ese tiempo, los filisteos, vinieron y acamparon en Sunem. Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa.

e. 28:5 Cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en grandemente.

f. 28:6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

g. 28:7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscame una mujer que tenga espíritu de adivinación. Para que yo acuda a ella y por medio de ella yo pregunte. Y sus criados le respondieron: Mira hay una mujer en Endor, que tiene espíritu de adivinación.

2. Saul se disfraza para consultar a una adivina.

a. 28:8 Se disfrazó Saúl, cambiándose por otros vestidos. Y se fue con dos hombres.

Y vinieron a aquella mujer de noche. Y él le dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas aparecer a quien yo te dijere.

b. 28:9 Y la mujer le dijo: Mira tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, entonces, pones tropiezo a mi vida, para que me hagas morir?

c. 28:10 En ese momento Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que, por esto, nada malo te pasará.

d. 28:11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel.

e. 28:12 Viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo:

f. 28:13 ¿Por qué me has engañado? Puesto que tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: En este momento veo dioses que suben de la tierra.

g. 28:14 Él le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia.

3. Samuel hablo a Saúl.

a. 28:15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado. Porque los filisteos pelean contra mí. Y Dios se ha apartado de mí. Y no me responde más, ni por medio de profetas, ni por sueños. Por esto te he llamado. Para que me declares lo que tengo que hacer.

b. 28:16 Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo?

c. 28:17 Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí.  Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David.

d. 28:18 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho hoy esto.

e. 28:19 Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos. Y mañana estarás conmigo, tú y tus hijos. Y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.

f. 28:20 Entonces Saúl cayó en tierra, aunque era grande. Y tuvo gran temor por las palabras de Samuel. Y estaba sin fuerzas. Porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

g. 28:21 En ese momento la mujer se acercó a Saúl, y viéndolo turbado en grandemente, le dijo: Mira que tu sierva ha obedecido a tu voz, he arriesgado mi vida, y he oído las palabras que tú me has dicho.

4. La adivina y sus siervos convence a Saúl que como y se valla.

a. 28:22 Te ruego, pues, que tú también oigas la voz de tu sierva; pondré yo delante de ti un bocado de pan para que comas, a fin de que cobres fuerzas, y sigas tu camino.

b. 28:23 Y él rehusó diciendo: No comeré. Pero porfiaron con él sus siervos juntamente con la mujer, y él les obedeció. Se levantó, pronto del suelo, y se sentó sobre una cama.

c. d28:24 Y aquella mujer tenía en su casa un ternero engordado, el cual luego mató. Y agarro harina y la amasó. Y coció ella panes sin levadura.

d. 28:25 Lo trajo a Saúl y a sus siervos. Después de comer, se levantaron, y se fueron aquella noche.

Capítulo 29.

F. A David le impiden ir con Aquis a la guerra contra Israel.

1. Los filisteos impiden a Aquis ir con David a la guerra.

a. 29:1 Los filisteos juntaron todas sus fuerzas en Afec, e Israel acampó junto a la fuente que está en Jezreel.

b. 29:2 Y cuando los príncipes de los filisteos pasaban revista a sus compañías de a ciento y de a mil hombres. David y sus hombres iban en la retaguardia con Aquis.

c. 29:3 Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es este David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo por días y años? ¿Y no he hallado fallas en él, desde el día que está conmigo hasta hoy?

d. 29:4 Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: Despide a este hombre. Para que se vuelva al lugar que le señalaste. Y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se nos vuelva enemigo; porque ¿con qué cosa volvería mejor a la gracia de su señor que con las cabezas de estos hombres?

e. 29:5 ¿No es este David, de quien cantaban en las danzas, diciendo: Saúl hirió a sus miles, ¿Y David a sus diez miles?

f. 29:6 Y Aquis llamó a David diciéndole: Vive Jehová, que tú has sido recto. Que me ha parecido bien tu salida y tu entrada en el campamento conmigo. Y que ninguna cosa mala he hallado en ti desde el día que viniste conmigo hasta hoy. Pero a los ojos de los príncipes no agradas.

g. 129:7 Vuélvete, pues, y vete en paz, para no desagradar a los príncipes de los filisteos.

h. 29:8 Y David respondió a Aquis: ¿Qué he hecho? ¿Qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy?  ¿Para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?

2. Aquis le dice a David que se marche y no valla a la guerra.

i. 29:9 Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos me han dicho: No venga con nosotros a la batalla.

j. 29:10 Levántate, pues, en la mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo. Levántense al amanecer y marchense.

k. 29:11 Se levantó David de mañana, él y sus hombres. Para irse y volver a la tierra de los filisteos. Y los filisteos fueron a Jezreel.

Capítulo 30.

G. Cautivan a todas las mujeres y a los niños en Siclag.

1. Los amalecitas se llevan a todas las mujeres y los hijos.

a. 30:1 Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag. Habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.

b. 30:2 Se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor. Pero a nadie habían dado muerte, sino se los habían llevado al seguir su camino.

c. 30:3 Vino, en aquel tiempo David con los suyos a la ciudad. La encontraron quemada, y no estaban sus mujeres, ni sus sus hijos e hijas, se lo habían llevados cautivos.

d. 30:4 En ese momento David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

e. 30:5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también se las llevaron cautivas.

f. 30:6 Y David se angustió mucho. Porque el pueblo hablaba de apedrearlo. Puesto que todo el pueblo estaba en amargados, cada uno por sus hijos y por sus hijas. Pero David se fortaleció en Jehová su Dios.

g. 30:7 Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David.

2. Jehová responde a David sobre librar a los cautivos.

a. 30:8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

b. 30:9 Partió, en ese momento, David, él y los seiscientos hombres que estaban con él. Y llegaron hasta el torrente de Besor, donde algunos se quedaron.

c. 30:10 Y David siguió adelante con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor.

d. 30:11 Hallaron en el campo a un hombre egipcio, el cual trajeron a David, le dieron pan, comió, y le dieron a beber agua.

e. 30:12 Le dieron también un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas. Y luego que comió, volvió en él su espíritu; porque no había comido pan ni bebido agua durante tres días y tres noches.

f. 30:13 Y David le pregunto: ¿De quién tú eres, y de dónde eres? Y respondió el joven egipcio: Yo soy siervo de un amalecita, y mi amo me dejó hace tres días, porque yo estaba enfermo.

g. 30:14 Puesto que hicimos una incursión a la parte del Neguev que es de los cereteos, y de Judá. Y al Neguev de Caleb. Y pusimos fuego a Siclag.

3. David recupera a los cautivos y todo lo que le habían quitado.

a. 30:15 Le dijo David: ¿Me llevarás tú a esa tropa? Y él dijo: Júrame por Dios que no me matarás, ni me entregarás en mano de mi amo. Y yo te llevaré a esa gente.

b. 30:16 Lo llevó, en ese tiempo. Y estaban dispersados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y haciendo fiesta. Por todo aquel gran botín que habían agarrado de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá.

c. 30:17 Y los hirió David desde aquella mañana hasta la tarde del día siguiente; y no escapó de ellos ninguno, sino cuatrocientos jóvenes que montaron sobre los camellos y huyeron.

d. 30:18 Libró David todo lo que los amalecitas habían agarrado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres.

e. 30:19 Y no les faltó ninguna cosa, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían quitado; todo lo recuperó David.

f. 30:20 Agarro también David todas las ovejas y el ganado mayor; y trayéndolo todo delante, decían: Este es el botín de David.

g. 30:21 Regreso David a los doscientos hombres que habían quedado cansados y no habían podido seguir a David. A los cuales ellos le dijeron que se quedaran en el torrente de Besor. Y ellos salieron a recibir a David. Y al pueblo que con él estaba. Y cuando David llegó, la gente les saludó con paz.

4. Los hombres malos y perversos no querían compartir el botín.

a. 30:22 Por otro lado, todos los malos y perversos de entre los que habían ido con David. Le reprocharon, porque no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos. Que los agarren y se vayan.

b. 30:23 David les dijo: No hagan eso, mis hermanos, de lo que nos ha dado Jehová, quien nos ha guardado, y ha entregado en nuestra mano a los merodeadores que vinieron contra nosotros.

c. 30:24 ¿Y quién los escuchará en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el equipaje; les tocará parte igual.

5. David envía del botín a los ancianos de Judá.

a. 30:25 Desde aquel día en adelante fue esto por ley y ordenanza en Israel, hasta hoy.

b. 30:26 Y cuando David llegó a Siclag, envió del botín a los ancianos de Judá, sus amigos, diciendo: Les envió un presente para ustedes del botín de los enemigos de Jehová.

c. 30:27 Lo envió a los que estaban en Bet-el, en Ramot del Neguev, en Jatir,

d. 30:28 En Aroer, en Sifmot, en Estemoa,

e. 30:29 En Racal, en las ciudades de Jerameel, en las ciudades del ceneo,

f. 30:30 En Horma, en Corasán, en Atac,

g. 30:31 En Hebrón, y en todos los lugares donde David había estado con sus hombres.

Capítulo 31.

H. Muerte de Saúl y de sus hijos.

1. Los filisteos matan a los hijos de Saúl y lo hieren a él.

a. 31:1 Los filisteos, entre tanto, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos. Y cayeron muertos en el monte de Gilboa.

b. 31:2 Siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos. Mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.

c. 31:3 Y la batalla contra Saúl cobro fuerza, las flechas le alcanzaron y tuvo gran temor de ellos.

d. 31:4 En ese momento dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella. Para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen. Y se burlen de mí. Pero su escudero no quería. Porque tenía gran temor. En ese instante agarro Saúl su propia espada y se echó sobre ella.

e. 31:5 Viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.

f. 31:6 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, su escudero, y todos sus varones.

g. 31:7 Los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán. Mirando que Israel había huido, que Saúl y sus hijos había muertos. Dejaron las ciudades y huyeron. Los filisteos fueron y habitaron en ellas.

I. Los Filisteos colocan a Saúl y sus hijos como trofeo de Guerra.

1. Los filisteos se enteran que matan a Saul y a sus hijos.

a. 31:8 Aconteció al siguiente día, que, viniendo los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa.

b. 31:9 Le cortaron la cabeza, y le despojaron de las armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos. Para que llevaron las buenas noticias al templo de sus ídolos y al pueblo.

c. 31:10 Colocaron sus armas en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán.

2. Los de Jabes de Galaad llevan a sepultar a Saúl y sus hijos.

a. 31:11 Pero oyendo los de Jabes de Galaad esto que los filisteos hicieron a Saúl,

b. 31:12 Todos los hombres valientes se levantaron, anduvieron toda aquella noche, quitaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán. Y viniendo a Jabes, los quemaron allí.

c. 31:13 Tomando sus huesos, los sepultaron debajo de un árbol en Jabes, y ayunaron siete días.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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