Capítulo 1
I. Israel estuvo 40 años en el
desierto de Horeb a Moab.
A. Se anuncia la ley a la nueva generación en Moab.
1. Salieron de Horeb y
llegaron a Moab.
a. 1:1 Moisés habló al pueblo, en un lugar situado en
este lado del Jordán en el desierto. El lugar estaba ubicado en Arabá, frente
al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.
b. 1:2 Ubicado a una distancia de 11 días, desde Horeb, camino al monte
de Seir, hasta Cades-Barnea.
2. Salen de Egipto y
permanecen 40 años en el desierto.
a. 1:3
Después que salen de Egipto. El pueblo de Israel estuvo 40 años en el desierto.
Sucedió que, en el día, del primero del mes undécimo. Moisés les habló a los
hijos de Israel, confirmando todas las palabras que Jehová, les había ordenado
a ellos.
3. Decide
anunciar la ley a esta nueva generación en Moab.
a. 1:4
Después de derrotar: a Sehón rey de los amorreos, habitantes de Hesbón, y Og
rey de Basán, habitantes de Astarot en Edrei.
b. 1:5 En la tierra de Moab, de este lado del Jordán,
resolvió Moisés anunciarle la ley, a esta nueva generación.
B. Dios les da la orden de poseer
la tierra en Horeb.
1. Primero
Dios nos ordena poseer la tierra prometida.
a. 1:6 Moisés
comienza hablándoles. Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb diciendo: han
estado bastante tiempo en este monte.
b. 1:7 Vallan al monte del
amorreo y a todas sus comarcas, en Arabá, en el monte, en los valles, en el
Neguev. Y junto a la costa del Mar, a la tierra del cananeo. Y al Líbano, hasta
el gran río, el río Éufrates.
c. 1:8 Miren. Yo les he
entregado la tierra. Entren y posean la tierra, que Jehová les aseguró a sus
padres, Abraham, Isaac y Jacob. Que se las daría a ellos y a sus descendencias
después de ellos.
2. Moisés
les explica que el solo no podía llevar la carga.
a. 1:9 Anteriormente
les había hablado, que yo no podría solo, llevarlos a poseer la tierra.
b. 1:10 Jehová los ha
multiplicado, y hoy son ustedes como las estrellas del cielo en multitud.
c. 1:11 Jehová Dios de sus
padres, los siga multiplicando mil veces más y los bendiga como él ha
prometido.
3. Moisés
constituye jefes y gobernadores de las tribus.
a. 1:12 Me pregunté ¿Cómo
llevaré yo solo todas sus molestias, cargas y pleitos?
b. 1:13 Escojan y tráiganme de ustedes,
para colocarlos como jefes de ustedes, a varones sabios, entendidos y
expertos.
c. 1:14 Ustedes me habían dicho
que era buena idea, colocar jefe entre las tribus.
d. 1:15 Les escogí a los
príncipes de sus tribus. Varones sabios y expertos. Les encargué a ser jefes y
gobernadores, de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, de sus tribus.
e. 1:16 Mande a sus jueces, que oigan,
juzguen entre el hombre, su hermano, y extranjeros.
f. 1:17 Igual les mande, no
hiciesen distinción de personas en el juicio. Sin distinción entre pequeños y
grandes, oirás a todos, sin temer a ninguno. Porque el juicio es de Dios. Si
alguna causa fuese difícil, podrían traela ante mí. Y yo lo oiré.
g. 1:18 Así aquella vez, les
mande, todo lo que ustedes deben hacer.
4. Desalientan
a Israel para no poseer la tierra.
a. 1:19 Salimos
de Horeb, recorrimos todo ese grande y terrible desierto, que ustedes vieron. Por
el camino del monte del amorreo hasta Cades-Barnea, como nos mandó Dios.
b. 1:20 Les dije: hemos llegado
al monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da.
c. 1:21 Mira, Jehová tu Dios te
ha entregado la tierra. Vallan y tomen posesión de ella. Como Jehová Dios de
tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.
d. 1.22 Todos ustedes, vinieron
y me pidieron, enviar varones para reconocer la tierra. De esta forma, así poder
saber el camino por donde iremos y vean las ciudades donde llegaremos.
e. 1:23 Me pareció bien esto, y escogí
a 12 varones entre ustedes, uno por cada tribu.
5. Los
espías desalientan al pueblo y el pueblo murmuro.
a. 1:24 Se
fueron y subieron al monte, llegaron hasta el valle Escol, y recorrieron la
tierra.
b. 1:25 Recogieron frutos del
país, lo trajeron, y nos contaron, diciéndonos: la tierra es buena. La que
Jehová nuestro Dios nos da.
c. 1:26 Sin embargo, no quisiste
subir, sino fuiste rebeldes al mandato de nuestro Dios.
d. 1:27 Murmuraron estando en su
carpa, diciendo: Porque Jehová nos aborrece. Nos sacó, de la tierra de Egipto. Para
entregarnos en manos del amorreo. Para destruirnos.
e. 1:28 ¿Cómo iremos? Si nos han
atemorizado. Porque dijeron son muchos. Ellos son más altos que nosotros. Las
ciudades son grandes y amuralladas hasta el cielo. Allí vimos a los hijos de
Anac. Núm. 32:9.
6.
Moisés le habla y los alienta a poseer la tierra.
a. 1:29 Les dije: que no teman,
ni tengan miedo de ellos.
b. 1:30 Porque, Jehová su Dios,
va delante de ustedes, él peleará por ustedes, así como hizo en Egipto, delante
de ustedes.
c. 1:31 Ustedes han visto como él,
Jehová su Dios les dirige, ¡como un hombre trae a su hijo! Por todo este camino
que has pasado, hasta este lugar.
d. 1:32 Con todo esto, ustedes no
le han creído a Jehová su Dios.
e. 1:33 Él iba delante guiándonos,
por todo el camino. Para llevarnos a el lugar donde íbanos a acampar. Con fuego
de noche. Para mostrarnos el camino por donde íbamos. También nos guio, con
nube de día.
7. Jehová
les advierte que esta generación, no verá la tierra.
a. 1:34 Jehová
oyó la voz de sus palabras, y se enojó.
b. 1:35 Juro
diciendo: Esta mala generación no verá la tierra, que les jure dar a sus
padres.
8. Solo Josué y Caleb verán
la tierra y se las repartirán.
a. 1:36 Excepto Caleb hijo de
Jefone. Él la verá, y él dará la tierra que
pisó, a sus hijos; por haber fielmente seguido a Jehová.
9.
Dios se enojó contra Moisés y le pide animar a Josué.
a. 1:37 También, por ustedes, contra
mí, se enojó Jehová y me dijo: tú tampoco entrarás en esta tierra.
b. 1:38 Anima a Josué hijo de
Nun, el cual te sirve, él les entregará la tierra en herencia.
10.
Jehová les dice que sus hijos heredaran la tierra.
a. 1:39 Sus
hijos heredaran la tierra, aquellos que ustedes dijeron que servirían de botín.
Ellos que no saben ni el bien y el mal, ellos heredaran la tierra que yo les
daré.
b. 1:40 Pero ustedes se volverán
al desierto, por el camino del Mar Rojo.
11. Dios
no estaba con ellos por no obedecer y son derrotados.
a. 1:41 Moisés
les dice que ellos respondieron diciendo: hemos pecado, nos armaremos, iremos y
pelearemos.
b. 1:42 Pero Dios le dijo: que
no fueran. Porque no estoy con ellos, y serán derrotados.
c. 1:43 Pero ustedes
persistieron, con altivez, y rebeldía al mandato de Jehová. Y subieron al monte.
d. 1:44 Y salió el amorreo, que
habitaba en aquel monte. Y los persiguieron derrotándolos.
e. 1:45 Volvieron y lloraron
delante de Dios. Pero no los escuchó, ni les prestó atención.
12.
Por mucho tiempo permanecen en Cades.
f. Estuvieron en Cades, por
mucho tiempo. 1:46
Capítulo 2
C. Dios les vuelve a ordenar a poseer
la tierra y los alienta.
1. Ordena irse al Monte de
Seir pero sin molestar a Esaú.
a. 2:1 Pasaron mucho tiempo en
el desierto, camino del Mar rojo. Como Dios había dicho, rodeando al Monte de
Seir.
b. 2:2 Dios les habló.
c. 2:3 Les
dijo: Ya has rodeado este monte bastante tiempo, vete al norte.
d. 2:4 Di
le al pueblo, pasen por el territorio de sus hermanos los hijos de Esaú. Ellos
tendrán miedo de ustedes. Pero guárdense mucho de ellos.
e. 2:5 Sin
meterse con ellos. Porque no les daré la tierra, que les di a ellos, el monte
de Seir.
f. 2:6 Le comprarán con dinero a
ellos, alimentos y agua. Coman y beban.
g. 2:7 Así que Jehová tu Dios,
te ha bendecido con toda la obra de tus manos. Él sabe lo que necesitás en este
desierto y está contigo. Nada te ha faltado en estos 40 años.
2. Jehová les da el ejemplo de
Moab y Edom.
a. 2:8 Nos alejamos de las
tierras de los hijos de Esaú nuestro hermano, que habitaban en Seir. Por el
camino del Arabá, desde Elat y Ezión Guéber. Nos volvimos y pasamos por el
camino del desierto de Moab
b. 2:9 En ese tiempo, Jehová me dijo:
No molesten a Moab, ni le hagas guerra. Porque no les daré su posesión. Porque
se las di a Ar por heredad, a los hijos de Lot.
c. 2:10-11 Los hijos de Esaú
conquistaron la tierra de los emitas y los horeos. A pesar de ser un pueblo
grande y numeroso. Y alto como los hijos de Anac. También los
emitas eran tenidos por gigantes,
como los hijos de Anac. Antes de Edom, los emitas fueron derrotados por los
moabitas. Pero
Edom los destruyó y poseyó su tierra, la de Seir. Gen 14:5-6.
d. 2:12 Edom habitó la tierra de
Seir, después de destruirlos. Eso que eran altos y gigantes, así deberían hacer
ustedes, con la tierra que les doy. Gen 36:8
3. La
generación de hombres de guerra murió en el desierto.
a. 2:13 Nos dijo: Váyanse y pasen
el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered.
b. 2:14 Pasaron
38 años desde Cades Barnea, hasta cuando pasamos el arroyo de Zered. Hasta que se acabó toda la generación de hombres de guerra, como
Jehová había jurado.
c. 2:15 Estos fueron destruidos,
acabados por la mano de Dios, sobre ellos de en medio del campamento.
4. El
ejemplo de posesión de la Tierra de Lot, Edom y filisteos.
a. 2:16 Después que murieron todos estos hombres
de guerra entre el pueblo.
b. 2:17 Jehová habla a Moisés.
b. 2:18 Diciéndole: Tú pasarás hoy por el
territorio de Moab, a Ar.
c. 2:19 Pero
cuando se acerquen a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con
ellos. Porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón. Puesto que
a los hijos de Lot la he dado por heredad.
d. 2:20 Esta tierra era tenida por tierra
de gigantes, y era un pueblo muy numeroso, así como el de Anac. Los
amonitas lo llamaron zomzomeos.
e. 2:21 Eran altos como los
hijos de Anac. Pero fueron derrotados por Jehová, delante de los amonitas. Y
estos pasaron a poseer sus tierras. Fueron entregadas a los descendientes de
Lot. Los amonitas.
f. 2:22 Como fueron derrotados
por Jehová delante de ellos los horeos, entre otros, a quien ellos temían. Y
habitaron en su lugar, los descendientes de Esaú. En la tierra de Seir.
g. 2:23. También los filisteos,
que habían venido de Creta, mataron a los heveos de las aldeas cercanas a Gaza,
y se quedaron con la tierra.
5. Dios
los alienta para que posean la tierra.
a. 2:24 Así Jehová va hacer con
ustedes. Así que ánimo. Levántense, salgan, y pasen el arroyo de Arnón. He entregado
en su mano a Sehón rey de Habón, y a su tierra. Comiencen a tomar posesión de
ella, y entren en guerra con él.
D. Jehová comienza a entregarles
la tierra.
1. Plan
de Jehová para entregarle la tierra.
a. 2:25 Comenzaré a colocar tu temor y tú
espanto, sobre los pueblos debajo de todo el cielo. Los cuales oirán tu fama, y
temblarán. Y se angustiaran delante de ti.
c. 2:26 Envíen mensajes de paz,
a Sehón rey de Hesbón, amorreo.
d. 2:27. Diciéndole: Pasaré por
tu tierra, por el camino iré derecho, sin apartarme del.
e. 2:28 Me venderás la comida y
el agua por dinero. Pasaré a pies, comeré, beberé y seguiré.
f. 2:29 Así como hicieron los
hijos de Esaú, que habitan en Seir y los Moabitas en Ar. Hasta cruzar el Jordán
y llegar a la tierra. Así deben hacer ustedes.
g. 2:30 Pero Sehón, no lo
permitió. Porque Jehová lo endureció, y lo entregó hasta hoy en tu mano.
2. La
tierra del rey Sehón conquistada.
a. 2:31 He
comenzado a entregarle la tierra; comienza a repartirla. Para que la heredes.
b. 2:32 Nos salió Sehón al
encuentro, él y todo el pueblo. Para pelear con Jahaza.
c. 2:33 Jehová lo enfrentó y nos
lo entrego. Y lo derrotamos a él, a sus hijos. Y a todo el pueblo.
d. 2:34 Destruimos sin dejar
ninguna de las ciudades, pueblos, hombres, mujeres y niños.
e. 2:35 Solamente agarramos sus
ganados para nosotros, despojándolos de las ciudades.
f. 2:36 No hubo ciudad que
escapara de las manos de Israel, todo lo entregó en sus manos. Desde Aroer, que
está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle,
hasta Galaad.
g. 2:37 Solamente
las ciudades que Jehová nuestro Dios, nos prohibió no poseer, la dejamos. Las
de los hijos de Amón, ni a las de la orilla del arroyo de Jacob y ni las del
monte. Ni ningún lugar que Jehová prohibió.
Capítulo 3
E. Moisés conquista a la tierra de los
reyes Og y Sehón.
1.
Le da victoria sobre Og rey de Basán y Sehón rey de Hesbón.
a. 3:1
Cuando volvimos, por camino de Basán, nos salió al encuentro Og rey de Basán,
para pelear, y con él todo su pueblo, en Edrei.
b. 3:2 Me dijo Jehová: No tengas
temor de él. Porque en tu mano lo he entregado, todo su pueblo y su tierra. Y
harás con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en Hesbón.
c. 3:3 Jehová nuestro Dios
entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual
derrotamos hasta acabar con todos.
d. 3:4 Poseímos en ese momento,
todas sus ciudades. No quedó ciudad que poseyéremos. Sesenta ciudades, toda la
tierra de Argob, del reino de Og en Basán.
e. 3:5 Todas estas eran ciudades
fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas
ciudades sin muro.
f. 3:6 Las destruimos, como
hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y
niños.
g. 3:7 Obtuvimos para nosotros
todo el ganado, y el botín de las ciudades.
2.
Obtuvieron la victoria de otras ciudades del reino de Og.
a. 3:8-9 También poseímos en
aquel tiempo, la tierra desde el arroyo de Arnón, hasta el monte de Hermón. Llamado
también Sirión y Senir. Por los sidonios y amorreos, de las manos de los dos
reyes amorreos, que estaban a este lado del Jordán.
b. 3:10 Igual todas las ciudades
de la llanura, todo Galaad, todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino
de Og, en Basán.
c. 3:11 Porque únicamente Og rey
de Basán, había quedado del resto de los gigantes. La cama de Og, era una cama
de hierro. La cama de Og, está en Rabá de los hijos de Amón. La longitud de
ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un
hombre.
F. Se comienza a repartir la
tierra.
1. El
reparto de la tierra se le dio a Rubén, Gad y Manases.
a. 3:12 Esta tierra que
heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la
mitad del monte de Galaad con sus ciudades, la di a los rubenitas y a los
gaditas.
b. 3:13 El resto de Galaad, y
todo Basán, del reino de Og, toda la tierra de Argob, que se llamaba la tierra
de los gigantes, lo di a la media tribu de Manasés.
c. 3:14 Jair hijo de Manasés, tomó
posesión de toda la tierra de Argob, hasta el límite con Gesur y Maaca. La
llamó por su nombre, Basán-havot-jair, hasta el día de hoy.
d. 3:15 Galaad se lo di a
Maquir.
e. 3:16 A los rubenitas y
gaditas les di, desde Galaad hasta el arroyo de Arnón, teniendo por límite el
medio del valle, hasta el arroyo de Jaboc, el cual es límite de los hijos de
Amón.
f. 3:17 También el Arabá, con el
Jordán como límite desde Cineret, hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al pie
de las laderas del Pisga al oriente.
2. Igual irán a la guerra, Rubén, Gad y
Manases.
a. 3:18 Entre tanto, les mandé, diciéndoles:
Jehová nuestro Dios nos ha dado esta tierra por heredad. Pero irán armados,
todos los valientes delante de sus hermanos, los hijos de Israel.
b. 3:19 Por ser ustedes muchos,
solamente sus mujeres, hijos y ganados, quedarán en las ciudades que le he dado.
c. Hasta que Jehová les dé
reposo a nuestros hermanos, así como a nosotros, y hereden ellos también la
tierra que Jehová nuestro Dios les da, al otro lado del Jordán. Por tanto, después
ellos se volverán cada uno a su heredad, que yo les he dado. 3:20
G. Dios no le permite a Moisés pasar a Canaán.
1.
Moisés ordena a Josué, Dios le entregará la tierra.
a. 3:21 Ordené también a Josué
en aquel tiempo, diciéndole: Tus ojos vieron todo lo que Jehová nuestro Dios,
ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová con todos los reinos, a los
cuales pasaras tú.
b. 3:22 No le temas; porque
Jehová nuestro Dios, él es el que pelea por nosotros.
2. Su
oración y el enojo de Dios, con él, a causa de ellos.
a. 3:23 Ore a Jehová en aquel
tiempo.
b. 3:24 Jehová, tú has comenzado
a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa. Porque, ¿qué Dios hay en
el cielo, ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas?
c. 3:25 Te ruego que yo pase, y
vea aquella tierra buena, que está más allá del Jordán. Aquel buen monte, y el
Líbano.
d. 3:26 Pero Jehová se había
enojado contra mí, a causa de ustedes. Por lo cual no me escuchó. Y me dijo
Jehová: Basta, no me hables más de este asunto.
3.
Jehová encomienda a Moisés, que aliente a Josué.
a. 3:27 Sube a la cumbre del
Pisga y alza tus ojos al oeste, al norte, al sur, al este. Mira con tus propios
ojos; porque no pasarás el Jordán.
b. 3:28 Manda a Josué, anímalo, y
fortalécelo; porque él pasará delante de este pueblo. Y la tierra que verás, él
se las dará en heredad.
c. 3:29 Nos detuvimos en el
valle delante de Bet-peor.
Capítulo 4
II. Dios les advierte en Horeb guardar
y enseñar su pacto.
A. Guardar y enseñar a su pueblo el pacto
de Dios con Israel.
1. Sin
añadir ni quitar nada de este pacto.
a. 4:1 Atiende, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo les
enseño. Para que los ejecutes, vivas, y entrés a poseer la tierra, que les da Jehová,
Dios de sus padres.
b. 4:2 No añadirás a la palabra
que yo les mando, ni quitaras de ella. Para que guarden los mandamientos de
Jehová nuestro Dios, que yo les ordeno.
2.
Cumplir los estatutos y decretos de la ley para que vivan.
a. 4:3 Nuestros ojos vieron lo
que hizo Jehová, con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue tras de
Baal-peor, lo destruyó de en medio de ti, Jehová tu Dios.
b. 4:4 Pero a ustedes que siguieron
a Jehová nuestro Dios, todos hoy están vivos.
c. 4:5 Miren, yo les he enseñado
estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó. Para que lo cumplan en medio
de la tierra, en la cual entras. Para tomar posesión de ella.
B. El pacto representa la
sabiduría e inteligencia a los pueblos.
1.
Israel debe guardar de hacer el pacto de Dios.
a. 4:6 Guardalos, y háganlo por
obra. Porque esta es nuestra sabiduría y nuestra inteligencia que verán los
pueblos. Los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente esta es
una nación grande es un pueblo sabio y entendido.
b. 4:7 Porque ¿qué nación grande
hay que tenga dioses tan cercanos a ellos, como lo está, de Jehová nuestro Dios,
en todo cuanto le pedimos?
c. 4:8 ¿Qué nación grande hay
que tenga estatutos y juicios justos? Como es toda esta ley, que yo pongo hoy
delante de ustedes.
2.
Guarda, enseña los mandamientos, la ley, estatutos y decretos.
a. 4:9 Por tanto, guárdate, y
guarda tu alma con diligencia. Para que no te olvides de las cosas que tus ojos
han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien,
las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
b. 4:10 El día que estuviste
delante de Jehová tu Dios en Horeb. Cuando Jehová me dijo: Reúname al pueblo. Para
que oigan mis palabras, las cuales aprenderán. Para que me teman todos los días,
que vivan sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos.
3. En el
monte de Horeb les anunció su pacto con Israel.
a. 4:11 Ese día se acercaron y
se colocaron al pie del monte. El monte ardía en fuego hasta en medio de los
cielos con tinieblas, nube y oscuridad.
b. 4:12 Jehová habló con ustedes
de en medio del fuego; oíste la voz de sus palabras. Pero ninguna figura
vistes, con la excepción de oír su voz.
c. 4:13 Él les anunció su pacto,
el cual les mandó a hacer por obra; los diez mandamientos. Y los escribió en
dos tablas de piedra.
4. Ordenó
enseñarles los mandamientos y la ley del pacto.
a.
4:14 A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que les enseñase los
estatutos y juicios. Para que los hagan por obra. En la tierra a la cual, pasan
a tomar posesión de ella.
C. Le ordena rigurosamente a no
hacer imagen.
1. Le ordena a no hacer
imagen, ni de él, ni de ninguno.
a. 4:15 Guarden, mucho sus almas.
Porque ninguna figura vimos, el día que Jehová habló con nosotros de en medio
del fuego.
c. 4:16 Para que no se corrompan
y hagan para ustedes escultura, alguna imagen de figura, efigie de varón o
hembra.
d. 4:17 Alguna figura de animal
que está en la tierra, alguna figura de ave alada que vuele por el aire.
e. 4:18 Ninguna figura de animal
que se arrastre sobre la tierra, alguna figura de pez que haya en el agua
debajo de la tierra.
2. Le
advierte a no inclinarse a los ejércitos de los cielos.
a. 4:19 No sea que, viendo hacia
el cielo, adores lo que ves. Viendo el sol, la luna y las estrellas. Y todo el
ejército del cielo, seas impulsado, a inclinarte a ellos. Te inclines y les
sirvas. Porque Jehová tu Dios, los ha dado a todos los pueblos debajo de todos
los cielos.
c. 4:20 Pero a nosotros Jehová
nos escogió, y nos ha sacado del horno de hierro, de Egipto; Para que seamos el
pueblo de su herencia, como en este día.
D. Jehová se enojó porque los hijos de
Israel no le creyeron.
1. Moisés
dice que su enojo fue por causa de ellos, no creerle.
a. 4:21 Jehová se enojó contra
mí, por causa de ustedes, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la
buena tierra, que Jehová tu Dios te da por herencia. 3:26.
b. 4:22 Así que yo voy a morir
en esta tierra. Y no pasaré el Jordán. Pero ustedes pasarán, y poseerán aquella
tierra buena.
E.
Moisés les advierte lo que sucederá si se olvidan del pacto.
1. No
hagan imagen, Dios es celoso y fuego consumidor.
a. 4:23 Guárdense, no se olviden
del pacto de Jehová nuestro Dios, que él estableció con nosotros, y no hagan
escultura o imagen de ninguna cosa, que Jehová tu Dios te ha prohibido.
b. 4:24 Porque Jehová tu Dios es
fuego consumidor, es Dios celoso.
2.
Si no cumplen el pacto, no estarán eternamente en la tierra.
a. 4:25 Cuando hayan engendrado
hijos y nietos. Y hayan envejecido en la tierra, si se corrompen e hicieran
escultura o imagen de cualquier cosa, e hicieran lo malo ante los ojos de
Jehová su Dios, para enojarlo.
b. 4:26 Yo pongo hoy por
testigos al cielo y a la tierra. Que pronto perecerán totalmente de la tierra
hacia la cual pasan el Jordán. Para tomar posesión de ella; no estarás en ella
por la eternidad, sin que sean destruidos.
3. Habrá una diáspora pequeña, en todas las
naciones.
b. 4:27 Jehová los esparcirá
entre los pueblos. Y quedaran pocos, en el número de ustedes, entre las
naciones, a las cuales los llevará Jehová.
4.
Busquen a Jehová de todo corazón, para ser oídos.
a. 4:28 Servirán allí a dioses,
hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen,
ni huelen.
b. 4:29 Pero si desde allí
buscaras a Jehová tú Dios, lo hallarán, si lo buscaras de todo tu corazón y de
toda tu alma.
c. 4:30 Cuando estuvieras en
angustia, y te alcancen todas estas cosas, si en los postreros días te
volvieres a Jehová tu Dios. Y oyes su voz.
d. 4:31 Porque Dios
misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará
del pacto que les juró a tus padres.
F. Dios escogió a los hijos de Israel y
les mostro su gloria.
1. Moisés les afirma, ellos han
visto la grandeza de Dios.
a. 4:32 Porque, pregunta ahora,
si en los tiempos pasados, que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios
al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro, se ha hecho
cosa semejante, a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella.
b. 4:33 ¿Ha oído pueblo alguno
la voz de Dios, hablando de en medio del fuego? Como tú la has oído, sin ver
nada.
c. 4:34 ¿O ha intentado Dios
venir a escoger, para él, una nación de en medio de otra nación? Como lo ha
hecho. Con pruebas, con señales, con milagros, con guerra, su mano poderosa y
su brazo extendido. Y hechos aterradores. Como todo lo que hizo con nosotros,
Jehová nuestro Dios en Egipto, ante tus ojos.
d. 4:35 A ti te fue mostrado,
para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él.
e. 4:36 Desde los cielos te hizo
oír su voz. Para enseñarte. Sobre la tierra te mostró su gran fuego. Y has oído
sus palabras de en medio del fuego.
2.
Moisés les afirma que fue por amor a ellos.
a. 4:37 Por cuanto él amó a sus
padres, escogió a su descendencia, después de ellos, te sacó de Egipto, con su
presencia y con su gran poder.
b. 4:38 Para echar de delante de
tu presencia a naciones grandes y más fuertes que tú. Para introducirte y darte
su tierra por herencia. Como lo es hoy.
c. 4:39 Aprende, por tanto, hoy,
reflexiona en tu corazón, que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la
tierra. Y no hay otro como él. Jo 2:11
3.
Moisés les vuelve a decir que guarden su pacto.
a. 4:40 Guarda sus estatutos y
sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy. Para que te vaya bien a ti y a
tus hijos después de ti. Y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu
Dios te da para siempre.
G. Ordena ciudades de refugio para
salvarse del vengador.
1. Apartó
tres ciudades, de refugio de este lado del jordán.
a. 4:41 Moisés apartó tres
ciudades a este lado del Jordán, al nacimiento del sol.
b. 4:42 Para que huyese allí el
homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con
él nunca antes; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida.
c. 4:43 Berser en el desierto,
en tierra de la llanura, para los rubenitas. Ramot en Galaad, para los gaditas,
y Golán en Basán, para los de Manasés.
III. Moisés enseña el pacto que
Dios hizo en el monte de Horeb.
A. Pronuncia el pacto a la nueva
generación de Israel.
1. La
ley fue dada por Dios cuando salieron de Egipto.
a. 4:44 Esta, es la ley, que les
pronunció Moisés delante de los hijos de Israel.
b. 4:45 Estos son los
testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moisés a los hijos de Israel,
cuando salieron de Egipto.
c. 4:46 Se las dijo, a este lado
del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los
amorreos que habitaba en Hesbón, al cual derrotó Moisés con los hijos de
Israel, cuando salieron de Egipto.
d. 4:47 Poseyeron su tierra, en
la tierra de Og rey de Basán. Dos reyes de los amorreos que estaban al oriente,
de este lado del Jordán.
e. 4:48 Desde Aroer, que está
junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón.
f. 4:49 Todo el Arabá de este
lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del
Pisga.
Capítulo 5
B. Les enseño el pacto que
Dios hizo con los hijos de Israel.
1.
El pacto que Dios hizo con ellos en Horeb.
a. 5:1 Llamó Moisés a todo
Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos, decretos que yo pronuncio hoy en
sus oídos. Apréndelos, y guardalos. Para cumplirlos por obra.
b. 5:2 Jehová nuestro Dios hizo
pacto con nosotros en Horeb.
c. 5:3 No con nuestros padres
hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí, hoy
vivos.
2. Les
hablo cara a cara en el monte, en medio del fuego.
a. 5:4 Cara a cara habló Jehová,
con nosotros en el monte de en medio del fuego.
b. 5:5 Yo estaba en esa ocasión,
entre Jehová y ustedes. Para declararles la palabra de Jehová. Porque ustedes
tuvieron temor del fuego, y no subiste al monte.
c. 5:6 Les dijo: Yo soy Jehová
tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
C. Jehová escribió los mandamientos en
tablas con su dedo.
1.
Los mandamientos escritos en el libro de Éxodo.
a. 5:7 No tendrás dioses ajenos
delante de mí. Ex cap. 20:7-17.
b. 5:8 No harás para ti
escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
c. 5:9 No te inclinarás a ellas
ni les servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen.
d. 5:10 Que hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
e. 5:11 No tomarás el nombre de
Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su
nombre en vano.
f. 5:12 Guardarás el día de
reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.
g. 5:13 Trabajarás seis días, y
harás toda tu obra.
h. 5:14 Pero el séptimo día es
reposo a Jehová tú Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el
extranjero que está dentro de tus puertas. Para que descanse tu siervo y tu
sierva como tú.
i. 5:15 Acuérdate que fuiste
siervo en tierra de Egipto. Que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte
y brazo extendido. Por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día
de reposo.
j. 5:16 Honra a tu padre y a tu
madre, como Jehová tu Dios te ha mandado. Para que sean prolongados tus días. Para
que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
k. 5:17 No matarás.
l. 5:18 No cometerás adulterio.
m. 5:19 No hurtarás.
n. 5:20 No dirás falso
testimonio contra tu prójimo.
o. 5:21 No codiciarás la mujer
de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo,
ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
D. El pueblo vio su gloria y su grandeza.
1.
Escribió los mandamientos en dos tablas de piedra.
a. 5:22 Estas palabras habló
Jehová a toda la congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y
de la oscuridad, en voz alta. Solo hablo estas palabras. Y las escribió en dos
tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
2.
Ustedes piden a Moisés oír a Dios y luego les hable a ellos.
a. 5:23 Aconteció, que cuando
ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas. Vistes el monte que ardía
en fuego, acudieron a mí, todos los príncipes de sus tribus, y sus ancianos.
b. 5:24 Dijiste: Mira Jehová
nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza. Hemos oído su voz de en
medio del fuego. Hoy hemos visto que Jehová habla al hombre. Y éste aún vive.
c. 5:25 En consecuencia, vamos a
morir. Porque este gran fuego nos consumirá. Porque si nosotros oímos otra vez
la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos.
d. 5:26 Porque ¿qué es el hombre?
¿Para qué oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como
nosotros la oímos, ¿y aún viva?
e. 5:27 Acércate tú, y oye todas
las cosas que te diga Jehová nuestro Dios; tú nos dirás todo lo que Jehová
nuestro Dios te dijese, nosotros oiremos y haremos.
3.
Dios le parece bien y desea que el pueblo le tema.
a. 5:28 Oyó Jehová la voz de
vuestras palabras cuando me hablabas, y me dijo Jehová: He oído la voz de las
palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han
dicho.
b. 5:29 ¡Quién diera que
tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis
mandamientos! Para que, a ellos y a sus hijos, ¡les fuese bien para siempre!
4.
Jehová le da los mandamientos para que lo cumplan.
a. 5:30 Ve y diles: Vuelvan a sus
carpas.
b. 5:31 Tú quédate aquí conmigo,
te diré todos los mandamientos, estatutos y decretos que les enseñarás, a fin
de que los cumplan, en la tierra que yo les doy por posesión.
c. 5:32 Mira, por tanto, que hagan
como Jehová su Dios, les ha mandado; no se aparten ni a diestra ni a siniestra.
d. 5:33 Anden en todo el camino
que Jehová su Dios les ha mandado. Para que vivás y les vaya bien. Y tengan
largos días en la tierra que han de poseer.
Capítulo 6
E. Le explica los mandamientos estatutos
y decretos.
1.
Para que les valla bien en la tierra que Dios les da.
a. 6:1 Estos, por tanto, son los
mandamientos, estatutos y decretos que Jehová su Dios mandó, que les enseñase. Para
que los cumplan, en la tierra a la cual pasan ustedes, para poseerla.
b. 6:2 Para que temas a Jehová
tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando. Tú,
tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida. Para que tus días
sean prolongados.
c. 6:3 Oye, por consiguiente, oh
Israel, cuida de obedecerlos. Cúmplelos, para que te vaya bien en la tierra que
fluye leche y miel. Y se multipliquen, como te ha dicho Jehová el Dios de tus
padres.
2.
Dios es uno y lo debes amar.
a. 6:4 Oye, Israel: Jehová
nuestro Dios, Jehová uno es.
b. 6:5 Amarás a Jehová tu Dios
de todo tu corazón, de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
c. 6:6 Estas palabras que hoy yo
te mando, estarán sobre tu corazón.
3.
Debes enseñar a tus hijos repitiéndoles estos mandamientos.
a. 6:7 Las repetirás a tus
hijos, hablarás de ellas estando en tu casa, andando por el camino, al
acostarte, y cuando te levantes.
b. 6:8 Las atarás como una señal
en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.
c. 6:9 Las escribirás en los
postes de tu casa, y en tus puertas.
4.
Cuando entres en la tierra, cuídate de no olvidarte de Dios.
a. 6:10 Cuando Jehová tu Dios,
te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jaco,
que te daría. En ciudades grandes y buenas que tú no edificaste.
b. 6:11 Casas llenas de todo
bien, que tú no llenaste, cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares
que no plantaste. Luego que comas y te sacies.
c. 6:12 Cuídate de no olvidarte
de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
5.
Solo a Dios temerás y al solo servirás.
a. 6:13 A Jehová tu Dios
temerás, a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
b. 6:14 No andarás siguiendo a
dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos.
c. 6:15 Porque el Dios celoso,
Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se indigne Jehová tu Dios
contra ti, y te destruya de sobre la tierra.
6.
No tentaras al Señor tu Dios.
a. 6:16 No tentaras a Jehová su
Dios, como lo tentaste en Masah.
7.
Guarda los mandamientos para que te valla bien.
a. 6:17 Guarda cuidadosamente
los mandamientos de Jehová su Dios, sus testimonios y sus estatutos, que te ha
mandado.
b. 6:18 Haz lo recto y bueno
ante los ojos de Jehová. Para que te vaya bien, y entres a poseer la tierra buena,
que Jehová juró a tus padres.
c. 6:19 Para que él arroje a tus
enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.
F. Dios les explica el significado de
cumplir los mandamientos.
1.
Para que les valla bien y vivan.
a. 6:20 Mañana cuando te pregunte
tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios, estatutos y decretos que
Jehová nuestro Dios nos mandó?
b. 6:21 En aquel tiempo, dirás a
tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de
Egipto con mano poderosa.
c. 6:22 Jehová hizo señales, milagros
grandes y terribles en Egipto. Sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de
nuestros ojos.
d. 6:23 Nos sacó de allá, para
traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres.
e. 6:24 Y nos mandó Jehová que
cumplamos todos estos estatutos. Y que temamos a Jehová nuestro Dios. Para que
nos vaya bien todos los días. Y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
2.
Para tener justicia de nuestros enemigos.
a. 6:25 Tendremos justicia
cuando cuidemos de poner por obra, todos estos mandamientos delante de Jehová
nuestro Dios, como él nos ha mandado.
Capítulo 7
G. Les da estatutos cuando posean a la
tierra de Canaán.
1.
No debes emparentarte con los habitantes de Canaán.
a. 7:1 Cuando Jehová tu Dios, te
haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla. Y haya echado
de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al
cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más
poderosas que tú,
b. 7:2 Una vez, Jehová tu Dios
las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del
todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
c. 7:3 No emparentarás con
ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
2.
Porque inclinará a tu hijo a la idolatría, a dioses ajenos.
a. 7:4 Porque desviará a tu hijo
en pos de mí, y servirán a dioses ajenos. Luego el furor de Jehová se encenderá
sobre ustedes, y te destruirá pronto.
3.
Debes destruir sus altares y quemar a sus imágenes de Asera.
a. 7:5 Pero así harás con ellos:
sus altares destruirás, quebraras sus estatuas, destruirás sus imágenes de
Asera, y quemaras sus esculturas en el fuego.
4.
Eres escogido, santo, Jehová los ama y guarda su juramento.
a. 7:6 Porque tú eres pueblo
santo, para Jehová tu Dios. Jehová tu Dios te ha escogido. Para serle un pueblo
especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
b. 7:7 No por ser ustedes más
que todos los pueblos, los ha querido Jehová y los ha escogido. Porque eras el
más insignificante de todos los pueblos.
c. 7:8 Sino por cuanto Jehová los
amó, y quiso guardar el juramento que juró a sus padres. Los ha sacado Jehová
con mano poderosa, y los ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey
de Egipto.
H. Por guardar sus mandamientos vendrán
sus bendiciones.
1. Jehová es Dios Santo y
debes guardar sus mandamientos.
a. 7:9 Conoce, por tanto, que
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman. Y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.
b. 7:10 Que da el pago en
persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia,
en persona le dará el pago.
c. 7:11 Guarda, por tanto, los
mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
2. La
bendición por oír sus decretos, guardar y obedecerlos.
a.
7:12 Por haber oído estos decretos, haberlos guardado y puesto por obra. Jehová
tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
b.
7:13 Te amará, te bendecirá, te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu
vientre. El fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus
vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te
daría.
c. 7:14 Bendito serás más que
todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.
d. 7:15 Quitará Jehová de ti
toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las
pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
3.
Dios consumirá sin temor al pueblo con más fuerza.
a. 7:16 Consumirás a todos los
pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus
dioses. Porque te será por tropiezo.
b. 7:17 Si dijeres en tu
corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré
exterminar?
c. 7:18 No tengas temor de
ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo
Egipto.
d. 7:19 De las grandes pruebas
que vieron tus ojos, de las señales y milagros. De la mano poderosa y el brazo
extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los
pueblos de cuya presencia tú temieses.
e. 7:20 También enviará Jehová
tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedasen y los que se
hubieren escondido de delante de ti.
4.
Destruirá de apoco y las fieras no se multiplicarán contra ti.
a. 7:21 No desmayes delante de
ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.
b. 7:22 Jehová tu Dios echará a
estas naciones de delante de ti poco a poco. No podrás acabar con ellas en
seguida. Para que las fieras del campo no se aumenten contra ti.
c. 7:23 Pero Jehová tu Dios las
entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que
sean destruidas.
d. 7:24 El entregará sus reyes
en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te
hará frente hasta que los destruyas.
5.
Es abominable a Jehová codiciar la plata, y el oro de Canaán.
7:25 Las esculturas de sus
dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas. Para tomarlo
para ti. Para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios;
7:26 No traerás cosa abominable
a tu casa. Para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás,
porque es anatema.
Capítulo 8
I. El deber de guardar y enseñar los
mandamientos.
1.
Cumple a Dios lo que te ha ordenado para que te bendiga.
a. 8:1 Cuidarás de poner por
obra todo mandamiento que yo les ordeno hoy. Para que vivas, seas multiplicado,
entres y poseas la tierra, que Jehová prometió con juramento a sus padres.
2.
Te provo para ver si habrías de guardar sus mandamientos.
a. 8:2 Te acordarás de todo el
camino. Por donde te ha traído Jehová tu Dios, estos cuarenta años en el
desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
si habías de guardar o no sus mandamientos.
b. 8:3 Te afligió, te hizo tener
hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la
habían conocido. Para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre. Pero
de todo lo que salé de la boca de Jehová vivirá el hombre.
c. 8:4 Tu vestido nunca se
envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.
3.
Dios los castiga como un padre, pero los compensa bien.
a. 8:5 Reconoce asimismo en tu
corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga.
b. 8:6 Guardarás, por tanto, los
mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.
4.
Dios les bendecirá y les dará una buena tierra.
a. 8:7 Porque Jehová tu Dios te
introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de
manantiales. Que brotan en riberas y montes.
b. 8:8 Tierra de trigo, cebada,
de vides, higueras y granados. Tierra de olivos, de aceite y de miel.
c. 8:9 Tierra en la cual no
comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella. Tierra cuyas piedras
son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
d. 8:10 Comerás, te saciarás, y
bendecirás a Jehová tu Dios. Por la buena tierra que te habrá dado.
5.
Cuida de guardar los mandamientos, estatutos y decretos.
a. 8:11 Cuídate de no olvidarte
de Jehová tu Dios. Para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos
que yo te ordeno hoy.
b. 8:12 No suceda que comas, te
sacies, y edifiques buenas casas en que habites.
c. 8:13 Tus vacas, tus ovejas se
aumenten, la plata, el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieses se
aumente.
d. 8:14 Se enorgullezca tu
corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de
casa de servidumbre.
e. 8:15 Que te hizo caminar por
un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, de escorpiones. Y
tuviste sed, donde no había agua. Y él te sacó agua de la roca del pedernal.
f. 8:16 Que te sustentó con maná
en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y
probándote. Para posteriormente hacerte bien.
g. 8:17 Digas en tu corazón: Mi
poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
5.1.
Guarda sus mandamientos para que no perezcas.
a. 8:18 Sino acuérdate de Jehová
tu Dios. Porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar
su pacto que juró a tus padres, como en este día.
b. 8:19 Pero si llegases a
olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieses siguiendo a dioses ajenos, sirviéndoles.
Y te llegases a inclinar para adorarlos. Yo lo afirmo hoy contra ustedes, que
de cierto perecerás.
c. 8:20 Como las naciones que
Jehová destruirá delante de ustedes, así perecerás. Por cuanto no has atendido
a la voz de Jehová su Dios.
Capítulo 9.
IV. Les afirma como van a poseer
la tierra.
A. Entrarán a poseer la tierra por
la fuerza de Dios.
1.
Dios ira delante de ellos para que entren a la tierra.
a. 9:1 Oye, Israel: tú vas hoy a
pasar el Jordán. Para entrar a expropiar a naciones más numerosas y más
poderosas que tú. Ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo.
b. 9:2 Un pueblo grande y alto,
hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, has oído decir:
¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?
c. 9:3 Comprende, por
consiguiente, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti, como fuego
consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti. Tú los echarás, y los
destruirás en seguida. Como Jehová te ha dicho.
2.
Dios echará a las naciones por su impiedad.
a. 9:4 No pienses en tu corazón
cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi
justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra. Porque, por la impiedad de
estas naciones Jehová las arroja de delante de ti.
b. 9:5 No por tu justicia, ni
por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos. Sino por la
impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti. Para
confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
3.
No es por la justicia de Israel, porque es de dura cerviz.
a. 9:6 Por tanto, sabe que no es
por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra, para tomarla. Porque
pueblo duro de cerviz eres tú.
B. Israel provoca la ira de Jehová
varias veces.
1.
En Horeb se enojó para destruirlos.
a. 9:7 Acuérdate, no olvides que
has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste
de la tierra de Egipto, hasta que entraste en este lugar. Han sido rebeldes a
Jehová.
b. 9:8 En Horeb provocaste la
ira de Jehová, y se enojó Jehová contra ustedes para destruirlos.
1.1.
Cuando Moisés va al monte para recibir las tablas escritas.
a. 9:9 Cuando yo subí al monte
para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con ustedes.
Estuve en ese momento, en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer
pan, ni beber agua.
b. 9:10 Y me dio Jehová las dos
tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. En ellas estaba el escrito,
según todas las palabras que les habló Jehová en el monte, de en medio del
fuego, el día de la asamblea.
1.2.
El pueblo hace un becerro de oro para adorarlo.
a. 9:11 Sucedió al fin de los
cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra,
las tablas del pacto.
b. 9:12 Me dijo Jehová:
Levántate, desciende pronto de aquí. Porque tu pueblo que sacaste de Egipto, se
ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé. Se han hecho
una imagen de fundición.
1.3.
Dios le dijo deja que los destruya que son duros de cerviz.
a. 9:13 Me habló Jehová,
diciendo: He observado a ese pueblo, y mira que es un pueblo duro de cerviz.
b. 9:14 Déjame que los destruya,
y borre su nombre de debajo del cielo. Yo te pondré sobre una nación fuerte y
mucho más numerosa que ellos.
1.4.
Moisés regreso y el pueblo se había apartado de Dios.
a. 9:15 Volví y descendí del
monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.
b. 9:16 Miré, y en efecto, habían
pecado contra Jehová su Dios; habían hecho un becerro de fundición. Apartándose
pronto del camino que Jehová les había mandado.
1.5.
Moisés quiebra las tablas, ora y ayuna 40 días más.
a. 9:17 Entonces tomé las dos
tablas, las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de sus ojos.
b. 9:18 Me postré delante de
Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a
causa de todo su pecado, que habían cometido, haciendo el mal ante los ojos de
Jehová, para enojarlo.
c. 9:19 Porque temí, a causa del
furor y de la ira con que Jehová estaba enojado, contra ustedes, para destruirlos.
Pero Jehová me escuchó aun una vez más.
1.6.
Moisés ora por Aarón porque Dios se enoja contra él.
a. 9:20 Contra Aarón también se
enojó Jehová, en gran manera para destruirlo; también en aquel momento, oré por
Aarón.
1.7.
Reduce a polvo el becerro de oro y se los da a beber.
b. 9:21 Tomé el objeto de su
pecado, el becerro que habían hecho, y lo quemé en el fuego. Lo desmenucé
moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo. Eché el polvo de él, en el
arroyo que descendía del monte. Ex 32:20.
2.
Provocaron la ira de Jehová en otros lugares.
a. 9:22 También en Tabera, en
Masah y en Kibrot-hataava, provocaron la ira de Jehová.
3.
Fueron rebeldes a ir a poseer la tierra que les dio.
a. 9:23 Cuando Jehová los envió
desde Cades-barnea, diciéndoles: Suban y posean la tierra que yo les he dado. También
fuiste rebeldes al mandato de Jehová su Dios, y no le creíste, ni obedeciste a
su voz.
b. 9:24 Rebeldes han sido a
Jehová desde el día que yo los conozco.
4.
Jehová dijo que los destruiría y Moisés intercede.
a. 9:25 Me postré, por tanto,
delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado. Porque
Jehová dijo: que los iba a destruir.
b. 9:26 Oré a Jehová, diciendo:
Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con
tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa.
c. 9:27 Acuérdate de tus siervos
Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad
ni a su pecado.
d. 9:28 No sea que digan los de
la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la
tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos
en el desierto.
e. 9:29 Ellos son tu pueblo y tu
heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.
Capítulo 10
V. Para dirigirse a las Naciones enseñen
su pacto con Israel.
A. Las tablas de los mandamientos fueron renovadas.
1.
Dios escribe en las nuevas tablas los mandamientos.
a. 10:1 En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las
primeras. Sube ante mí al monte. Y hazte un arca de madera.
b. 10:2 Escribiré en
aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste. Y
las colocarás en el arca.
c. 10:3 E hice un arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra como las
primeras y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
d. 10:4 Escribió en las
tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová les
había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea. Y me
las dio Jehová.
2. Moisés coloca las tablas en el
arca del pacto.
a. 10:5 Volví y descendí
del monte. Coloqué las tablas en el arca que había hecho; allí están, como
Jehová me mandó.
3. Años después muere Aarón y lo
sustituye su hijo Eliazar.
a. 10:6 Muchos años después, salieron los hijos de Israel de Beerot-bene-jaacán a
Mosera. Luego, murió Aarón, fue sepultado. Y en su lugar el sacerdocio es
sustituido por su hijo Eleazar. Núm. 20:23-28; 32:50; 33:38.
4. Dios aparta a Leví para que le
sirva en el tabernáculo.
a. 10:7 Entre tanto, partieron a
Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas.
b. 10:8 En aquel tiempo apartó Jehová a la tribu de Leví, para que llevar el arca
del pacto de Jehová. Para estar delante de Jehová. Para servirle. Y para
bendecir en su nombre, hasta el día de hoy.
c. 10:9 En este sentido, Leví no tuvo parte ni heredad con sus hermanos; Jehová es
su heredad. Como Jehová tu Dios les dijo.
5. Después de partir las tablas
intercede Moisés por ellos.
a. 10:10 Yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches.
Esta vez Jehová también me escuchó, y no quiso Jehová destruirte.
b. 10:11 Me dijo Jehová:
Levántate, anda, para que marches delante del pueblo. Para que entren y posean
la tierra, que juré a sus padres que les habría de dar.
B. Lo que quiere Dios de Israel.
1.
Temer y amar a Dios con todo su corazón y con el alma.
a. 10:12 Ahora, por consiguiente, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti? sino
que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, que lo ames, y
sirvas a Jehová tu Dios. Con todo tu corazón y con toda tu alma.
2. Guarde sus mandamientos y
estatutos.
a. 10:13 Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te
prescribo hoy, para que tengas prosperidad.
b. 10:14 Comprende, de Jehová
tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos. La tierra, y todas las
cosas que hay en ella.
c. 10:15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su
descendencia después de ellos, a ustedes, de entre todos los pueblos, como en
este día.
3. Circunciden su corazón, y no sean
orgulloso, sino humilde.
a. 10:16 Circunciden, por tanto, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcan más su cerviz.
b. 10:17 Porque Jehová su Dios es
Dios de dioses y Señor de señores. Dios grande, poderoso y temible, que no hace
acepción de personas, ni será sobornado.
c. 10:18 Que hace justicia al huérfano y a la viuda. Ama también al
extranjero dándole pan y vestido.
4. Ama al extranjero como tú lo
fuiste en Egipto.
a. 10:19 Amarás, por
tanto, al extranjero; porque extranjeros fuiste en la tierra de Egipto.
b. 10:20 A Jehová tu Dios
temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.
5. Jehová es el motivo de tu
Alabanza.
a. 10:21 Él es el motivo de tu alabanza, él es tu Dios. Porque él ha hecho
contigo, estas cosas grandes y terribles delante de tus ojos, como lo han
visto.
b. 10:22 Con setenta personas descendieron tus padres a Egipto. Pero
Jehová te ha multiplicado,
y te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud.
Capítulo 11
C.
Guardarás los mandamientos y estatutos de Jehová.
1. Comprendan que Jehová los sacó de Egipto.
a. 11:1 Amarás, por
tanto, a Jehová tu Dios, guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos
y sus mandamientos, todos los días.
b. 11:2 Comprende hoy. Porque ustedes sus hijos, de los hijos de Israel,
no han sabido, ni han visto el castigo de Jehová su Dios, su grandeza, su mano
poderosa, y su brazo extendido.
c. 11:3 Sus señales, sus
obras que hizo en medio de Egipto a Faraón rey de Egipto, y a toda su tierra.
d. 11:4 Lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo
precipitó las aguas del Mar Rojo sobre ellos, cuando venían tras ustedes, y
Jehová los destruyó hasta hoy.
2. Guarda sus mandamientos para
prolongar tu vida.
a. 11:5 Lo que ha hecho con ustedes en el desierto, hasta que han llegado a este lugar.
b. 11:6 Lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió
su boca la tierra, y los tragó con sus familias, sus tiendas. Y todo su ganado,
en medio de todo Israel.
c. 11:7 Por esto, sus ojos han visto todas las grandes obras que Jehová ha hecho.
d. 11:8 Guarda, por tanto, todos los mandamientos que yo les prescribo
hoy. Para que sean
fortalecidos, entren y posean la tierra. La cual pasen para habitarla.
e. 11:9 Para que les sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró
Jehová a sus padres, que había de darla a ellos y a su descendencia. Tierra que
fluye leche y miel.
3. Guarda sus mandamientos para que
seas prosperado.
a. 11:10 La tierra la cual entras, para tomarla no es como la tierra de
Egipto de donde has salido,
donde sembrabas tu semilla, y regabas a pie, como huerto de hortaliza.
b. 11:11 La tierra a la cual pasás. Para tomarla es tierra de montes
y de arroyos, que es regada con el agua de la lluvia del cielo.
c. 11:12 Tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre
ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.
d. 11:13 Si obedecieres cuidadosamente a mis mandamientos que yo les
prescribo hoy, amando a Jehová su Dios,
sirviéndole con todo su corazón, y con toda su alma.
e. 11:14 Yo daré la lluvia
de su tierra a su tiempo, la temprana y la tardía. Recogerás tu grano, tu vino
y tu aceite.
f. 11:15 Daré también
hierba en tu campo para tus ganados. Comerás, y te saciarás.
g. 11:16 Guarda, por tanto, que su corazón no se enorgullezca, se aparté y sirva
a dioses ajenos, inclinándose a adorarlo.
4. Guardaras sus mandamientos
cuidando de no olvidarse.
a. 11:17 Se encienda el furor de Jehová sobre ustedes, cierre los cielos,
y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y pronto perezcas la buena tierra
que les da Jehová.
b. 11:18 Por tanto, pondrás estas mis palabras en su corazón y en su alma. Las
ataras como señal en su mano, y serán por frontales entre sus ojos.
c. 11:19 Las enseñaréis a
vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes
por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,
d. 11:20 Las escribirás en los
postes de tu casa, y en tus puertas.
5. Guarda los mandamientos para que
te prolongue la vida.
a. 11:21 Para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos,
tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a sus padres que les había de
dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
b. 11:22 Porque si guardas cuidadosamente, todos estos mandamientos que
yo les prescribo para que los cumplas, y si amaras a Jehová su Dios, andando en todos sus
caminos, siguiéndole a él.
6. Guarda los mandamientos para
librarlos y posean la tierra.
a. 11:23 Jehová también
echará de delante de ustedes a todas estas naciones. Expropia a las naciones
grandes y más poderosas que ustedes.
b. 11:24 Todo lugar que pisase la planta de su pie será suyo; desde el desierto hasta el
Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental, será su territorio.
c. 11:25 Nadie se sostendrá delante de ustedes; miedo y temor de ustedes pondrá
Jehová su Dios sobre toda la tierra que pisases, como él se lo ha dicho.
7. Escoge la bendición o maldición.
a. 11:26 Mira yo pongo
hoy delante de ustedes la bendición y la maldición.
b. 11:27 La bendición, si oyes
los mandamientos de Jehová su Dios, que yo les prescribo hoy.
c. 11:28 La maldición, si no
oyes los mandamientos de Jehová su Dios, y se aparten del camino que yo hoy les
ordeno. Para ir a seguir a dioses ajenos que no has conocido.
d. 11:29 Cuando Jehová tu Dios te
haya introducido en la tierra, a la cual vas para tomarla. Pondrás la bendición
sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal,
f. 11:30 Los cuales están al otro
lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que
habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More.
g. 11:31 Porque ustedes pasán el Jordán. Para ir a poseer la tierra que le da
Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella.
h. 11:32 Cuidaras, por tanto,
de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de ustedes.
Capítulo 12
VI. Estatutos y decretos para
permanecer en la tierra.
A.
Destruirás todos los lugares idolatras con sus ídolos.
1.
Destruirás totalmente lugares e ídolos de Canaán.
a. 12:1 Estos son los estatutos
y decretos, que cuidaras para poner por obra en la tierra, que Jehová el Dios
de tus padres te ha dado. Para que tomes posesión de ella, todos los días que ustedes
viviesen sobre la tierra.
b. 12:2 Destruirás enteramente,
todos los lugares donde las Naciones que ustedes heredan, sirvieron a sus
dioses, sobre los montes altos, sobre los collados, y debajo de todo árbol
frondoso.
c. 12:3 Derribarás sus altares,
quebrarás sus estatuas, y sus imágenes de Asera, quemaras hasta consumirlas. Destruirás
las esculturas de sus dioses, y raerás su nombre de aquel lugar.
B.
Adorarás e irás ofrecer al lugar que Dios escogiera.
1.
A Jehová adorarás y no destruirás el lugar donde lo adores.
a. 12:4 No harás así a Jehová su
Dios.
b. 12:5 Sino que el lugar que
Jehová tu Dios escogiese de entre todas sus tribus. Para poner allí su nombre. Para
su habitación, ése buscarás, y allá irás.
c. 12:6 Allí llevarás sus
holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, y la ofrenda elevada de sus manos, sus
votos, sus ofrendas voluntarias. Las primicias de sus vacas y de sus ovejas.
d. 12:7 Comerás allí delante de
Jehová su Dios. Se alegrarán, ustedes y sus familias, en toda obra de sus manos.
En la cual Jehová tu Dios, te hubiese bendecido.
2.
Harás no lo que tú quieras, sino lo que Jehová te mande
a. 12:8 No harás como todo lo
que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que le parece bien.
b. 12:9 Porque hasta ahora no has
entrado al reposo y a la heredad que les da Jehová su Dios.
c. 12:10 Pero pasaran el Jordán,
y habitaran en la tierra que Jehová su Dios les dará por heredad. Y él les dará
reposo de todos sus enemigos alrededor. Y habitaran seguros.
d. 12:11 Al lugar donde Jehová su
Dios escogiese. Para afirmar en él su nombre, allí llevarás todas las cosas que
yo les he mandado; sus holocaustos, sacrificios, diezmos, las ofrendas elevadas
de sus manos, y todo lo escogido de los votos que has prometido a Jehová.
e. 12:12 Se alegrarán delante de
Jehová su Dios; ustedes, sus hijos, hijas, siervos, siervas, y el levita. El
levita que habite en su población. Por cuanto no tiene parte, ni heredad con ustedes.
3.
El holocausto solo será ofrecido en el lugar donde te mandó.
a. 12:13 Cuídate de no ofrecer
tus holocaustos en cualquier lugar que vez.
b. 12:14 Sino que en el lugar
que Jehová escogiese, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y
allí harás todo lo que yo te mando.
c. 12:15 Con todo, podrás matar
y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición
que Jehová tu Dios te haya dado. El inmundo y el limpio la podrá comer, como la
de gacela o de ciervo.
3.
No comerás sangre, la derramarás en la tierra.
a. 12:16 Solamente que sangre no
comerás; sobre la tierra la derramarás como agua.
4.
Comerás el diezmo solo en el lugar que Dios escoja.
a. 12:17 Ni comerás en tus
poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias
de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieses, ni las ofrendas
voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.
b. 12:18 Sino que delante de
Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiese escogido,
tú, tu hijo, hija, siervo, sierva, y el levita que habita en tus poblaciones;
te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos.
5.
Debes cuidar de no desamparar al levita en toda tu vida.
a. 12:19 Ten cuidado de no
desamparar al levita, en todos tus días que vivas sobre la tierra.
6.
Podrás comer carne en tu lugar, si está muy lejos el de adorar.
a. 12:20 Cuando Jehová tu Dios
ensanchase tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeses: Comeré carne,
porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer.
b. 12:21 Si estuviese lejos de
ti, el lugar que Jehová tu Dios escogiese. Para poner allí su nombre. Podrás
matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he
mandado yo. Y comerás, en tus puertas según todo lo que deseas.
c. 12:22 Lo mismo que se come la
gacela y el ciervo, así las podrás comer. El inmundo y el limpio podrán comer
también de ellas.
7.
Mantente firme de no comer sangre con la carne.
a. 12:23 Solamente que te
mantengas firme en no comer sangre. Porque la sangre es la vida, y no comerás
la vida juntamente con su carne.
b. 12:24 No la comerás; en
tierra la derramarás como agua.
c. 12:25 No comerás de ella. Para
que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieses lo recto
ante los ojos de Jehová.
8.
Vendrás al lugar, a traer tu ofrenda de
holocausto.
a. 12:26 Pero las cosas que
hubieses consagrado, y tus votos, las tomarás. Vendrás con ellas al lugar que
Jehová hubiese escogido.
b. 12:27 Ofrecerás tus
holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; la sangre
de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios. Y podrás
comer la carne.
c. 12:28 Guarda y escucha todas
estas palabras que yo te mando. Para que haciendo lo bueno y lo recto ante los
ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos, después de ti para
siempre.
9.
Cuídate de no seguir sus creencias y sus abominaciones.
a. 12:29 Cuando Jehová tu Dios
haya destruido delante de ti a las Naciones adonde tú vas, para poseerlas, las
heredes, y habites en su tierra.
b. 12:30 Guárdate de no tropezar
siguiéndolas a ellas, después que sean destruidas delante de ti. Ni preguntes
acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas Naciones a
sus dioses. Yo también les serviré.
9.1.
Ten en cuenta que ellos ofrecían sacrificio a sus dioses.
c. 12:31 No le harás así a
Jehová tu Dios. Porque todas estas cosas abominables que Jehová aborrece, hicieron
ellos a sus dioses. Porque aún a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a
sus dioses.
10.
No añadirás, ni quitaras nada de lo que Jehová te mande.
12:32 Cuidarás de hacer todo lo
que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Capítulo 13
VII. Estatuto sobre los falsos
profetas y la idolatría.
A. Mata al falso profeta que te indujese a seguir a sus ídolos.
1.
Si se cumple la señal del falso profeta no sigas a sus ídolos.
a. 13:1 Cuando haya en medio de
ti profeta, o soñador de sueños, y te anuncie señal o prodigios.
b. 13:2 Si esta señal o prodigio
que él te anunció, se cumple, y luego te diga: Vamos y sigamos a los dioses
ajenos, que no conociste. Ven sirvámosles.
c. 13:3 No debes prestar
atención a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños. Porque
Jehová tu Dios te está probando. Para saber si amás a Jehová tu Dios, con todo tu
corazón, y con toda tu alma.
d. 13:4 Seguirás y andarás con
Jehová tu Dios; a él temerás, guardarás sus mandamientos, escucharás su voz. A
él servirás, y a él seguirás.
2.
El falso profeta debe morir por su rebelión.
a. 13:5 Tal profeta o soñador de
sueños debe ser muerto. Por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová su Dios, que
te sacó de tierra de Egipto. Te rescató de casa de servidumbre. Trató de
apartarte del camino. Por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses. Así
quitarás el mal de en medio de ti.
3.
Debes matar al que te persuadió a seguir a los ídolos.
a. 13:6 Si tu hermano te incita,
hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en
secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conociste.
b. 13:7 De los dioses de los
pueblos que están en sus alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un
extremo de la tierra, hasta el otro extremo de ella.
c. 13:8 No consentirás con él,
ni le pondrás atención; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia,
ni lo encubrirás.
d. 13:9 Sino que lo matarás; tu
mano se alzará primero sobre él, para matarle, y después la mano de todo el
pueblo.
e. 13:10 Le apedrearás hasta que
muera. Por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de
Egipto, de casa de servidumbre.
f. 13:11 Para que todo Israel
oiga, tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.
4.
Mata a los instigadores que inducen a la idolatría.
a. 13:12 Si llegas a oír, que se
dice de alguna de tus ciudades, que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas.
b. 13:13 Que han salido de en
medio de ti hombres impíos, que han instigado a los moradores de su ciudad,
diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ustedes no conocieron.
c. 13:14 Tú indagarás, buscarás
y preguntarás con diligencia. Si parece verdad y es cierta la cosa, que tal
abominación se hizo en medio de ti.
d. 13:15 Irremisiblemente
herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con
todo lo que en ella hubiese, y también matarás sus ganados a filo de espada.
B.
Destruirás el anatema de las ciudades y cosas.
1.
Sin volverse a construirse una ciudad anatema.
a. 13:16 Juntarás todo su botín
en medio de la plaza, consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo
ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas. Para
siempre, nunca más será edificada.
2.
Permanece, por tu bien, sin agarrar, ni guardar el anatema.
a. 13:17 No debes agarrar con tu
mano nada del anatema. Para que Jehová se aparte del ardor de su ira, tenga de
ti misericordia, tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus
padres.
c. 13:18 Cuando obedecieses a la
voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy.
Para hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
Capítulo 14
C. Sin hacerse heridas en el cuerpo, ni se rapen la cabeza.
1.
Por ser santo no debe zanjarte, ni rasurarte la cabeza.
a. 14:1 Ustedes son hijos de
Jehová su Dios; no deben hacerse zanjas en el cuerpo, ni se rasuren la cabeza a
causa de los muertos.
b. 14:2 Porque eres pueblo santo
de Jehová tu Dios. Y Jehová te ha escogido. Para que le seas un pueblo único de
entre todos los pueblos, que están sobre la tierra.
VIII. Estatutos sobre los
alimentos inmundo.
A. No podrás comer alimentos abominables.
1.
Los alimentos de animales que se pueden comer.
a. 14:3 Nada abominable comerás.
b. 14:4 Estos son los animales
que puedes comer: el buey, la oveja, la cabra.
c. 14:5 El ciervo, la gacela, el
corzo, la cabra montesa, el íbice o cabra salvaje, el antílope y el carnero
montés.
d. 14:6 Podrás comer, todo
animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales.
2.
Los animales que no puedes comer.
a. 14:7 Pero no comerás, entre
los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida, estos: camello, liebre y
conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos.
b. 14:8 Ni cerdo, porque tiene
pezuña hendida, mas no rumia; le será inmundo. De la carne de éstos no comerás,
ni toques sus cuerpos muertos.
3.
Los peces que puedes comer y no comer.
a. 14:9 De todo lo que está en
el agua, de estos podrás comer: todo lo que tiene aleta y escama.
b. 14:10 Pero todo lo que no
tiene aleta y escama, no comerás. Les será inmundo.
4.
Las aves que no puedes comer.
a. 14:11 Toda ave limpia podrás
comer.
b. 14:12 Estas son de las que no
podrás comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,
c. 14:13 El gallinazo, el milano
según su especie.
d. 14:14 Todo cuervo según su
especie.
e. 14:15 El avestruz, la
lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies.
f. 14:16 El búho, el ibis, el
calamón.
g. 14:17 El pelícano, el buitre,
el somormujo.
h. 14:18 La cigüeña, la garza
según su especie, la abubilla y el murciélago.
i. 14:19 Todo insecto alado será
inmundo; no se comerá.
j. 14:20 Toda ave limpia podrás
comer.
5.
Nada moribundo o inmundo puedes comer.
14:21 Ninguna cosa moribunda
podrás comer. Al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá
comerla; o venderla a un extranjero. Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu
Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
IX. Estatuto sobre los diezmos.
A. El diezmo es obligatorio, en el lugar indicado.
1.
Debes diezmar toda la utilidad de tu producción.
a. 14:22 Diezmarás obligatoriamente,
todo el producto del grano, de la utilidad en tu campo, cada año.
B. El diezmo hay que llevarlo al
lugar indicado.
1.
Comerás el diezmo en el lugar indicado por Jehová.
a. 14:23 Comerás delante de
Jehová tu Dios en el lugar que él escogiese. Para mencionar allí su nombre. El
diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite. Las primicias de tus manadas y
de tus ganados. Para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.
2.
Cambia el diezmo en dinero, si habitas lejos.
a. 14:24 Si el camino fuese tan
largo, que no puedas llevarlo. Por estar lejos de ti, el lugar que Jehová tu
Dios hubiese escogido. Para poner en él su nombre. Cuando Jehová tu Dios te
bendijese.
b. 14:25 En ese momento, lo
venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu
Dios escogiese.
c. 14:26 Darás el dinero por
todo lo que deseas, por vacas, ovejas, vino, sidra, o por cualquier cosa que tú
deseases. Comerás allí delante de Jehová tu Dios, te alegrarás tú y tu familia.
C.
Deberás no desamparar al levita.
1. Le
darás el diezmo de cada tres años.
a. 14:27 No desampararás al
levita que habitase en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad
contigo.
b. 14:28 Al fin de cada tres
años, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en
tus ciudades.
c. 14:29 Vendrá el levita, que
no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano y la viuda que
hubiese en tus poblaciones. Comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios
te bendiga, en toda obra que tus manos hiciesen.
Capítulo 15
X. Estatuto sobre la remisión.
A.
El préstamo se perdonará cada 7 años.
1.
Perdonaras la deuda a tu prójimo.
a. 15:1 Cada siete años harás
remisión.
b. 15:2 Esta es la manera de la
remisión: perdonará a su deudor, todo aquel que hizo un préstamo, con el cual
obligó a su prójimo; no le cobrará más a su prójimo, o a su hermano. Porque la
remisión de Jehová ha sido pregonada.
2.
Al extranjero si cobrarás el préstamo.
a. 15:3 Al extranjero le cobrarás
el reintegro, del préstamo. Pero no cobrarás y perdonarás lo que tu hermano te
debe.
b. 15:4 Para que así no haya en
medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra,
que Jehová tu Dios, te da por heredad. Para que la tomes en posesión.
c. 15:5 Si escuchases fielmente
la voz de Jehová tu Dios. Para guardar y cumplir todos estos mandamientos, que
yo hoy te ordeno.
3.
Prestarás a muchas naciones.
15:6 Ya que Jehová tu Dios te
habrá bendecido, como te ha dicho. Prestarás en ese tiempo, a muchas naciones.
Pero tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones. Pero sobre
ti no tendrán dominio.
4.
Prestarás a tu hermano necesitado.
15:7 Cuando haya en medio de ti necesitado,
de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu
Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano
pobre.
15:8 Sino abrirás a él tu mano
liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
5.
Procura no seas desleal con el año de remisión.
a. 15:9 Guárdate de tener en tu
corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la
remisión, y mires con malos ojos a tu hermano necesitado. Para no darle; porque
él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.
b. 15:10 Sin falta le darás, y
no serás mezquino en tu corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá
Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.
c. 15:11 Porque no faltarán necesitado
en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu
hermano, al pobre y al necesitado en tu tierra.
B. Al siervo debes dejar libre.
1.
El que se vende para servirte, lo dejaras libre.
a. 15:12 Si se vendiese tu
hermano hebreo o hebrea, para servirte. Y te hubiese servido seis años, al
séptimo le despedirás libre.
b. 15:13 Cuando lo despidieses
libre, no le enviarás con las manos vacías.
c. 15:14 Le abastecerás
liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que
Jehová te hubiere bendecido.
d. 15:15 Te acordarás de que
fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto,
hoy esto, yo te lo mando.
3.
Si no lo quieres dejar libre, le horadaras la oreja.
a. 15:16 Si él te dijese: No te
dejaré; porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo.
b. 15:17 En aquel tiempo,
tomarás un objeto punzante, y horadaras su oreja contra la puerta. Y será tu
siervo para siempre; así también harás a tu criada.
9.
Enviaras libre a tu siervo.
g. 15:18 No te parezca duro
cuando le enviares libre. Puesto que, por la mitad del costo de un jornalero, te
sirvió seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieses.
C.
Consagración de todo primogénito.
1.
Consagrarás todo primogénito perfecto, es de Jehová.
a. 15:19 Consagrarás a Jehová tu
Dios, todo primogénito macho de tus vacas y de tus ovejas; no te servirás del
primogénito de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas.
b. 15:20 Delante de Jehová tu
Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escogiese.
2.
No consagrarás todo primogénito defectuoso.
a. 15:2 Si hubiese en él,
defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiese en él cualquier falta, no lo
sacrificarás a Jehová tu Dios.
b. 15:22 En tus poblaciones lo
comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como de una gacela o
de un ciervo.
c. 15:23 Solamente que no comas
su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.
Capítulo 16
XI. Israel tentó a Dios en el
desierto.
A. Murmuró diciendo que los
trajeron a matar de hambre.
1. En el
desierto de Sin, 2 meses y 15 días de la salida de Egipto.
a. 16:1 Después que salieron de
la tierra de Egipto. A los dos meses y quince días. Toda la congregación de los
hijos de Israel. Partió de Elim, y vino al desierto de Sin. Este está entre
Elim y Sinaí.
b. 16:2 Toda la congregación de
los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto.
c. 16:3 Les decían los hijos de
Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto,
cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos.
Porque nos han sacado a este desierto. Para matar de hambre a toda esta
multitud.
d.
16:4 Jehová dijo a Moisés: en este momento, yo les haré llover pan del cielo;
el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día. Para que yo lo
pruebe si anda en mi ley, o no.
e.
16:5 Pero en el sexto día, prepararán para guardar el doble de lo que suelen
recoger cada día.
2.
Dios escuchó todas sus murmuraciones.
a. 16:6 Entonces dijeron Moisés
y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabrán que Jehová les ha
sacado de la tierra de Egipto,
b. 16:7 A la mañana verán la
gloria de Jehová. Porque él ha oído sus murmuraciones contra Jehová; porque
nosotros, ¿qué somos, para que ustedes murmuren contra nosotros?
c. 16:8 Dijo también Moisés:
Jehová les dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta
saciaros; porque Jehová ha oído sus murmuraciones con que han murmurado contra
él. Porque nosotros, ¿qué somos? sus murmuraciones no son contra nosotros, sino
contra Jehová.
d. 16:9 Dijo Moisés a Aarón: Di
a toda la congregación de los hijos de Israel: Acérquense a la presencia de
Jehová. Porque él ha oído sus murmuraciones.
e. 16:10 Hablando Aarón a toda
la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y en ese
instante, la gloria de Jehová apareció en la nube.
3.
Dios les envía el Maná y codornices.
a. 16:11 Jehová habló a Moisés.
b. 16:12 Le dijo: Yo he oído las
murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al atardecer comerán
carne, y por la mañana se saciarán de pan. Y sabrán que yo soy Jehová su Dios.
c. 16:13 Cuando llego la tarde,
subieron codornices que cubrieron el campamento. Por la mañana descendió rocío
en derredor del campamento.
d. 16:14 Cuando el rocío cesó de
descender. En ese momento sobre la faz del desierto había una cosa menuda,
redonda. Era menuda como una escarcha sobre la tierra.
e. 16:15 Viéndolo los hijos de
Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era.
Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová le da para comer.
f. 16:16 Esto es lo que Jehová les
ha mandado: Recojan de él cada uno según lo que pudiese comer; un gomer por
cabeza, conforme al número de las personas, recogerá cada uno para los que
están en su tienda.
g. 16:17 Los hijos de Israel lo
hicieron así; y recogieron unos más que otros.
B.
El mandamiento del día sexto y la recogida del Maná.
1.
Recogieron más de lo debido y se pudrió el Maná.
a. 16:18 Lo medían por gomer, y
no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada
uno recogió conforme a lo que había de comer.
b. 16:19 Les dijo Moisés:
Ninguno deje nada de ello, para mañana.
c. 16:20 Pero ellos no
obedecieron a Moisés. Sino que algunos dejaron de ello, para otro día. Le salió
gusanos, y hedió. Se enojó contra ellos Moisés.
d. 16:21 Lo recogían cada mañana.
Cada uno según lo que había de comer; y luego cuando el sol estaba más caliente,
se derretía.
2.
El sexto día debía recoger el doble para el día sábado.
a. 16:22 En el sexto día
recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los
príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés.
b. 16:23 Les dijo: Esto es lo
que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a
Jehová. Lo que han de cocer, cocinalo hoy. Y lo que han de cocinar, cocinalo. Y
todo lo que les sobrase, guardalo para mañana.
c. 16:24 Ellos lo guardaron
hasta la mañana. Según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió.
d. 16:25 Dijo Moisés: Comelo hoy.
Porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no lo hallaras en el campo.
e. 16:26 Seis días lo recogerán.
Pero el séptimo día es día de reposo; no se hallará en este día.
3.
El día séptimo no cayo Maná.
a. 16:27 Aconteció que algunos
del pueblo salieron a recoger en el séptimo día, y no hallaron.
b. 16:28 Jehová dijo a Moisés:
¿Hasta cuándo no quieren guardar mis mandamientos y mis leyes?
c. 16:29 Mira que Jehová les dio
el día de reposo, y por eso en el sexto día les da pan para dos días. Este, por
tanto, cada uno en su lugar, y nadie salga de él, en el día séptimo.
4.
El pueblo de Israel llamó Maná al pan del cielo.
a. 16:30 Así el pueblo reposó el
séptimo día.
b. 16:31 La casa de Israel lo
llamó Maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas
con miel.
c. 16:32 Dijo Moisés: Esto es lo
que Jehová ha mandado: Llenen un gomer de él, y guárdalo. Para sus
descendientes. A fin de que vean el pan que yo les di a comer en el desierto,
cuando yo les saqué de la tierra de Egipto.
d. 16:33 Dijo Moisés a Aarón:
Toma una vasija y pon en ella un gomer de Maná. Ponlo delante de Jehová. Para
que sea guardado. Para sus descendientes.
e. 16:34 Aarón lo puso delante
del Testimonio, para guardarlo. Como Jehová lo mandó a Moisés.
5.
Comieron por 40 años Maná.
a. 16:35 Así comieron los hijos
de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Maná
comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.
b. 16:36 Un gomer es la décima
parte de un Efa.
Capítulo 17
C.
Murmuro el pueblo diciendo: que los trajeron a morir de sed.
1.
Dios les saca agua de la peña de Masah y Meriba.
a. 17:1 Toda la congregación de
los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al
mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim. Y no había agua. Para que el
pueblo bebiese.
b. 17:2 Altercó el pueblo con
Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué
altercás conmigo? ¿Por qué tientas a Jehová?
c. 17:3 Así que el pueblo tuvo
allí sed, murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto? ¿Para
matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
d. 17:4 Entonces clamó Moisés a
Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.
e. 17:5 Jehová dijo a Moisés:
Pasa delante del pueblo, toma contigo de los ancianos de Israel; toma también
en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve.
f. 17:6 He aquí que yo estaré
delante de ti allí sobre la peña en Horeb; golpearás la peña, saldrán de ella
aguas, y beberá el pueblo. Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de
Israel.
g. 17:7 Llamó el nombre de aquel
lugar Masah y Meriba. Por la rencilla de los hijos de Israel. Y porque tentaron
a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, ¿o no?
D.
Josué derrota a Amalec en Refidim.
1.
Israel tiene guerra con Amalec.
a. 17:8 En aquel tiempo Amalec vino
y peleó contra Israel en Refidim.
b. 17:9 Dijo Moisés a Josué: Escoge
los varones. Para salir a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la
cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
c. 17:10 E hizo Josué como le
dijo Moisés, peleando contra Amalec. Moisés, Aarón y Hur, subieron a la cumbre
del collado.
d. 17:11 Sucedía que cuando
alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía. Pero cuando él bajaba su mano,
prevalecía Amalec.
e. 17:12 Las manos de Moisés se
cansaban; por lo que tomaron una piedra, la pusieron debajo de él, y se sentó
sobre ella. Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de
otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.
2.
Josué y Israel derrotan a Amalec.
a. 17:13 Josué deshizo a Amalec
y a su pueblo a filo de espada.
b. 17:14 Jehová dijo a Moisés:
Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la
memoria de Amalec de debajo del cielo.
c. 17:15 Moisés edificó un
altar, y llamó su nombre Jehová-nisi. El Señor es mi bandera.
d. 17:16 Dijo: Por cuanto la
mano de Amalec, se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con
Amalec, de generación en generación.
Capítulo 18
XII. Estatutos en la heredad de
los hijos de Israel.
A.
La ofrenda para los levitas.
1.
La ofrenda de los sacerdotes levitas.
a. 18:1 Los sacerdotes levitas,
es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel. Estos
comerán de las ofrendas quemadas a Jehová y las ofrendas de la heredad.
b. 18:2 No tendrán, por tanto,
heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho.
c. 18:3 Este será el derecho de
los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o
cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar.
d. 18:4 Las primicias de tu
grano, de tu vino, de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le
darás.
e. 18:5 Porque le ha escogido
Jehová tu Dios de entre todas tus tribus. Para que esté para administrar en el
nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.
2.
Debe darse igual ofrenda si vive lejos.
a. 18:6 Cuando saliese un levita
de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiese vivido, y viniese
con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiese.
b. 18:7 Ministrará en el nombre
de Jehová su Dios, como todos sus hermanos los levitas, que estuviesen allí
delante de Jehová.
c. 18:8 Igual ración a la de los
otros comerá, además de sus patrimonios.
B.
Las prácticas abominables por la que destruye a las Naciones.
1.
Entre Israel no debe haber prácticas abominables.
a. 18:9 Cuando entres a la
tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones
de aquellas naciones.
b. 18:10 No sea hallado en ti
quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero.
c. 18:11 Ni encantador, ni
adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
d. 18:12 Porque es abominación,
para con Jehová cualquiera que hace estas cosas. Por estas abominaciones Jehová
tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
2.
Israel debe ser perfecto.
a. 18:13 Perfecto serás delante
de Jehová tu Dios.
b. 18:14 Porque estas naciones
que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen. Pero a ti, no te permitirá
Jehová tu Dios.
C.
Los profetas de Jehová y los falsos profetas.
1.
Dios les enviara profeta como Moisés.
a. 18:15 Profeta de en medio de
ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios. Lo oirás a él,
b. 18:16 Conforme a todo lo que
pediste a Jehová tu Dios en Horeb, el día de la asamblea, diciendo: No vuelva
yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego. Para que no
muera.
c. 18:17 Jehová me dijo: Han
hablado bien en lo que han dicho.
2.
Dios pedirá cuenta a quien no escuche al profeta.
a. 18:18 Profeta les levantaré
de en medio de sus hermanos, como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les
hablará todo lo que yo le mandare.
b. 18:19 Pero a cualquiera que
no oyere mis palabras, que él hablase en mi nombre, yo le pediré cuenta.
3.
El profeta de Jehová no habla con presunción.
a. 18:20 El profeta que tuviese
la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado
hablar, o que hablase en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
b. 18:21 Si dijeses en tu
corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová nos ha hablado?
c. 18:22 Si el profeta hablase
en nombre de Jehová, y no se cumpliese lo que dijo, ni aconteciese. Esa palabra
Jehová no la ha hablado. Este profeta habló con presunción, no tengas temor de
él.
Capítulo 19
XIII. Estatutos sobre los lugares
de refugio.
A.
Apartaras tres ciudades de
refugio.
1. El
homicida sin culpa se puede refugiar en estas ciudades.
a. 19:1 Cuando Jehová tu Dios,
destruya a las naciones, cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las
heredes. Habites en sus ciudades, y en sus casas.
b. 19:2 Apartarás tres ciudades
en medio de la tierra, que Jehová tu Dios te da, para que la poseas.
c. 19:3 Arreglarás los caminos,
y dividirás en tres partes la tierra que Jehová tu Dios te dará en heredad. Será
para que todo homicida huya allí.
2.
Podrán ir a refugiarse los que no tienen culpa.
a. 19:4 Este es el caso del homicida
que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin
haber tenido enemistad con él anteriormente.
b. 19:5 Como el que fuese, con
su prójimo al monte a cortar leña, y al dar con su mano el golpe con el hacha. Para
cortar algún leño. El hierro del cabo saltase y pegase contra su prójimo, dándole
muerte. Aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá.
c. 19:6 No sea que el vengador
de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, le alcance por ser largo el
camino, y le hiera de muerte. No debiendo ser condenado a muerte. Por cuanto no
tenía enemistad, con su prójimo anteriormente.
3.
Separar tres ciudades para el homicida sin culpa.
a. 19:7 Por tanto, yo te mando,
diciendo: Separarás tres ciudades.
b. 19:8 Si Jehová tu Dios
ensanchase tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diese toda la tierra
que prometió dar a tus padres.
c. 19:9 Siempre y cuando guardases
todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy. Para ponerlos por obra; que
ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos, todos los días. En aquel tiempo
añadirás tres ciudades, más a estas tres.
d. 19:10 Para que no sea
derramada sangre inocente, en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por
heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre.
4.
Sacaras del refugio al culpable y lo mataras.
a. 19:11 Pero si hubiese alguno
que aborreciese a su prójimo, lo acechase, se levantase contra él y lo hiriese
de muerte. Y muere. Si este huyese a alguna de estas ciudades.
b. 19:12 En ese tiempo, los
ancianos de su ciudad enviarán a sacarlo de allí, y lo entregarán en mano del
vengador de la sangre. Para que muera.
c. 19:13 No te compadecerás;
quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien.
B.
Límites de la propiedad.
1. No
cambiarás el límite antiguo de tu propiedad.
19:14 En la heredad que poseas,
en la tierra que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad
de tu prójimo, que fijaron los antiguos.
C.
Estatutos sobre los testigos.
1.
En un litigio habrá más de un testigo.
a. 19:15 No se tomará en cuenta
a un solo testigo, contra ninguno, en cualquier delito, ni en cualquier pecado,
en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o
tres testigos, se mantendrá la acusación.
b. 19:16 Cuando se levantase
testigo falso contra alguno, para testificar contra él.
c. 19:17 En ese tiempo, los dos
litigantes se presentarán delante de Jehová, delante de los sacerdotes y de los
jueces que hubiese en aquellos días.
d. 19:18 Los jueces averiguarán
muy bien. Si aquel testigo resultase falso, y hubiese acusado falsamente a su
hermano.
e. 19:19 En ese tiempo harás a
él, como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.
f. 19:20 Los que quedasen oirán
y temerán. Y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.
g. 19:21 No te compadecerás;
vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Capítulo 20
XIV. Estatutos sobre la guerra a
otras Naciones.
A.
Naciones lejos y distintas a Canaán.
1.
Estarás dispuesto sin temor a ir a la guerra.
a. 20:1 Cuando salgas a la
guerra contra tus enemigos, si vez caballos, carros, y un pueblo más grande que
tú, no tengas temor de ellos. Porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te
sacó de la tierra de Egipto.
b. 20:2 Cuando se acerquen para
combatir, se pondrá de pie el sacerdote y hablará al pueblo.
c. 20:3 Les dirá: Oye, Israel,
ustedes se reúnen hoy en batalla contra sus enemigos; no desmaye su corazón, no
temas, ni se azoren, ni tampoco se desalienten delante de ellos.
d. 20:4 Porque Jehová su Dios va
con ustedes. Para pelear por ustedes contra sus enemigos. Para salvarlos.
e. 20:5 Los oficiales hablarán
al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado?
Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la
estrene.
f. 20:6 ¿Quién ha plantado viña,
y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la
batalla. Y algún otro la disfrute.
g. 20:7 ¿Quién se ha desposado
con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en
la batalla. Y algún otro la tome.
h. 20:8 Volverán los oficiales a
hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre miedoso y pusilánime? Vaya, y
vuélvase a su casa. No se menosprecie el corazón de sus hermanos, como el
corazón suyo.
i. 20:9 Cuando los oficiales
acaben de hablar al pueblo. En ese momento los capitanes del ejército, tomarán
el mando, a la cabeza del pueblo.
2.
El pueblo que quiere hacer paz lo harás tributario y te servirá.
a. 20:10 Cuando te acerques a
una ciudad para combatirla, le intimarás la paz.
b. 20:11 Si respondieses: Paz, y
te abre las puertas de la ciudad. Todo el pueblo que en ella se halle, lo harás
tributario, y te servirá.
3.
Harás guerra con el que no quiera paz contigo.
a. 20:12 Pero si no hiciese paz
contigo, y emprendiese guerra contigo, entonces la sitiarás.
b. 20:13 Luego que Jehová tu
Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
c. 20:14 Solamente las mujeres,
los niños, los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás
para ti. Comerás del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te
entregó.
d. 20:15 Así harás a todas las
ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas
naciones.
4.
Matar a todos los habitantes de Canaán.
a. 20:16 Pero las ciudades de
estos pueblos que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con
vida.
b. 20:17 Sino que los destruirás
completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al
jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado.
c. 20:18 Para que no te enseñen
a hacer, según todas sus abominaciones, que ellos han hecho para sus dioses, y peques
contra Jehová su Dios.
5.
No destruirás los árboles frutales de las naciones.
d. 20:19 Cuando sities a alguna
ciudad, peleando contra ella, por mucho tiempo, para capturarla, no destruirás
sus árboles cortándolos con hacha. Porque de ellos podrás comer. No los talarás.
Porque el árbol del campo no es hombre. Para venir contra ti en el sitio.
e. 20:20 Pero el árbol que sepas
que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo. Para construir baluarte contra
la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla.
Capítulo 21
XV. Estatutos cuando habites en tu
heredad.
A. El perdón sobre un homicidio en
su heredad.
1.
El perdón del homicidio sin conocer al homicida.
a. 21:1 Si en la tierra que
Jehová tu Dios te da para que la poseas, fuese hallado alguien muerto, tendido
en el campo, y no se supiese quién lo mató,
b. 21:2 En esa época, tus
ancianos y tus jueces saldrán. Medirán la distancia hasta las ciudades que
están alrededor del muerto.
c. 21:3 Los ancianos de la
ciudad más cercana al lugar donde fuese hallado el muerto, tomarán de las vacas,
a una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo.
d. 21:4 Los ancianos de aquella
ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni
sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle.
e. 21:5 En ese momento, vendrán
los sacerdotes hijos de Leví. Porque a ellos escogió Jehová tu Dios. Para que
le sirvan. Y para bendecir en el nombre de Jehová. Por la palabra de ellos se
decidirá toda disputa y toda ofensa.
f. 21:6 Todos los ancianos de la
ciudad, más cercana al lugar donde fuese hallado el muerto, lavarán sus manos
sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle.
g. 21:7 Protestarán y dirán:
Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.
h. 21:8 Perdona a tu pueblo
Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu
pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
i. 21:9 Y tú quitarás la culpa
de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieses lo que es recto ante
los ojos de Jehová.
B. Contraer matrimonio con
cautivas.
1.
Matrimonio con mujeres cautivas traídas de la guerra.
a. 21:10 Cuando salgas a la
guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregue en tu mano. Y tomaras
de ellos cautivos
b. 21:11 Vieras entre los
cautivos a alguna mujer hermosa, y la codicias, y la tomas como tu mujer.
c. 21:12 La meterás en tu casa; ella
rapará su cabeza, y cortará sus uñas.
d. 21:13 Se quitará el vestido
de su cautiverio, y se quedará en tu casa; llorará a su padre y a su madre un
mes entero. Después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido. Y ella será
tu mujer.
e. 21:14 Si no te agradase, la
dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava,
por cuanto la humillaste.
C. El primogénito de tus hijos
recibirá su herencia.
1.
Derechos de herencia del primogénito.
a. 21:15 Si un hombre tuviese
dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida. La amada y la aborrecida le
hubiesen dado hijos. Y el hijo primogénito fuese de la aborrecida.
b. 21:16 En el día que hiciese
heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al
hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el
primogénito.
c. 21:17 Pero al hijo de la
aborrecida reconocerá como primogénito. Para darle el doble de lo que
correspondiese a cada uno de los demás. Porque él es el principio de su vigor,
y suyo es el derecho de la primogenitura.
D. La rebeldía en los hijos
desobedientes.
1.
En caso de que el hijo le salga rebelde.
a. 21:18 Si alguno tuviese un
hijo contumaz y rebelde, que no obedeciese a la voz de su padre, ni a la voz de
su madre. Y habiéndole castigado, no les obedeciese.
b. 21:19 Entonces lo tomarán su
padre y su madre, lo sacarán ante los ancianos de su ciudad. Y a la puerta del
lugar donde viva.
2.
Mataras al hijo glotón y borracho.
c. 21:20 Dirán a los ancianos de
la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz;
es glotón y borracho.
d. 21:21 En ese momento, todos
los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá. Así quitarás el mal de en
medio de ti, todo Israel oirá, y temerá.
E. Maldición sobre el delito de
crimen de muerte.
1.
Maldito es el colgado de un madero.
a. 21:22 Si alguno hubiese
cometido algún crimen digno de muerte, harás que se muera, colgándolo de un
madero.
b. 21:23 No dejaras que su cuerpo
pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día. Porque por
Dios es maldito el colgado en un madero. No contaminarás tu tierra que Jehová
tu Dios te da por heredad.
Capítulo 22
F. Ofrecerás tu ayuda a tu
hermano.
1. Si se le extravía sus
bienes a tu hermano.
a. 22:1 No te negarás a ayudar,
al buey de tu hermano, o su cordero, si lo vez extraviado. Lo devolverás a tu
hermano.
b. 22:2 Si tu hermano no lo
busca, ni tu vecino, o no lo conocieses. Lo recogerás en tu casa, y estará
contigo hasta que tu hermano lo busque. Y se lo devolverás.
c. 22:3 Así harás con su asno,
así harás también con su vestido, lo mismo harás con toda cosa de tu hermano
que se le perdiese y tú la hallas; no podrás negarle tu ayuda.
2.
Le ayudaras si se cae en el camino sus bienes.
e. 22:4 Si vieses el asno de tu
hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él. Le ayudarás a
levantarlo.
G. El vestido de la mujer y el
hombre.
1. El hombre y la mujer no
usaran vestidos iguales.
a. 22:5 No vestirá la mujer
traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer. Porque abominación es a
Jehová tu Dios, cualquiera que hace esto.
H. Conservar la existencia de
especie del ave.
1. No tomaras los pollos,
junto con la madre.
a. 22:6 Cuando encuentres por el
camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la tierra, con pollos o
huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los huevos, no tomarás la
madre con los hijos.
b. 22:7 Dejarás ir a la madre, y
tomarás los pollos para ti. Para que te vaya bien, y prolongues tus días.
I. Normas sobre edificar, sembrar,
arar y vestir.
1. Cuida de hacer un muro
en el techo de tu casa.
22:8 Cuando edifiques casa
nueva, harás un muro a tu techo. Para preservarlo de caídas. Porque si se cae
alguno de tu techo, no te eches la culpa, de la sangre sobre tu casa.
2.
Siembra una sola especie de semilla.
22:9 No sembrarás tu viña con
semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste,
como el fruto de la viña.
3.
El arado lo harás con animales iguales.
22:10 No ararás con buey y con
asno juntamente.
4.
La tela de vestir no se debe mesclar lana y lino.
22:11 No vestirás ropa de lana y
lino juntamente.
5.
Harás flecos en tu manto.
22:12 Te harás flecos en las
cuatro puntas de tu manto con que te cubras.
J.
Cuidar de la morar de las personas.
1.
Si es aborrecida la mujer y acusada falsamente.
a. 22:13 Cuando alguno tomase
mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciese.
b. 22:14 Si este le atribuyese
faltas que den lugar a que hablar, y dijese: A esta mujer la tomé, me llegué a
ella, y no la hallé virgen.
c. 22:15 En este sentido, el
padre de la joven y su madre. Tomarán y sacarán las señales de la virginidad de
la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta.
d. 22:16 Y dirá el padre de la
joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece.
f. 22:17 Miren, él le atribuye
faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija. Pero ve
aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante
de los ancianos de la ciudad.
g. 22:18 En ese tiempo, los
ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán.
h. 22:19 Le multarán en cien
piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven. Por cuanto esparció
mala fama sobre una virgen de Israel. La tendrá por mujer, y no podrá
despedirla en todos sus días.
2.
Si no es virgen.
22:20 Pero si es verdad que no
se halló virginidad en la joven,
22:21 En ese instante la sacarán
a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y
morirá. Por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre. Así
quitarás el mal de en medio de ti.
3.
La mujer casada y el hombre con que es sorprendida.
a. 22:22 Si fuese sorprendido
alguno, acostado con una mujer casada con marido. Ambos morirán, el hombre que
se acostó con la mujer, y también la mujer; así quitarás el mal de Israel.
4.
La virgen desposada que se acuesta con otro.
a. 22:23 Si hubiese una muchacha
virgen desposada con alguno, alguno la hallase en la ciudad, y se acostase con
ella.
b. 22:24 En ese tiempo, sacaras
a ambos a la puerta de la ciudad, la apedrearás, y morirán. La joven, porque no
dio gritos en la ciudad. Y el hombre, porque humilló a la mujer de su prójimo;
así quitarás el mal de en medio de ti.
5.
La virgen desposada que abusan de ella en el campo.
a. 22:25 Pero si un hombre hallase
en el campo a la joven desposada, y la forzase aquel hombre, acostándose con
ella, morirá solamente el hombre, que se acostó con ella.
b. 22:26 Pero a la joven no le
harás nada; no hay en ella culpa de muerte. Porque como cuando alguno se
levanta contra su prójimo y le quita la vida. Así es este caso.
c. 22:27 Porque él la halló en
el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.
6.
La virgen que es humillada.
a. 22:28 Cuando algún hombre
hallase a una joven virgen que no fuese desposada, la tomase y se acostase con
ella. Y fuesen descubiertos.
b. 22:29 En ese momento, el
hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de
plata. Y ella será su mujer. Por cuanto la humilló; no la podrá despedir en
todos sus días.
7.
A la mujer del padre no la tomarás por mujer.
a. 22:30 Ninguno tomará la mujer
de su padre, ni profanará el lecho de su padre.
Capítulo 23
XVI. Estatutos de la congregación
de Jehová.
A. Personas no permitidas en la
congregación de Israel.
1.
Los que deben ser excluido de la congregación.
a. 23:1 No entrará en la
congregación de Jehová el que tenga magullados los testículos, o amputado su
miembro viril.
b. 23:2 No entrará bastardo en
la congregación de Jehová; ni hasta la décima generación no entrarán en la
congregación de Jehová.
c. 23:3 No entrará amonita, ni
moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos;
no entrarán en la congregación de Jehová para siempre.
d. 23:4 Por cuanto no les
salieron a recibir con pan y agua en el camino, cuando saliste de Egipto. Porque
alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para
maldecirte.
e. 23:5 Pero no quiso Jehová tu
Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios convirtió la maldición, en bendición. Porque
Jehová tu Dios te amaba.
f. 23:6 No procurarás la paz de
ellos, ni su bien en todos los días, para siempre.
g. 23:7 No aborrecerás al
edomita. Porque es tu hermano. No aborrecerás al egipcio. Porque forastero
fuiste en su tierra.
2.
Los hijos en la tercera generación podrán entrar.
a. 23:8 Los hijos que naciesen
de ellos, en la tercera generación, entrarán en la congregación de Jehová.
B. Las personas inmundas en el
campamento.
1.
Se purificará el inmundo.
a. 23:9 Cuando salieses a
campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
b. 23:10 Si hubiese en medio de
ti alguno que no fuere limpio. Por razón de alguna impureza acontecida de
noche, saldrá fuera del campamento, y no entrará en él.
c. 23:11 Pero al caer la noche
se lavará con agua, y cuando se hubiese ocultado el sol, podrá entrar en el
campamento.
d. 23:12 Tendrás un lugar fuera
del campamento adonde salgas.
2.
Lugar de depositar los excrementos.
a. 23:13 Tendrás también entre
tus armas, una estaca; y cuando estuvieses allí fuera, cavarás con ella, en un
lugar, para colocar y cubrir tu excremento.
3.
Tienes que ser santo.
a. 23:14 Porque Jehová tu Dios
anda en medio de tu campamento. Para librarte y para entregar a tus enemigos
delante de ti. Por tanto, tu campamento ha de ser santo. Para que él, no vea en
ti cosa inmunda. Para que no se aparte de ti.
C.
Las cosas que no se permiten en la congregación.
1. Si se escapó de su amo,
no lo devuelvas a su amo.
a. 23:15 No entregarás a su
señor, al siervo, que huye de su amo y se refugia en ti.
b. 23:16 Morará contigo, en
medio de ti, en el lugar que escogiese, en alguna de tus ciudades, donde estuviese
bien. No lo oprimirás.
2.
Las ofrendas que no se permiten.
23:17 No haya ramera de entre
las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
23:18 No traerás la paga de una
ramera, ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios, por ningún voto;
porque abominación es a Jehová tu Dios, tanto lo uno como lo otro.
3.
No se te permite cobrar interés a tu hermano.
a. 23:19 No exigirás de tu
hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que
se suele exigir interés.
b. 23:20 Del extraño podrás
exigir interés, pero de tu hermano no lo exigirás. Para que te bendiga Jehová
tu Dios, en toda obra de tus manos en la tierra adónde vas. Para tomar posesión
de ella.
4.
Debes pagar tus votos a tiempo.
a. 23:21 Cuando haces voto a
Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu
Dios de ti, y sería pecado en ti.
b. 23:22 Pero cuando te
abstengas de prometer, no habrá en ti pecado.
23:23 Pero lo que hubiese salido
de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu
Dios, pagando la ofrenda voluntaria, que prometiste con tu boca.
5.
Deberes con respecto a lo sembrado de uva y trigo.
a. 23:24 Cuando entres en la
viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; pero no pondrás en tu
cesto para llevártelo.
b. 23:25 Cuando entres en la mies
de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano. Pero no pasaras hoz a la
mies de tu prójimo.
D. Lo no permitido en el divorcio.
1. No volverá a tomar la
mujer con que se divorció.
a. 24:1 Cuando alguno tomare
mujer y se casase con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna
cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, y
la despedirá de su casa.
b. 24:2 Una vez que salga de su
casa, podrá ir y casarse con otro hombre.
c.
24:3 Pero si la aborreciese este último, le escribiese carta de divorcio, se la
entregase en su mano, y la despidiese de su casa. O si hubiese muerto el
postrer hombre que la tomó por mujer.
d. 24:4 No podrá su primer
marido, que la despidió, volverla a tomar. Para que sea su mujer, después que
fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir
la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
E. Los recién casados.
1. No podrán salir a la
guerra, ni otra cosa por un año.
a. 24:5 Cuando alguno fuere
recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre
estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
F. El molino de tu hermano.
1.
No tomaras prestados las piezas del molino de tu hermano.
a. 24:6 No tomarás en prenda la
muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda
la vida del hombre.
G. Otros estatutos enseñados por
Moisés.
1. El delincuente del hurto
debe morir.
a. 24:7 Cuando fuese hallado
alguno que hubiese hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le
hubiese esclavizado, o le hubiese vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el
mal de en medio de ti.
2.
La plaga de lepra.
a. 24:8 En cuanto a la plaga de
la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que se enseñó
a los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así debes hacer.
b. 24:9 Acuérdate de lo que hizo
Jehová tu Dios a María en el camino, después que saliste de Egipto.
3.
La ropa prestada.
a. 24:10 Cuando des a tu prójimo
alguna cosa prestándosela, no entrarás en su casa, para buscar la prenda.
b. 24:11 Te quedarás fuera, y el
hombre a quien prestaste, te sacará la prenda.
c. 24:12 Si el hombre fuese
pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda.
24:13 Sin falta le devolverás la
prenda, cuando el sol se ponga. Para que pueda dormir con su ropa, y te bendiga.
Te será por justicia delante de Jehová tu Dios.
4.
Pagaras el sueldo del obrero a su tiempo.
24:14 No oprimirás al jornalero
pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros, que habitan
en tu tierra, dentro de tus ciudades.
24:15 En su día le darás su
jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo. Porque es pobre, y con él sustenta
su vida. Para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.
5.
Cada uno morirá por su pecado.
24:16 Los padres no morirán por
los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
6.
El derecho del extranjero.
24:17 No torcerás el derecho del
extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda.
24:18 Sino que te acordarás que
fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios. Por tanto, yo
te mando esto.
7.
Dejará parte al extranjero, al huérfano y la viuda.
a. 24:19 Cuando siegues tu mies
en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla.
Será para el extranjero. Para el huérfano y para la viuda. Para que te bendiga
Jehová tu Dios, en toda la obra de tus manos.
b. 24:20 Cuando sacudas tus
olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el
extranjero, para el huérfano y para la viuda.
c. 24:21 Cuando vendimies tu
viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y
para la viuda.
d. 24:22 Acuérdate que fuiste
siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.
Capítulo 25
XVII. Decretos de la ley en cuanto
a la justicia.
A. Los azotes del delincuente.
1. Podrás dar solo hasta 40
azotes al delincuente.
a. 25:1 Si hubiese pleito entre
algunos, y acudiesen al tribunal, para que los jueces los juzguen, éstos
absolverán al justo, y condenarán al culpable.
b. 25:2 Si el delincuente
mereciese ser azotado, entonces el juez le postrará en la tierra, y le hará
azotar en su presencia. Según sea su delito, así será el número de azotes.
c. 25:3 Se podrá dar hasta cuarenta
azotes, no más allí; no sea que, si lo hiriesen con muchos azotes más que
éstos, se sienta tu hermano despreciable delante de tus ojos.
d. 25:4 No pondrás bozal al buey,
cuando trillare.
B. El levirato.
1.
El hermano vivo sucederá al que muera sin hijo.
a. 25:5 Cuando los hermanos
habitasen juntos. Y muriese alguno de ellos, sin tener hijo. La mujer del
muerto, no se casará fuera con hombre extraño. Su cuñado, hermano del muerto,
se llegará a ella, y la tomará por su mujer. Y hará con ella parentesco.
b. 25:6 Y el primogénito que
ella diese a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto. Para que el nombre
de este no sea borrado de Israel.
2.
Si el cuñado no quiere, se le llamara descalzado.
a. 25:7 Y si el hombre no quisiese
emparentar con su cuñada. En ese momento la cuñada irá a la puerta, de la
ciudad, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a
su hermano; no quiere emparentar conmigo.
b. 25:8 En ese momento los
ancianos de aquella ciudad lo harán venir, hablarán con él; si él se levantase
y dijere: No quiero tomarla.
c. 25:9 Se acercará entonces su
cuñada a él, delante de los ancianos. Le quitará el calzado del pie, le
escupirá en el rostro, hablará y dirá: Así será hecho al varón, que no quiere
edificar la casa de su hermano.
d. 25:10 Se le dará este nombre
en Israel: La casa del descalzado.
C.
Prevalecer la justicia.
1.
El abuso en la riña es imperdonable.
a. 25:11 Si algunos riñeren uno
con otro, y se acercase la mujer de uno. Para librar a su marido de mano del
que le hiere, y alargando su mano asiese de sus partes vergonzosas.
b. 25:12 Le cortarás entonces la
mano; no la perdonarás.
2.
El peso falso es injusticia.
a. 25:13 No tendrás en tu bolsa
pesa grande y pesa chica.
b. 25:14 Ni tendrás en tu casa Efa
grande y Efa pequeño.
c. 25:15 Pesa exacta y justa
tendrás; Efa cabal y justo tendrás. Para que tus días sean prolongados, sobre
la tierra que Jehová tu Dios te da.
d. 25:16 Porque abominación es a
Jehová tu Dios, cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
3.
Encomendó borrar la memoria de Amalec.
a. 25:17 Acuérdate de lo que
hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto.
b. 25:18 De cómo te salió al
encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que
iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado. Y no tuvo ningún
temor de Dios.
c. 25:19 Por tanto, cuando
Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad. Para que la poseas, borrarás la memoria de
Amalec de debajo del cielo. No lo olvides.
Capítulo 26
XVIII. Decreto de declarar la posesión
de la tierra.
A.
Las ofrendas de las primicias.
1.
Será llevada al lugar que Jehová escogiese.
a. 26:1 Cuando hayas entrado en
la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, tomes posesión de ella y la
habites.
b. 26:2 En aquel tiempo, tomarás
de las primicias de todos los frutos que sacases de la tierra, que Jehová tu
Dios te da. Las pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios
escogiese, para hacer habitar allí su nombre.
2.
Llevando tus ofrendas declaras tu posesión en la tierra.
a. 26:3 Te presentarás al
sacerdote que hubiese en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu
Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos
daría.
b. 26:4 El sacerdote tomará la
canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.
c. 26:5 Entonces hablarás y
dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre. El
cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres. Allí creció. Llegó a
ser una nación grande, fuerte y numerosa;
d. 26:6 Los egipcios nos
maltrataron, nos afligieron, y fueron muy rudos siendo sus servidores.
e. 26:7 Clamamos a Jehová el
Dios de nuestros padres; Jehová oyó nuestra voz, vio nuestra aflicción, nuestro
trabajo y nuestra opresión.
f. 26:8 Jehová nos sacó de
Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, con señales y
con milagros.
g. 26:9 Nos trajo a este lugar,
nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
3.
Le entregarás después de la declaración tus primicias.
26:10 En este momento, he traído
las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Lo dejarás
delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
26:11 Te alegrarás, en todo el
bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y
el extranjero que está en medio de ti.
B. Darás a los al levita, al
extranjero, al huérfano y a la viuda.
1. El tercer año del diezmo
le darás una parte.
a. 26:12 Cuando acabes de diezmar,
todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás
también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda. Y comerán en tus
aldeas. Y se saciarán.
C. Declará solemnemente que Jehová
es tu Dios y le obedecerás.
1.
Declaras la entrega de tus diezmos el tercer año.
a. 26:13 Dirás delante de Jehová
tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa. También lo he dado al levita, al
extranjero, al huérfano y a la viuda. Conforme a todo lo que me has mandado. No
he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
b. 26:14 No he comido de ello en
mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los
muertos. He obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo
que me has mandado.
2.
A Jehová pedirás para que bendiga a su pueblo en su tierra.
26:15 Mira desde tu morada
santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel. En la tierra que nos has
dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
D. Guarda de poner por obras los
estatutos y decretos.
1. Debes hacerlo de todo tu
corazón y con toda tu alma.
a. 26:16 Jehová tu Dios te manda
hoy que cumplas estos estatutos y decretos. Cuida de ponerlos por obra, con
todo tu corazón y con toda tu alma.
b. 26:17 Has declarado
solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, que andarás en sus caminos, guardarás
sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos. Y que escucharás su voz.
2.
Después de tu confesión Jehová declará que eres su propiedad.
a. 26:18 Jehová ha declarado hoy
que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido,
para que guardes todos sus mandamientos.
b. 26:19 A fin de exaltarte
sobre todas las naciones que hizo, para loor, fama y gloria. Para que seas un
pueblo santo a Jehová tu Dios, como él lo ha dicho.
Capítulo 27
XIX. Decreto de escribir la ley en
piedra y del altar de Dios.
A. Levantar piedras en el monte
Ebal.
1.
Escribir las palabras de la ley en piedras grandes.
a. 27:1 Ordenó Moisés, con los
ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaras todos los mandamientos que les
prescribo hoy.
b. 27:2 El día que pases el
Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da. Levantarás un muro de piedras
grandes. La podrás revocar con cal.
c. 27:3 Escribirás en ellas
todas las palabras de esta ley. Cuando hayas pasado. Para entrar en la tierra
que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel. Como Jehová el Dios de
tus padres te ha dicho.
2.
Edificar un altar a Jehová en el monte Ebal.
a. 27:4 Cuando, por tanto, hayas
pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo te mando hoy, en el monte
Ebal, y las revocarás con cal.
b. 27:5 Edificarás allí un altar
a Jehová tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de
hierro.
c. 27:6 De piedras enteras
edificarás el altar de Jehová tu Dios, y ofrecerás sobre el holocausto a Jehová
tu Dios.
d. 27:7 Sacrificarás ofrendas de
paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de Jehová tu Dios.
e. 27:8 Escribirás muy
claramente en las piedras todas las palabras de esta ley.
XX. Decretos de las bendiciones y las
maldiciones.
A. Cumplirás los mandamientos,
estatutos y decretos.
1.
Los que pronunciaran las bendiciones y maldiciones.
a. 27:9 Moisés, con los
sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha,
oh Israel. Hoy has venido a ser pueblo de Jehová tu Dios.
b. 27:10 Oirás, pues, la voz de
Jehová tu Dios, cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno
hoy.
c. 27:11 Mandó Moisés al pueblo
en aquel día.
d. 27:12 Diciéndoles: Cuando
hayas pasado el Jordán, estarán sobre el monte Gerizim. Para bendecir al
pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
e. 27:13 Estarán sobre el monte
Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
2.
Las maldiciones del mandamiento que pronunciaras.
a. 27:14 Hablarán los levitas, y
dirán a todo varón de Israel en alta voz.
b. 27:15 Maldito el hombre que
hiciese escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de
artífice, y la pusiese en oculto. Todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
c. 27:16 Maldito el que deshonrase
a su padre o a su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
d. 27:17 Maldito el que redujese
el límite de su prójimo. Y todo el pueblo dirá: Amén.
e. 27:18 Maldito el que hiciese
errar al ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: Amén.
f. 27:19 Maldito el que
pervirtiese el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y todo el
pueblo dirá: Amén.
g. 27:20 Maldito el que se
acostase con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre.
Y todo el pueblo dirá: Amén.
h. 27:21 Maldito el que se
ayuntase con cualquier bestia. Y todo el pueblo dirá: Amén.
i. 27:22 Maldito el que se
acostase con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y todo el pueblo
dirá: Amén.
j. 27:23 Maldito el que se
acostase con su suegra. Y todo el pueblo dirá: Amén.
k. 27:24 Maldito el que hiriese
a su prójimo ocultamente. Y todo el pueblo dirá: Amén.
l. 27:25 Maldito el que
recibiere soborno, para quitar la vida al inocente. Y todo el pueblo dirá:
Amén.
m. 27:26 Maldito el que no
confirmase las palabras de esta ley, para hacerlas. Y todo el pueblo dirá:
Amén.
3.
Las bendiciones del mandamiento que pronunciaras.
a. 28:1 Acontecerá que, si oyeses
atentamente a la voz de Jehová tu Dios. Para guardar y poner por obra todos sus
mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre
todas las naciones de la tierra.
b. 28:2 Vendrán sobre ti todas
estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyes la voz de Jehová tu Dios.
c. 28:3 Bendito serás tú en la
ciudad, y bendito tú en el campo.
d. 28:4 Bendito el fruto de tu
vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y
los rebaños de tus ovejas.
e. 28:5 Benditas serán tu
canasta y tu artesa de amasar.
f. 28:6 Bendito serás en tu
entrar, y bendito en tu salir.
g. 28:7 Jehová derrotará a tus
enemigos que se levantasen contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por
siete caminos huirán de delante de ti.
h. 28:8 Jehová te enviará su
bendición sobre tus graneros, sobre todo aquello en que pusieses tu mano; y te
bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
i. 28:9 Te confirmará Jehová por
pueblo suyo santo, como te lo ha jurado, cuando guardases los mandamientos de
Jehová tu Dios, y anduvieses en sus caminos.
j. 28:10 Verán todos los pueblos
de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.
k. 28:11 Te hará Jehová
sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y
en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había
de dar.
l. 28:12 Te abrirá Jehová su
buen tesoro, el cielo. Para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo. Y para
bendecir toda obra de tus manos. Prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás
prestado.
m. 28:13 Te pondrá Jehová por
cabeza, y no por cola. Estarás encima solamente, y no estarás debajo. Si
obedecieses los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy. Para que
los guardes y cumplas.
n. 28:14 Si no te apartases de
todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra. Para ir
tras dioses ajenos y servirles.
B. Maldiciones que te alcanzará
por la desobediencia.
1.
La maldición por incumplir los mandamientos.
a. 28:15 Pero acontecerá, si no
oyes la voz de Jehová tu Dios. Para procurar cumplir todos sus mandamientos y
sus estatutos que yo te intimo hoy. Vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y
te alcanzarán.
2.
En tu ciudad, casa y campo.
a. 28:16 Maldito serás tú en la
ciudad, y maldito en el campo.
b. 28:17 Maldita tu canasta, y
tu bandeja de amasar.
c. 28:18 Maldito el fruto de tu
vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus
ovejas.
d. 28:19 Maldito serás en tu
entrar, y maldito en tu salir.
3.
Perecerás por tu maldad.
a. 28:20 Jehová enviará contra
ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieses mano e hicieses,
hasta que seas destruido. Perezcas pronto, a causa de la maldad de tus obras. Por
las cuales me habrás dejado.
b. 28:21 Jehová traerá sobre ti
mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras. Para tomar
posesión de ella.
4.
Enfermedades de virus.
a. 28:22 Jehová te herirá de tuberculosis,
fiebre, inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina, con microbios
de paracitos, baterías y hongos. Te perseguirán hasta que perezcas.
5.
En el ambiente y atmosfera.
a. 28:23 Los cielos que están
sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
b. 28:24 Dará Jehová por lluvia
a tu tierra, polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que
perezcas.
6.
Serás derrotado por tus enemigos en guerra.
a. 28:25 Jehová te entregará
derrotado delante de tus enemigos. Por un camino saldrás contra ellos. Y por
siete caminos huirás delante de ellos. Y serás vejado por todos los reinos de
la tierra.
b. 28:26 Tus cadáveres servirán
de comida a toda ave del cielo y la fiera de la tierra. Y no habrá quien las
espante.
7.
Enfermedades del cuerpo.
a. 28:27 Jehová te herirá con la
úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser
curado.
b. 28:28 Jehová te herirá con
locura, ceguera y turbación de espíritu.
c. 28:29 Palparás a mediodía
como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos. No
serás sino oprimido, robado todos los días, y no habrá quien te salve.
8.
Serás humillado, oprimido, vejado y enloquecerás.
a. 28:30 Te desposarás con
mujer, y otro varón dormirá con ella. Edificarás casa, y no habitarás en ella. Plantarás
viña, y no la disfrutarás.
b. 28:31 Tu buey será matado
delante de tus ojos, y tú no comerás de él. Tu asno será arrebatado de delante
de ti, y no te será devuelto. Tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no
tendrás quien te las rescate.
c. 28:32 Tus hijos y tus hijas
serán entregados a otro pueblo. Tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos
todo el día. Y no habrá fuerza en tu mano.
d. 28:33 El fruto de tu tierra y
de todo tu trabajo lo comerá el pueblo que no conociste. Serás oprimido y
quebrantado todos los días.
e. 28:34 Enloquecerás a causa de
lo que verás con tus ojos.
9.
Enfermaras y serás motivo de burla.
a. 28:35 Te herirá Jehová con
maligna llagas purulentas en las rodillas y en las piernas, desde la planta de
tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.
b. 28:36 Jehová te llevará a ti,
y al rey que hubieses puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus
padres; allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
c. 28:37 Serás motivo de horror,
servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará
Jehová.
10.
Trabajaras mucho pero no prosperaras.
a. 28:38 Sacarás mucha semilla
al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
b. 28:39 Plantarás viñas y
labrarás. Pero no beberás vino, ni recogerás uvas. Porque el gusano se las
comerá.
c. 28:40 Tendrás olivos en todo
tu territorio. Pero no te ungirás con el aceite. Porque tu aceituna se caerá.
d. 28:41 Hijos e hijas
engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
e. 28:42 Toda tu arboleda y el
fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
f. 28:43 El extranjero que
estará en medio de ti, se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy
abajo.
g. 28:44 Él te prestará a ti, y
tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
11.
Te vendrán todas las maldiciones y perecerás.
a. 28:45 Vendrán sobre ti todas
estas maldiciones, te perseguirán, y te alcanzarán. Hasta que perezcas. Por
cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios. Para guardar sus
mandamientos y sus estatutos, que él te mandó.
b. 28:46 Serán en ti por señal y
por maravilla. Y en tu descendencia para siempre.
c. 28:47 Por cuanto no serviste
a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón. Por la abundancia de todas
las cosas.
d. 28:48 Servirás, por tanto, a
tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre, con sed, con desnudez, y
falta de todas las cosas. Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta
destruirte.
e. 28:49 Jehová traerá contra ti
una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación
cuya lengua no entiendas.
f. 28:50 Gente fiera de rostro,
que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño.
g. 28:51 Comerá el fruto de tu
bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas. Y no te dejará grano, ni
mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta
destruirte.
12.
Te sitiará tus enemigos en tus ciudades y te destruirá.
a. 28:52 Pondrá sitio a todas
tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú
confías, en toda tu tierra. Sitiará, a todas tus ciudades y a toda la tierra
que Jehová tu Dios te hubiese dado.
b. 28:53 Te comerás el fruto de
tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en
el sitio. En el apuro con que te angustiará tu enemigo.
c. 28:54 El hombre tierno en
medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la
mujer de su seno. Y al resto de sus hijos que le quedasen.
d. 28:55 Para no dar a alguno de
ellos de la carne de sus hijos, que él comiese. Por no haberle quedado nada, en
el asedio y en el apuro. Con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.
e. 28:56 La tierna y la delicada
entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la
tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su
seno, a su hijo, a su hija,
f. 28:57 Al recién nacido que
sale de entre sus pies, y a sus hijos que diese a luz. Los comerá ocultamente. Por
la carencia de todo, en el asedio y en el apuro. Con que tu enemigo te oprimirá
en tus ciudades.
C. Debes temer y obedecer a Jehová
tu Dios.
1.
Debes cuidar de obedecer a Jehová.
a. 28:58 Si no cuidases de poner
por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro,
temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS.
2.
Vendrá pestes y plagas.
a. 28:59 Entonces Jehová
aumentará maravillosamente tus plagas, las plagas de tu descendencia, plagas
grandes permanentes, enfermedades malignas y permanentes.
b. 28:60 Traerá sobre ti todos
los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.
c. 28:61 Asimismo toda
enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la
enviará sobre ti, hasta que seas destruido.
3.
Serás de poca población y arruinado.
a. 28:62 Quedaras pocos en número,
en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud. Por cuanto no
obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios.
b. 28:63 Así como Jehová se
gozaba en hacerles bien y en multiplicarlos. Así se gozará Jehová en arruinarlos
y en destruirlos. Serás arrancados de sobre la tierra, a la cual entras. Para
tomar posesión de ella.
4.
Esparcido por toda la tierra.
a. 28:64 Jehová te esparcirá por
todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo. Allí
servirás a dioses ajenos que no conociste, tú ni tus padres, al leño y a la
piedra.
b. 28:65 Ni aun entre estas
naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo. Porque allí te dará
Jehová corazón temeroso, desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma.
c. 28:66 Tendrás tu vida como
algo que pende delante de ti. Estarás temeroso de noche y de día. No tendrás
seguridad de tu vida.
28:67 Por la mañana dirás:
¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la
mañana! Por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado. Y por lo que
verán tus ojos.
5.
Vendido por esclavos.
a. 28:68 Y Jehová te hará volver
a Egipto en naves. Por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás. Allí
serás vendidos a vuestros enemigos. Por esclavos y por esclavas. Y no habrá
quien los compre.
Capítulo 29
XXI. El pacto de Dios con Israel en
Moab.
A. Pacto concertado en Horeb.
1.
Les recuerda todas las palabras del pacto en Horeb.
a. 29:1 Estas son las palabras
del pacto que Jehová mandó a Moisés, que celebrase con los hijos de Israel en
la tierra de Moab. Además del pacto que concertó con ellos en Horeb.
b. 29:2 Por tanto Moisés, llamó
a todo Israel, y les dijo: Ustedes han visto todo lo que Jehová ha hecho
delante de sus ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos. Y a
toda su tierra.
c. 29:3 Las grandes pruebas que
vieron sus ojos, las señales y las grandes maravillas.
2.
Todo lo que han pasado para saber que Jehová es su Dios.
a. 29:4 Pero hasta hoy Jehová no
les ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
b. 29:5 Yo los he traído
cuarenta años en el desierto. Sus vestidos no se han envejecido sobre ustedes,
ni sus calzados se ha envejecido sobre sus pies.
c. 29:6 No has comido pan, ni bebiste
vino ni sidra. Para que supieras que yo soy Jehová su Dios.
3.
La guerra sucedida, vendida y repartida la tierra.
a. 29:7 Llegaste a este lugar. Salieron
Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los
derrotamos.
b. 29:8 Tomamos su tierra, y la
dimos por heredad a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés.
B. El pacto de Dios con Israel
confirmado en Moab.
1.
Guarden las palabras del pacto para que prosperen.
29:9 Guardaras, por tanto, las
palabras de este pacto, y las pondrás por obra. Para que prosperes en todo lo
que hicieses.
2.
Jehová confirma el pacto con los hijos de Israel en Moab.
a. 29:10 Ustedes todos están hoy
en presencia de Jehová nuestro Dios. Los cabezas de sus tribus, sus ancianos, sus
oficiales, y todos los varones de Israel.
b. 29:11 Sus niños, sus mujeres,
y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento. Desde el que corta tu
leña hasta el que saca tu agua.
c. 29:1 Para que entres en el
pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy
contigo,
d. 29:13 Para confirmarte hoy
como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha
dicho. Como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
e. 29:14 No solamente con ustedes
hago yo este pacto y este juramento.
3.
Confinación no solo con ellos, sino con su descendencia.
a. 29:15 Sino con los que están
aquí presentes hoy. Con nosotros delante de Jehová nuestro Dios. Sino con los
que no están aquí hoy con nosotros.
b. 29:16 Porque ustedes saben
cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las
naciones, por las cuales hemos pasado.
c. 29:17 Han visto sus
abominaciones, sus ídolos de madera, de piedra, de plata y de oro, que tienen
consigo.
d. 29:18 No sea que haya entre ustedes
varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro
Dios. Para ir a servir a los dioses de esas naciones. No sea que haya en medio
de ustedes, raíz que produzca hiel y ajenjo.
e. 29:19 Suceda que, al oír las
palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz,
aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la
sed.
f. 29:20 No querrá Jehová
perdonarlo, sino que entonces, humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal
hombre. Y se asentará sobre él, toda maldición escrita en este libro. Y Jehová
borrará su nombre de debajo del cielo.
g. 29:21 Lo apartará Jehová de
todas las tribus de Israel, para mal, conforme a todas las maldiciones del
pacto escrito en este libro de la ley.
4.
Serán de escarnios y destruidos sino cumplen el pacto.
a. 29:22 Dirán las generaciones
venideras, sus hijos que se levanten después de ustedes, y el extranjero que
vendrá de lejanas tierras. Cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus
enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar
b. 29:23 La tierra a quedado
infructuosa. Es como la tierra que le siembran azufre y sal, para que no sea
sembrada, ni produzca, ni crezca en ella la hierba del campo. Como sucedió en
la destrucción de Sodoma y de Gomorra. También en Adma y de Zeboim. Las cuales
Jehová destruyó en su furor y en su ira.
c. 29:24 Pero aún, todas las
naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el
ardor de esta gran ira?
d. 29:25 Y responderán: Por
cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con
ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto.
e. 29:26 Fueron y sirvieron a
dioses ajenos, y se inclinaron a ellos a dioses que no conocían. Y que ninguna
cosa les habían dado.
f. 29:27 Por tanto, se encendió
la ira de Jehová contra esta tierra. Para traer sobre ella todas las
maldiciones escritas en este libro.
g. 29:28 Jehová los desarraigó
de su tierra con ira, con furor y con grande indignación. Y los arrojó a otra
tierra, como hoy se ve.
5.
Todo lo revelado pertenece a ustedes y lo secreto a Jehová.
29:29 Las cosas secretas
pertenecen a Jehová nuestro Dios. Más las reveladas son para nosotros y para
nuestros hijos. Para siempre. Para que cumplamos todas las palabras de esta
ley.
Capítulo 30
XXII. Si sucediera la maldición
por desobedecerle.
A. Volverás
a seguir a Jehová y lo obedecerás.
1.
Jehová hará volver a tus cautivos y tendrá misericordia.
a. 30:1 Sucederá que cuando hubiese
venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto
delante de ti. Y te arrepintieses en medio de todas las naciones, adonde te
hubiese arrojado Jehová tu Dios.
b. 30:2 Volverás a seguir a
Jehová tu Dios, y obedecieses a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy. Tú
y tus hijos. Con todo tu corazón y con toda tu alma.
c. 30:3 En ese momento Jehová
hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti. Y volverá a recogerte
de entre todos los pueblos, adonde te hubiese esparcido Jehová tu Dios.
d. 30:4 Aun cuando tus
desterrados estuviesen en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de
allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará.
e. 30:5 te hará volver Jehová tu
Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te
multiplicará más que a tus padres.
2.
Jehová te bendecirá.
a. 30:6 Circuncidará Jehová tu
Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia. Para que ames a Jehová tu
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
b. 30:7 Pondrá Jehová tu Dios
todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te
persiguieron.
c. 30:8 Tú volverás, y oirás la
voz de Jehová. Y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
d. 30:9 Te hará Jehová tu Dios
abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu
bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien. Porque Jehová volverá a gozarse
sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres.
e. 30:10 Cuando obedecieses a la
voz de Jehová tu Dios. Para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos
en este libro de la ley. Cuando vuelvas a seguir a Jehová tu Dios, con todo tu
corazón y con toda tu alma.
B. Tu eres el que eliges entre la vida
y la muerte.
1.
Los mandamientos están en tu boca y en tu corazón.
a. 30:11 Porque este mandamiento
que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
b. 30:12 No está en el cielo,
para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá? ¿Y nos lo
hará oír, para que lo cumplamos?
c. 30:13 Ni está al otro lado
del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo
traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
d. 30:14 Porque muy cerca de ti
está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Para que la cumplas.
2. Escoge el bien para que Jehová te bendiga.
a. 30:15 Mira, yo he puesto
delante de ti hoy la vida y el bien. La muerte y el mal.
b. 30:16 Porque yo te mando hoy
que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, guardes sus mandamientos,
sus estatutos y sus decretos. Para que vivas y seas multiplicado. Y Jehová tu
Dios te bendiga en la tierra a la cual entras. Para tomar posesión de ella.
3.
Escoge el mal, y pronto perecerás.
a. 30:17 Pero si tu corazón se
apartase y no oyeses. Te dejaras extraviar, te inclinases a dioses ajenos y les
sirvieses.
b. 30:18 Yo les protesto hoy que
de cierto perecerán; no prolongaran sus días, sobre la tierra adónde van. Pasando
el Jordán. Para entrar en posesión de ella.
c. 30:19 A los cielos y a la
tierra llamo por testigos hoy contra ustedes. Les he puesto delante la vida y
la muerte. La bendición y la maldición. Escoge, por tanto, la vida. Para que
vivas tú y tu descendencia.
d. 30:20 Amando a Jehová tu
Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él. Porque él es vida para ti. Prolongación
de tus días. A fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres,
Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Capítulo 31
XXIII. Moisés se
despide y Josué tendrá su cargo.
A. Moisés se despide y coloca a Josué como su sucesor.
1. Moisés les dice no
pasara el Jordán por mandato de Dios.
a. 31:1 Moisés les habló estas
palabras a todo Israel.
b. 31:2 Les dijo: Este día soy
de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto
Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán.
2.
Josué será quien pasará contigo el Jordán a Canaán.
a. 31:3 Jehová tu Dios, él pasa
delante de ti. Él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás.
Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.
b. 31:4 Hará Jehová con ellos
como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes
destruyó.
c. 31:5 Los entregará Jehová
delante de ustedes. Harás con ellos conforme a todo lo que les he mandado.
d. 31:6 Esforzaos y cobrad
ánimo; no temas, ni tengas miedo de ellos. Porque Jehová tu Dios es el que va
contigo; no te dejará, ni te desamparará.
3.
Moisés alienta a Josué para poseer la tierra con el pueblo.
a. 31:7 Llamó Moisés a Josué, y
le dijo en presencia de todo Israel. Esfuérzate y anímate. Porque tú entrarás
con este pueblo, a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría. Y tú
harás que la hereden.
b. 31:8 Jehová va delante de ti;
él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará. No temas ni te cohíbas.
B. Moisés escribe la ley y se la
da a los sacerdotes.
1.
En el año de remisión, leerán ante todo el pueblo.
a. 31:9 Escribió Moisés esta
ley, la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de
Jehová, y a todos los ancianos de Israel.
b. 31:10 Les mandó Moisés,
diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de
los tabernáculos.
c. 31:11 Cuando viniese todo
Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios, en el lugar que él escogiese. Leerás
esta ley delante de todo Israel. Para que lo oigan ellos.
d. 31:12 Harás congregar al
pueblo, varones, mujeres, niños, y tus extranjeros que estuviesen en tus
ciudades. Para que oigan y aprendan. Y teman a Jehová su Dios. Y cuiden de
cumplir todas las palabras de esta ley.
e. 31:13 Los hijos de ellos que
no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová su Dios. Todos los días que vivas
sobre la tierra adonde vayas. Pasando el Jordán. Para tomar posesión de ella.
C. Jehová le da el cargo de Moisés
a Josué.
1.
Josué es nombrado para dirigir a Israel.
a. 31:14 Jehová dijo a Moisés:
Mira se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y espera en el
tabernáculo de reunión. Para que yo le dé el cargo. Fueron, por tanto, Moisés y
Josué. Y esperaron en el tabernáculo de reunión.
b. 31:15 Se apareció Jehová en
el tabernáculo, en la columna de nube. Y la columna de nube se puso sobre la
puerta del tabernáculo.
D. Jehová le advierte a Moisés lo
que el pueblo hará.
1.
Dios le revela a Moisés lo que hará Israel en Canaán.
a. 31:16 Jehová dijo a Moisés: Mira,
tú vas a dormir con tus padres. Este pueblo se levantará y fornicará tras los
dioses ajenos de la tierra adónde va. Para estar en medio de ella. Me dejará, e
invalidará mi pacto, que he concertado con él.
b. 31:17 Se encenderá mi furor
contra él en aquel día. Los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro. Serán
consumidos. Vendrán sobre ellos muchos males y angustias. Y dirán en aquel día:
¿No me han venido estos males? ¿Porque no está mi Dios en medio de mí?
c. 31:18 Pero ciertamente yo
esconderé mi rostro en aquel día. Por todo el mal que ellos habrán hecho, por
haberse vuelto a dioses ajenos.
2.
Le pide a Moisés escribir y enseñar un cantico.
a. 31:19 En este momento, escribe
este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel. Haz que lo canten ellos. Para
que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.
b. 31:20 Porque yo les
introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel. Comerán,
se saciarán, y engordarán. Pero se volverán a dioses ajenos, les servirán, y me
enojarán, e invalidarán mi pacto.
c. 31:21 Cuando les viniesen
muchos males y angustias. En ese momento, este cántico responderá en su cara
como testigo. Porque será recordado, por la boca de sus descendientes. Porque
yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la
tierra que juré darles.
d. 31:22 Moisés escribió este
cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.
3.
Moisés dio órdenes a Josué.
31:23 Dio orden a Josué hijo de
Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate. Por tanto, tú introducirás a los hijos de
Israel, en la tierra que les juré. Y yo estaré contigo.
4.
Dio órdenes a los levitas de guardar la ley en el arca.
a. 31:24 Cuando acabó Moisés de
escribir las palabras de esta ley, en un libro hasta concluirse.
b. 31:25 Dio órdenes Moisés, a
los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová.
c. 31:26 Diciéndoles: Toma este
libro de la ley, y colóquenlo al lado del arca del pacto de Jehová nuestro Dios.
Y esté allí por testigo contra ti.
d. 31:27 Porque yo conozco tu
rebelión, y tu dura cerviz. Mira que hoy aun viviendo yo con ustedes, son
rebeldes a Jehová ¿Cuánto más después que yo me haya muerto?
5.
Moisés les exhorta por última vez.
a. 31:28 Congreguen a mí todos
los ancianos de sus tribus, a sus oficiales, y hablaré para que oigan estas
palabras. Llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.
b. 31:29 Porque yo sé que
después de mi muerte, ciertamente se corromperán y se apartarán del camino que les
he mandado. Y que les ha de venir mal en los postreros días. Por haber hecho
mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de sus manos.
5.1.
El cántico fue recitado por Moisés.
a. 31:30 En ese tiempo, habló
Moisés y toda la congregación de Israel escucho. Las palabras de este cántico
hasta acabarlo.
Capítulo 32
XXIV. Moisés recita un canto de
Jehová, y anuncia su muerte.
A. El canto
de Jehová a su pueblo Israel.
1.
Engrandece y proclama a Jehová.
32:1 Escuchen, cielos, y
hablaré. Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
32:2 Goteará como la lluvia
mi enseñanza. Destilará como el rocío mi razonamiento. Como la llovizna sobre
la grama. Y como las gotas sobre la hierba.
32:3 Porque el nombre de
Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios.
32:4 Él es la Roca, cuya obra
es perfecta. Porque todos sus caminos son rectitud. Dios de verdad, y sin
ninguna iniquidad en él. Es justo y recto.
32:5 La corrupción no es
suya; de sus hijos es la mancha. Generación torcida y perversa.
32:6 ¿Así pagás a Jehová? ¿Pueblo
loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.
32:7 Acuérdate de los tiempos
antiguos. Considera los años de muchas generaciones. Pregunta a tu padre, y él
te declarará. A tus ancianos, y ellos te dirán.
32:8 Cuando el Altísimo hizo
heredar a las naciones. Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres. Estableció
los límites de los pueblos. Según el número de los hijos de Israel.
32:9 Porque la porción de
Jehová es su pueblo. Jacob la heredad que le tocó.
32:10 Le halló en tierra de
desierto. Y en yermo de horrible soledad. Lo trajo alrededor, lo instruyó. Lo
guardó como a la niña de su ojo.
32:11 Como el águila que
excita su nidada. Revolotea sobre sus pollos. Extiende sus alas, los toma. Los
lleva sobre sus plumas.
32:12 Jehová solo le guio. Y
con él no hubo dios extraño.
32:13 Lo hizo subir sobre las
alturas de la tierra. Y comió los frutos del campo. E hizo que chupase miel de
la peña. Y aceite del duro pedernal.
32:14 Mantequilla de vacas y
leche de ovejas. Con grosura de corderos. Y carneros de Basán; también machos
cabríos. Con lo mejor del trigo. Y de la sangre de la uva bebiste vino.
32:15 Pero engordó Jesurún, y
tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo
hizo. Y menospreció la Roca de su salvación.
32:16 Les despertaron a celos
con los dioses ajenos. Lo provocaron a ira con abominaciones.
32:17 Sacrificaron a los
demonios, y no a Dios. A dioses que no habían conocido. A nuevos dioses venidos
de cerca. Que no habían temido sus padres.
32:18 De la Roca que te creó
te olvidaste. Te has olvidado de Dios tu creador.
32:19 Y lo vio Jehová, y se
encendió en ira. Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.
32:20 Y dijo: Esconderé de
ellos mi rostro. Veré cuál será su fin. Porque son una generación perversa. Hijos
infieles.
32:21 Ellos me movieron a
celos con lo que no es Dios. Me provocaron a ira con sus ídolos. Yo también los
moveré a celos con un pueblo que no es pueblo. Los provocaré a ira con una
nación insensata.
32:22 Porque fuego se ha
encendido en mi ira. Y arderá hasta las profundidades del Seol. Devorará la
tierra y sus frutos. Y abrasará los fundamentos de los montes.
32:23 Yo amontonaré males
sobre ellos. Emplearé en ellos mis saetas.
32:24 Consumidos serán de
hambre, y devorados de fiebre ardiente. Y de peste amarga. Diente de fieras
enviaré también sobre ellos. Con veneno de serpientes de la tierra.
32:25 Por fuera desolará la
espada. Y dentro de las cámaras el espanto. Así al joven como a la doncella. Al
niño de pecho como al hombre canoso.
32:26 Yo había dicho que los
esparciría lejos. Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos.
32:27 De no haber temido la provocación
del enemigo. No sea que se envanezcan sus adversarios. No sea que digan:
Nuestra mano poderosa. Ha hecho todo esto, y no Jehová.
32:28 Porque son nación
privada de consejos. Y no hay en ellos entendimiento.
32:29 ¡Ojalá fueran sabios,
que comprendieran esto! ¡Y se dieran cuenta del fin que les espera!
32:30 ¿Cómo podría perseguir
uno a mil? Y dos hacer huir a diez mil. Si su Roca no los hubiese vendido. ¿Y
Jehová no los hubiera entregado?
32:31 Porque la roca de ellos
no es como nuestra Roca. Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.
32:32 Porque de la vid de
Sodoma es la vid de ellos. Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos son
uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen.
32:33 Veneno de serpientes es
su vino. Y ponzoña cruel de áspides.
32:34 ¿No tengo yo esto
guardado conmigo? ¿Sellado en mis tesoros?
32:35 Mía es la venganza y la
retribución. A su tiempo su pie resbalará. Porque el día de su aflicción está
cercano. Y lo que les está preparado se apresura.
32:36 Porque Jehová juzgará a
su pueblo. Y por amor de sus siervos se arrepentirá. Cuando viere que la fuerza
pereció. Y que no queda ni siervo ni libre.
32:37 Y dirá: ¿Dónde están
sus dioses? La roca en que se refugiaban.
32:38 ¿Que comían la grosura
de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os
ayuden. Y os defiendan.
32:39 Ved ahora que yo, yo
soy. Y no hay dioses conmigo. Yo hago morir, y yo hago vivir. Yo hiero, y yo
sano. Y no hay quien pueda librar de mi mano.
32:40 Porque yo alzaré a los
cielos mi mano. Y diré: Vivo yo para siempre.
32:41 Si afilase mi
reluciente espada. Y echare mano del juicio. Yo tomaré venganza de mis enemigos.
Y daré la retribución a los que me aborrecen.
32:42 Embriagaré de sangre
mis saetas. Y mi espada devorará carne. En la sangre de los muertos y de los
cautivos. En las cabezas de larga cabellera del enemigo.
32:43 Alabad, naciones, a su
pueblo. Porque él vengará la sangre de sus siervos. Y tomará venganza de sus
enemigos. Hará expiación por la tierra de su pueblo.
2.
Moisés recita el canto.
a. 32:44 Vino Moisés y recitó
todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.
b. 32:45 Acabó Moisés de recitar
todas estas palabras a todo Israel.
c. 32:46 Y les dijo: inclinen su
corazón a todas las palabras que yo les testifico hoy. Para que las manden a sus
hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.
d. 32:47 Porque no es cosa vana;
es su vida. Por medio de esta ley harás prolongar sus días sobre la tierra, adónde
vas. Pasando el Jordán. Para tomar posesión de ella.
B.
La muerte de Moisés es anunciada por Dios.
1.
Dios hablo a Moisés y le anuncia su muerte.
a. 32:48 Habló Jehová a Moisés
aquel mismo día.
b. 32:49 Diciendo: Sube a este
monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab, que está frente a
Jericó. Y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de
Israel.
c. 32:50 Muere en el monte al
cual subes, y sé unido a tu pueblo. Así como murió Aarón tu hermano en el monte
Hor, y fue unido a su pueblo.
2.
No vera la tierra porque no lo santifico ante el pueblo.
d. 32:51 Por cuanto pecaste
contra mí, en medio de los hijos de Israel, en las aguas de Meriba de Cades, en
el desierto de Zin. Porque no me santificaste en medio de los hijos de Israel.
e. 32:52 Verás, por tanto,
delante de ti la tierra. Pero no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos
de Israel.
Capítulo 33
C. Bendición final de Moisés a
Israel.
1.
Moisés antes de morir bendice a Israel.
a. 33:1 Esta es la bendición con
la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.
b. 33:2 Dijo: Jehová vino de
Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán. Y vino
de entre diez millares de santos. Con la ley de fuego a su mano derecha.
c. 33:3 Aun amó a su pueblo. Todos
los consagrados a él estaban en su mano. Por tanto, ellos siguieron en tus pasos.
Recibiendo dirección de ti.
d. 33:4 Cuando Moisés nos
ordenó una ley. Como heredad a la congregación de Jacob.
e. 33:5 Y fue rey en Jesurún.
Cuando se congregaron los jefes del pueblo. Con las tribus de Israel.
2.
Bendice a Rubén.
33:6 Viva Rubén, y no muera.
Y no sean pocos sus varones.
3.
Bendice a Judá.
33:7 Y esta bendición profirió
para Judá. Dijo así: Oye, oh Jehová, la voz de Judá. Y llévalo a su pueblo. Sus
manos le basten. Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
4.
Bendice a Leví.
a. 33:8 A Leví dijo: Tu
Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso. A quien probaste en Masah. Con
quien contendiste en las aguas de Meriba,
b. 33:9 Quien dijo de su
padre y de su madre: Nunca los he visto. Y no reconoció a sus hermanos. Ni a
sus hijos conoció. Pues ellos guardaron tus palabras. Y cumplieron tu pacto.
c. 33:10 Ellos enseñarán tus
juicios a Jacob. Y tú ley a Israel. Pondrán el incienso delante de ti. Y el
holocausto sobre tu altar.
d. 33:11 Bendice, oh Jehová,
lo que hiciesen. Y recibe con agrado la obra de sus manos. Hiere los lomos de
sus enemigos. Y de los que lo aborrecieren. Para que nunca se levanten.
5.
Bendice a Benjamín.
a. 33:12 A Benjamín dijo:
El amado de Jehová habitará confiado cerca de él. Lo cubrirá siempre. Y
entre sus hombros morará.
6.
Bendice a José.
a. 33:13 A José dijo: Bendita
de Jehová sea tu tierra. Con lo mejor de los cielos, con el rocío. Y con el
abismo que está abajo.
b. 33:14 Con los más
escogidos frutos del sol. Con el rico producto de la luna.
c. 33:15 Con el fruto más
fino de los montes antiguos. Con la abundancia de los collados eternos.
d. 33:16 Y con las mejores
dádivas de la tierra y su plenitud. Y la gracia del que habitó en la zarza. Venga
sobre la cabeza de José. Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus
hermanos.
e. 33:17 Como el primogénito
de su toro es su gloria. Y sus astas como astas de búfalo. Con ellas acorneará
a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra. Ellos son los diez millares
de Efraín. Y ellos son los millares de Manasés.
7.
Bendice a Zabulón y a Isacar.
a. 33:18 A Zabulón dijo: Alégrate,
Zabulón, cuando salieres. Y tú, Isacar, en tus tiendas.
b. 33:19 Llamarán a los
pueblos a su monte. Allí sacrificarán sacrificios de justicia. Por lo cual
chuparán la abundancia de los mares. Y los tesoros escondidos de la arena.
8.
Bendice a Gad.
a. 33:20 A Gad dijo: Bendito
el que hizo ensanchar a Gad. Como león reposa. Y arrebata brazo y testa.
b. 33:21 Escoge lo mejor de
la tierra para sí. Porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y
vino en la delantera del pueblo. Con Israel ejecutó los mandatos y los justos
decretos de Jehová.
9.
Bendice a Dan.
a. 33:22 A Dan dijo: Dan
es cachorro de león. Que salta desde Basán.
10.
Bendice a Neftalí.
a. 33:23 A Neftalí dijo: Neftalí,
saciado de favores. Y lleno de la bendición de Jehová. Posee el occidente y el
sur.
11.
Bendice a Aser.
a. 33:24 A Aser dijo: Bendito
sobre los hijos sea Aser. Sea el amado de sus hermanos. Y moje en aceite su
pie.
b. 33:25 Hierro y bronce serán
tus cerrojos. Y como tus días serán tus fuerzas.
12.
Exaltación al Eterno.
a. 33:26 No hay como el Dios
de Jesurún. Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda. Y sobre las nubes con
su grandeza.
b. 33:27 El eterno Dios es tu
refugio. Y acá abajo los brazos eternos. El echó de delante de ti al enemigo. Y
dijo: Destruye.
c. 33:28 E Israel habitará
confiado, la fuente de Jacob habitará sola, En tierra de grano y de vino. También
sus cielos destilarán rocío.
d. 33:29 Bienaventurado tú,
oh Israel. ¿Quién como tú? Pueblo salvo por Jehová. Escudo de tu socorro. ¿Y
espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados. Y tú hollarás
sobre sus alturas.
Capítulo 34
D. La muerte de Moisés.
1.
Dios le muestra a Moisés toda la tierra.
a. 34:1 Subió Moisés de los
campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de
Jericó. Le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan.
b. 34:2 todo Neftalí, y la
tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental.
c. 34:3 El Neguev, y la llanura,
la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar.
d. 34:4 Y le dijo Jehová: Esta
es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob. Diciendo: A tu
descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, Pero no pasarás hasta
allá.
2.
En el monte Nebo, en Moab muere Moisés.
a. 34:5 Y murió allí Moisés
siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.
b. 34:6 Lo enterró en el valle,
en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor. Ninguno conoce el lugar de su
sepultura hasta hoy en día.
3.
Moisés muere a los ciento vente años.
a. 34:7 Era Moisés de edad de
ciento veinte años cuando murió. Sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su
vigor.
b. 34:8 Y lloraron los hijos de
Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días. Así se cumplieron los días
del lloro y del luto de Moisés.
c. 34:9 Y Josué hijo de Nun fue
lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él.
Los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.
4.
Moisés fue profeta de Dios formidable.
d. 34:10 Nunca más se levantó
profeta en Israel como Moisés, quien haya conocido Jehová cara a cara.
34:11 nadie como él en todas las
señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto. A Faraón, a
todos sus siervos y a toda su tierra.
34:12 En el gran poder, en los
hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.
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