1 de Reyes

 

Capítulo 1

I. El rey Salomón sucesor del rey David.

A. Adonaís se hace coronar como rey de Israel.

1. La sunamita le da calor en su vejes a el rey David.

a. 1:1 Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba.

b. 1:2 Por tanto le dijeron, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen. Para que esté delante del rey y lo abrigue. Y duerma a su lado. Y entrará en calor mi señor el rey.  

c. 1:3 Buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey.

d. 1:4 La joven era hermosa; ella abrigaba al rey, y le servía. Pero el rey nunca estuvo con ella.

2. El hijo de David Adonías se corona rey.

a. 1:5 En este tiempo, Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Había adquirió carros, gentes y caballos, con cincuenta hombres que corriesen delante de él.  

b. 1:6 Y su padre nunca lo había afligido en todos sus años, respecto a decirle: ¿Por qué haces esto? Además, era muy hermoso su parecer. Y había nacido después de Absalón.

c. 1:7 Y se había puesto de acuerdo con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, los cuales ayudaban a Adonías.

d. 1:8 Pero el sacerdote Sadoc, y Benaía hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y todos los grandes de David, no seguían a Adonías.

e. 1:9 Matando Adonías ovejas, vacas y animales gordos, junto a la peña de Zohelet, la cual está cerca de la fuente de Rogel. a

f. 1:9 Había invitado a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey. b

g. 1:10 Pero no invito al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.

3. Natán aconseja a Betsabé.

a. 1:11 En esa ocasión, habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor?

b. 1:12 Ven escuchame y te daré mi consejo. Para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón.

c. 1:13 Ve acercarte al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, ¿y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, motivo, reina Adonías?

d. 1:14 Y estando tú aun hablando con el rey, yo entraré tras de ti reafirmando tus razones.

4. Betzabé acude al rey David.

a. 1:15 Enseguida Betsabé entró en la cámara del rey; y el rey era muy viejo. Y Abisag sunamita le servía.  

b. 1:16 Betsabé se inclinó, e hizo reverencia ante el rey. Y el rey dijo: ¿Qué quieres?  

c. 1:17 Y ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono.

d. 1:18 Y en este instante Adonías reina. Y tú, mi señor rey, no lo sabes hasta ahora.

e. 1:19 Ha matado bueyes, animales gordos, y muchas ovejas. Y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar. Y a Joab general del ejército; más a Salomón tu siervo no ha convidado.

f. 1:20 Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti. Para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él.

g. 1:21 De otra manera sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón, seremos acusados de culpables.  

5. Natán habla con el rey David.

a. 1:22 Mientras aún hablaba ella con el rey, se presentó el profeta Natán.

b. 1:23 Avisándoles al rey, diciendo: Aquí se encuentra el profeta Natán; el cual, cuando paso a ver al rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a la tierra.

c. 1:24 Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿Si tú has dicho: Adonías reinará después de mí, ¿y él se sentará en mi trono?

d. 1:25 Porque hoy ha procedido, matando bueyes, animales gordos y muchas ovejas. Y ha invitado a todos los hijos del rey. Y a los capitanes del ejército. Y también al sacerdote Abiatar. a

e. 1:25 En este instante, están comiendo y bebiendo delante de él, diciendo: ¡Viva el rey Adonías! b

f. 1:26 Pero ni a mí, tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha invitado.

g. 1:27 ¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos? ¿quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey, después de él?

B. Salomón es ungido como rey de Israel.

1. David confirma a Salomón como rey.

a. 1:28 En ese momento el rey David respondió y dijo: Llamame a Betsabé. Ella entró a la presencia del rey, y estando delante del rey.

b. 1:29 El rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia.  

c. 1:30 Como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono, en mi lugar; Así hoy lo haré.

d. 1:31 En ese instante Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro en tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.

e. 1:32 Y el rey David dijo: Llamame al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.

2. El rey David envía a ungir a Salomón.

a. 1:33 Y el rey les dijo: Lleven con ustedes los siervos de su señor. Monten a Salomón mi hijo en mi mula, y llévenlo a Gihón.

b. 1:34 Allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel. Y tocaras la trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón!

c. 1:35 Después irán ustedes detrás de él. Él ira y se sentará en mi trono. Y él reinará por mí. Porque a él he escogido. Para que sea príncipe sobre Israel. Y sobre Judá.

d. 1:36 En esto, Benaía hijo de Joiada respondió al rey y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey.

e. 1:37 De la manera que Jehová ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David.

3. Salomón sucesor del rey David, rey de Israel.

a. 1:38 Fueron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y el cuerpo de guardia del rey. Los cereteos y peleteos. Montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

b. 1:39 Y agarrando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón. Y tocaron la trompeta. Y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!

c. 1:40 Después el pueblo siguió al rey Salomón. Cantando la gente con flautas y manifestaban gran alegría. Que parecía, que la tierra se hundía con la bulla de ellos.

4. Avisan a Adonías que han ungido a Salomón.

a. 1:41 Y lo oyó Adonías, y todos los invitados que estaban con él, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con bullicios?  

b. 1:42 Mientras él aún hablaba, vino Jonatán hijo del sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente, que traerás buenas noticias.

c. 1:43 Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón.  

d. 1:44 Y el rey ha enviado con él, al sacerdote Sadoc y al profeta Natán. Y a Benaía hijo de Joiada. También a los guardias Cereteos y a los peleteos. Los cuales le montaron en la mula del rey;

e. 1:45 El sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón. De allí han ido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Por esta razón has oído este alboroto.

f. 1:46 También Salomón se ha sentado en el trono del reino.

g. 1:47 Y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.  

5. Adonías le teme a Salomón como rey.

a. 1:48 Además el rey ha dicho así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, y mis ojos lo han visto.

b. 1:49 Ellos en ese instante se estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías. Y se fue cada uno por su camino.

c. 1:50 Pero, Adonías, temiendo de la presencia de Salomón, se levantó y se fue. Aferrándose a los cuernos del altar.

5.1. Adonías por temor a Salomón se aferra del artar.

a. 1:51 Y avisaron a Salomón, diciendo:  Mira, Adonías tiene miedo del rey Salomón. Porque se ha aferrado de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo.

b. 1:52 Y Salomón dijo: Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra. Pero si se halla mal en él, morirá.

c. 1:53 Y envió el rey Salomón a buscarlo, y lo trajeron del altar. Y él vino. Y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

Capítulo 2

C. Muerte del rey David.

1. David antes de su muerte aconseja a su hijo Salomón.

a. 2:1 Y acercándose los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón, diciendo:

b. 2:2 Yo voy por el camino de todos en la tierra. Sé, pues, fuerte y sé hombre.

c. 2:3 Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas.

d. 2:4 Para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo, diciendo: "Si tus hijos guardan su camino, andando delante de mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará hombre sobre el trono de Israel."

2. David antes de morir da órdenes a su hijo Salomón.

a. 2:5 También sabés lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos comandantes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató. También derramó sangre de guerra en tiempo de paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies.

b. 2:6 Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol en paz.

c. 2:7 Más muestra bondad a los hijos de Barzilai galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa. Porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.

d. 2:8 Y he aquí, está contigo Simei, hijo de Gera, benjamita de Bahurim. Él fue el que me maldijo con una terrible maldición el día que yo iba a Mahanaim. Mas cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el SEÑOR, diciendo: "No te mataré a espada."

e. 2:9 Pero ahora, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio sabrás lo que debes hacer con él. Y harás que desciendan sus canas con sangre al Seol.

7. Muerte del rey David y años de su reino.

a. 2:10 Y durmió David con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David.

b. 2:11 El tiempo que David reinó sobre Israel fueron cuarenta años. Siete años reinó en Hebrón. Treinta y tres años reinó en Jerusalén.

II. El rey Salomón.

A. Salomón en el trono de David.

1. Adonías pide por mujer a la sunamita.

a. 2:12 Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme, en gran manera.

b. 2:13 En esa época, Adonías hijo de Haguit, hermano de Salomón, vino a Betsabé madre de Salomón. Y ella le pregunto ¿Es tu venida de paz? El respondió. Sí, de paz.

c. 2:14 Luego le hablo diciendo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Di.

d. 2:15 Él dijo: Tú sabés que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro. Para que yo reinara. Pero el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano. Porque por Jehová era suyo.

e. 2:16 Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.

f. 2:17 El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón. (Porque él no te lo negará). Para que me dé Abisag sunamita por mujer.

g. 2:18 Y Betsabé dijo: Bien. Yo hablaré por ti al rey. 

2. Salomón le desagrada la petición de Adonaís.

a. 2:19 Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla. Y se inclinó ante ella. Y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla, para su madre. Y ella se sentó a su diestra.

b. 2:20 Y ella le dijo: Una pequeña petición pretendo de ti. No me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré.

c. 2:21 Y ella le dijo: Dale Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.

d. 2:22 El rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué me pide a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino. Porque él es mi hermano mayor. Y ya tiene también al sacerdote Abiatar. Y a Joab hijo de Sarvia.

3. Salomón sentencia Adonías y Benaía lo mata.

a. 2:23 Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada. Contra su vida ha hablado Adonías estas palabras|     .

b. 2:24 Por tanto, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre. Y quien me ha hecho casa, como me había dicho. Que hoy morirá Adonías.

c. 2:25 En ese momento, el rey Salomón envió a Benaía hijo de Joiada. Para matarlo, él se arremetió contra Adonías, y murió.

4. Salomón destituye del sacerdocio a Abiatar.

a. 2:26 Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades. Porque eres digno de muerte. Pero no te mataré hoy. Por cuanto has llevado el Arca de Jehová el Señor delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas tal cómo fue afligido mi padre.

b. 2:27 Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, y se cumplió la palabra de Jehová. Hablada sobre la casa de Elí en Silo.

B. El rey Salomón obedece las ordenes de David su padre.

1. El rey Salomón sentencia a Joab y Benaía lo mata.

a. 2:28 Joab se entera de la noticia. Porque también Joab se había unido a Adonías. Y no cuidado de Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de Jehová. Y se aferró de los cuernos del altar.

b. 2:29 Y le informaron a Salomón que Joab, había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y arremete contra él.

c. 2:30 Entró Benaía al tabernáculo de Jehová, y le dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí moriré. Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió.

d. 2:31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho. Matale y entierrale. Quita de mí y de la casa de mi padre, la sangre que Joab ha derramado injustamente.

e. 2:32 Y Jehová hará volver su sangre sobre su cabeza. Porque él ha dado muerte a dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a espada. Sin que mi padre David supiese nada. A Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá.

f. 2:33 La sangre, por tanto, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre. Mas sobre David, sobre su descendencia, sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová.

g. 2:34 En ese momento, Benaía hijo de Joiada, subio, se arremetió contra él, y lo mató. Siendo sepultado en su casa en el desierto.

2. El rey Salomón coloca a Banaía sobre el ejército.

a. 2:35 Y el rey colocó en su lugar a Benaía hijo de Joiada sobre el ejército. Y el rey colocó a Sadoc, por sacerdote en lugar de Abiatar.  

3. El rey Salomón advierte a Simei.

a. 2:36 Después envió el rey e hizo venir a Simei, y le dijo: Edificate una casa en Jerusalén y mora ahí. Y no salgas de allí a una parte ni a otra.

b.  2:37 Porque sabes, de cierto que el día que salieres y pasares el torrente de Cedrón. Sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu cabeza.

c. 2:38 Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.

d. 2:39 Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. Y avisaron a Simei, diciendo: Mira, tus siervos están en Gat.

4. El rey Salomón envía a matar a Simei.

a. 2:40 En ese instante, Simei se dispuso y ensilló su asno, se fue a Aquis en Gat. Para buscar a sus siervos. Fue enseguida, Simei y trajo sus siervos de Gat.

b. 2:41 Luego avisaron a Salomón, que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto.

c. 2:42 En esta razón, el rey envió a que viniese Simei, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por Jehová, y te protesté diciendo: El día que salieras y fueras de acá o allá, ¿sabés que dé cierto que morirás? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco.

d. 2:43 ¿Por qué motivo, no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse?

e. 2:44 Dijo además el rey a Simei: Tú sabe todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David. Jehová. Por tanto, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza. 2Sa 16:7-13; 1Re 2:8

f. 2:45 Y el rey Salomón será bendito. Y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová. a

g. 2:46 En ese momento, el rey mandó a Benaía hijo de Joiada, el cual salió, lo hirió, y murió. Y el reino de Salomón fue confirmado en su mano.

Capítulo 3

C. El rey Salomón pide sabiduría a Dios.

1. Salomón emparenta con Faraón rey de Egipto.

a. 3:1 Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto. Se casó con la hija de Faraón. Y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa. Y la casa de Jehová. Y los muros de Jerusalén alrededor.

2. Salomón ora pidiendo sabiduría.

a. 3:2 Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos. Porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos.

b. 3:3 Pero, Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

c. 3:4 E iba el rey a Gabaón. Porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba Salomón sobre aquel altar; mil holocaustos.

d. 3:5 Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.

e. 3:6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre. Porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo. Y tú le has tenido esta tu gran misericordia. En que le diste hijo, que se sentase en su trono, como sucede en este día.

f. 3:7 Con todo eso, Jehová Dios mío, tú me has colocado a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre. Yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.

g. 3:8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste. Un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.

3. Dios se agradó de la petición de Salomón.

a. 3:9 Da, por tanto, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

b. 3:10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.

c. 3:11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio,

d. 3:12 Así que, lo he hecho conforme a tus palabras. En este momento, te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

e. 3:13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

f. 3:14 Si anduvieras en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo hare que mueras muy viejo.

g. 3:15 Cuando Salomón despertó, vio que era un sueño. Fue a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová. Y sacrificó holocaustos. Y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

4. La sabiduría de Salomón resuelve un caso difícil.

a. 3:16 En aquel tiempo fueron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.

b. 3:17 Dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa. Y yo di a luz estando con ella en la casa.

c. 3:18 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también. Y vivimos nosotras juntas; ninguno de los de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.

d. 3:19 Y una noche el hijo de esta mujer murió. Porque ella se acostó sobre él.

e. 3:20 Y se levantó a medianoche. Y agarro a mi hijo que estaba junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, lo puso a su lado. Y puso al lado mío su hijo muerto.

f. 3:21 Cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo. En ese momento vi estaba muerto. Pero lo pude observé fue en la mañana. Y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.

g. 3:22 En la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.

h. 3:23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, pero el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive.

i. 3:24 Y dijo el rey: Traeme una espada. Y trajeron al rey una espada.

j. 3:25 En seguida el rey dijo: Partan por la mitad al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra.

k. 3:26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey. (Porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo) y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo mates. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; píquenlo.

l. 3:27 En ese momento el rey respondió y dijo: Den a aquélla el hijo vivo, y no lo mates; ella es su madre.

m. 3:28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

Capítulo 4

D. La riqueza del reino de Israel y el rey Salomón.

1. Los funcionarios del reino de Salomón

a. 4:1 Reinó, por tanto, el rey Salomón sobre todo Israel.

b. 4:2 Y estos fueron los jefes que tuvo: Azarías hijo del sacerdote Sadoc.

c. 4:3 Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, secretarios. Josafat hijo de Ahilud, canciller.

d. 4:4 Benaía hijo de Joiada sobre el ejército. Sadoc y Abiatar, los sacerdotes.

e. 4:5 Azarías hijo de Natán, sobre los gobernadores. Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey.

f. 4:6 Ahisar, mayordomo y Adoniram hijo de Abda, sobre el tributo.

g. 4:7 Tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo, por un mes, en el año.

2. Los gobernadores de Israel.

a. 4:8 Y estos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín.

b. 4:9 El hijo de Decar en Macaz, en Saalbim, en Bet-semes, en Elón y en Bet-hanán.

c. 4:10 El hijo de Hesed en Arubot; éste tenía también a Soco y toda la tierra de Hefer.

d. 4:11 El hijo de Abinadab en todos los territorios de Dor; éste tenía por mujer a Tafat hija de Salomón.

e. 4:12 Baana hijo de Ahilud en Taanac y Meguido, en toda Bet-seán, que está cerca de Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de Jocmeam.

f. 4:13 El hijo de Geber en Ramot de Galaad; éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad. Tenía también la provincia de Argob que estaba en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce.

g. 4:14 Ahinadab hijo de Iddo en Mahanaim.

h. 4:15 Ahimaas en Neftalí; éste tomó también por mujer a Basemat hija de Salomón.

I. 4:16 Baana hijo de Husai, en Aser y en Alot;

j. 4:17 Josafat hijo de Parúa, en Isacar;

k. 4:18 Simei hijo de Ela, en Benjamín;

l. 4:19 Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los amorreos y de Og rey de Basán. Este era el único gobernador en aquella tierra.

3. Riquezas y sabiduría de Salomón

a. 4:20 Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar, en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

b. 4:21 Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos. Y el límite con Egipto. Traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.

c. 4:22 Y la provisión de Salomón, para cada día era de treinta coros de flor de harina, sesenta coros de harina,

d. 4:23 Diez bueyes gordos, veinte bueyes de pasto y cien ovejas. Sin los ciervos, gacelas, corzos y aves gordas.

e. 4:24 Porque él señoreaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Éufrates. Y tuvo paz por todos lados alrededor.

f. 4:25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra. Y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.

g. 4:26 Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas, para sus carros, y doce mil jinetes.

h. 4:27 Estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes. Y hacían que nada faltase.

i. 4:28 Hacían también traer cebada, paja, para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba. Cada uno conforme al turno que tenía.

j. 4:29 Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes. Y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

k. 4:30 Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios.

l. 4:31 Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol. Y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.

4. Salomón compuso proverbios y cantares.

a. 4:32 Y compuso tres mil proverbios. Y sus cantares fueron mil cinco.

b. 4:33 También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo, disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.

c. 4:34 Para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.

Capítulo 5.

III. La sabiduría, riquezas y las edificaciones de Salomón.

A. Los materiales para construir el templo.

1. El rey Salomón envía a cortar cedro del Líbano.

a. 5:1 Hiram rey de Tiro también envió a sus siervos a Salomón. Luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David.

b. 5:2 En ese tiempo Salomón envió a decir a Hiram.

c. 5:3 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar la casa a nombre de Jehová su Dios. Por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.

d. 5:4 En esta época, Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes. Porque ni hay adversarios, ni mal que temer.

e. 5:5 Yo, por tanto, he determinado, en este tiempo edificar la casa a nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en tu lugar en tu trono, él edificará a mi nombre casa.

f. 5:6 Manda, en este momento, que me corten cedros del Líbano. Y mis siervos estarán con los tuyos. Y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.

g. 5:7 Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David, sobre este pueblo tan grande.

2. El rey hace convenio por la madera con Hiram.

a. 5:8 Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído lo que me mandaste a decir; yo haré todo lo que te plazca acerca de la madera de cedro y la madera de ciprés.

b. 5:9 Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar, y la enviaré en balsas por mar hasta el lugar que tú me señales, y allí se desatará, y tú la trasportaras. Y tú cumplirás mi deseo, al dar de comer a mi familia.

c. 5:10 Dio, Hiram a Salomón, en ese tiempo, madera de cedro y madera de ciprés, toda la que quiso.

d. 5:11 Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram cada año.

3. Jehová da sabiduría para la mano de obra en la contrición.

a. 5:12 Jehová, por tanto, dio sabiduría a Salomón como le había dicho; hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron pacto entre ambos.

b. 5:13 El rey Salomón decretó leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres en las embarcaciones de transporte.

c. 5:14 Los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas. Y Adoniram estaba encargado de aquella leva.

d. 5:15 Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte.

e. 5:16 Sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían a cargo el pueblo que hacía la obra.

5:17 Mandó el rey que trajesen piedras grandes, piedras costosas, para los cimientos de la casa, y piedras labradas.

5:18 Los albañiles de Salomón, los de Hiram, y los hombres de Gebal. Cortaron, prepararon la madera y la cantería, para labrar la casa.

Capítulo 6

B. Arquitectura de la construcción del Templo.

1. Medidas de la construcción del templo.

a. 6:1 En el año cuatrocientos ochenta, después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová.

b. 6:2 La casa que el rey Salomón edificó a Jehová, tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho, y treinta codos de alto.

c. 6:3 Y el pórtico delante del templo de la casa tenía veinte codos de largo a lo ancho de la casa, y el ancho delante de la casa era de diez codos.

2. Fabricación de las paredes, ventanas y puertas.

a. 6:4 E hizo a la casa ventanas anchas por dentro y estrechas por fuera.

b. 6:5 Edificó también junto al muro de la casa aposentos alrededor, contra las paredes de la casa alrededor del templo y del lugar santísimo; e hizo cámaras laterales alrededor.

c. 6:6 El aposento de abajo era de cinco codos de ancho, el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete codos de ancho. Porque por fuera había hecho disminuciones a la casa alrededor. Para no empotrar las vigas en las paredes de la casa.

d. 6:7 Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.

e. 6:8 La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa. Se subía por una escalera de caracol en el del medio, y del aposento en el medio del tercero.

f. 6:9 Labró, por tanto, la casa, y la terminó. Y la cubrió con artesonados de cedro.

g. 6:10 Edificó asimismo el aposento alrededor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro.

3. Jehová hablo a Salomón respecto a la casa.

a. 6:11 Y vino palabra de Jehová a Salomón.

b. 6:12 Le dijo: Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieras en mis estatutos e hicieras mis decretos, y guardaras todos mis mandamientos andando en ellos. Yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre.

c. 6:13 Y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel. Y no dejaré a mi pueblo Israel.

 4. Las paredes, pisos y techo, los adorno y cubrió de oro.

a. 6:14 De esta manera Salomón labró la casa y la terminó.

b. 6:15 Y cubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las vigas de todo el techo. También cubrió el pavimento con madera de ciprés.

c. 6:16 Asimismo hizo al final de la casa un edificio de veinte codos, de tablas de cedro desde el suelo hasta lo más alto. Así hizo en la casa un aposento, que es el lugar santísimo.

d. 6:17 Delante de la casa, es decir; el templo, tenía cuarenta codos.

e. 6:18 La casa estaba cubierta de cedro por dentro. Tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era de cedro y ninguna piedra se veía.

f. 6:19 Y adornó el lugar santísimo por dentro, en medio de la casa. Para poner allí el arca del pacto de Jehová.

g. 6:20 El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura. Y lo cubrió de oro purísimo. Asimismo, cubrió de oro el altar de cedro.

5. Toda la casa por dentro y por fuera la cubrió de oro.

a. 6:21 De manera que Salomón cubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del santuario con cadenas de oro, y lo cubrió de oro.

b. 6:22 Cubrió, en ese tiempo, de oro toda la casa de arriba abajo, y asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo.

c. 6:23 Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

d. 6:24 Una de las alas del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos. Así que había diez codos desde la punta de un ala, hasta la punta de la otra.

e. 6:25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos. Porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

f. 6:26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

g. 6:27 Colocó estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo. Los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared. Y las otras dos alas se tocaban, la una a la otra en medio de la casa.

h. 6:28 Y cubrió de oro los querubines.

i. 6:29 Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras y de botones de flores. Por dentro y por fuera.

j. 6:30 Y cubrió de oro el piso de la casa. Por dentro y por fuera.

6. Contrición de la entrada con todos sus acabados.

a. 6:31 A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo; el umbral y los postes eran de cinco esquinas.

b. 6:32 Las dos puertas eran de madera de olivo. Talló, en ellas, figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores. Y las cubrió de oro. Cubrió también de oro, los querubines y las palmeras.

c. 6:33 Igualmente hizo a la puerta del templo, postes cuadrados de madera de olivo.

d. 6:34 Pero las dos puertas eran de madera de ciprés. Y las dos hojas de una puerta giraban. Y las otras dos hojas de la otra puerta también giraban.

e. 6:35 Y talló en ellas querubines, palmeras y botones de flores. Y las cubrió de oro ajustado a las talladuras.

f. 6:36 Edificó el atrio interior de tres hileras de piedras labradas, y de una hilera de vigas de cedro.

g. 6:37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa de Jehová.

7. El templo se construye en 7 años con todos sus acabados.

a. 6:38 Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, en un tiempo de siete años.

Capítulo 7

C. Salomón construye su palacio y el mobiliario del templo.

1. Construcción de la casa de Salomón y la del Líbano.

a. 7:1 Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.

b. 7:2 Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.

c. 7:3 Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas.

d. 7:4 Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras.

e. 7:5 Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.

f. 7:6 También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.

g. 7:7 Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.

2. Construcción de la casa de su mujer la hija de Faraón.

a. 7:8 Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón, para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, una casa de hechura semejante a la del pórtico.

b. 7:9 Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio.

c. 7:10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.

d. 7:11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro.

e. 7:12 En el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro. Y así también el atrio interior de la casa de Jehová. Y el atrio de la casa.

3. El mobiliario del templo fue fabricado por Hiram.

a. 7:13 Envió a buscar el rey Salomón, a Tiro a Hiram. Y él vino. 

b. 7:14 Hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro. E Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, en ese tiempo, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.

3.1. Fabricación de las columnas y sus capiteles de bronce.

a. 7:15 Fabricó dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, rodeaba a una y otra un hilo de doce codos.

b. 7:16 También fabrico dos capiteles de fundición de bronce. Para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos.

c. 7:17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas. Para los capiteles que se colocaron sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.

d. 7:18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red. Para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel.

e. 7:19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos.

f. 7:20 También los capiteles de las dos columnas, tenían doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red.

g. 7:21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo. Cuando termino la columna del lado derecho y la levantó, le puso por nombre Jaquín. Y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz.

h. 7:22 La obra de las columnas las acabo, colocando las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios.

3.2. Fabricación del mar de bronce, con los bueyes.

a. 7:23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.

b. 7:24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.

c. 7:25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro.

d. 7:26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.

3.3. fabricación de las basas con los bueyes de bronce.

a. 7:27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura.

b. 7:28 La obra de las basas tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras.

c. 7:29 Y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines. Sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve.

d. 7:30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones. Y estaban debajo de la fuente.

e. 7:31 La boca de la fuente era de un codo de profundidad, hasta el remate que salía encima de la basa. La boca era redonda, de la misma hechura del remate. El remate era de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos.

f. 7:32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio.

g. 7:33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición.

3.4. Las repisas de las bazas de bronces.

a. 7:34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa.

b. 7:35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma.

c. 7:36 E hizo en las tablas de las molduras, en los tableros, entalladuras de querubines, de leones, de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.

d. 7:37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.

e. 7:38 Hizo también diez fuentes de bronce; cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas.

f. 7:39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

g. 7:40 Asimismo hizo Hiram fuentes, tenazas y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová.

3.5. Total, de la fabricación de bronce bruñido.

a. 7:41 Dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas. Y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos, que estaban sobre la cabeza de las columnas.

b. 7:42 Cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos, que estaban sobre las cabezas de las columnas.

c. 7:43 Las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas.

d. 7:44 Un mar, con doce bueyes debajo del mar.

e. 7:45 Calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, fue de bronce bruñido.

f. 7:46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán.

g. 7:47 Y no calculó Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.

4. Fabricación de los enceres de oro puro del templo

a. 7:48 En ese tiempo, hizo Salomón todos los enseres, que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición.

b. 7:49 Cinco candeleros de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo. Con las flores, las lámparas y tenazas de oro.

c. 7:50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo. También de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.

d. 7:51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón. Para la casa de Jehová. E introdujo Salomón, lo que David su padre había dedicado, plata, oro y utensilios. Y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.

Capítulo 8.

D. Dedicación del Templo, la casa de Jehová.

1. El Arca del Pacto se introduce en el templo.

a. 8:1 En esa época, Salomón reunió ante él, en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel. Para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es Sion.

b. 8:2 Se reunieron con el rey Salomón, todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne.

c. 8:3 Vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes trajeron el arca.

d. 8:4 Llevaron el arca de Jehová, al tabernáculo de reunión. También, los sacerdotes y levitas, llevaron los utensilios sagrados, que estaban en el tabernáculo.

2. La gloria de Jehová llena el Templo de Jerusalén.

a. 8:5 El rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él, estaban con él delante del arca. Sacrificando ovejas y bueyes. Y por la multitud, no se podían contar ni numerar.

b. 8:6 Y los sacerdotes introdujeron, el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.

c. 8:7 Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.

d. 8:8 Sacaron las varas de manera, y sus extremos se veían desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo. Pero más lejos no se veían, desde de la parte de afuera. Así quedaron hasta hoy.

e. 8:9 En el arca no había ninguna cosa, sino las dos tablas de piedra, que allí había colocado Moisés en Horeb, donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.

f. 8:10 Cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová.

g. 8:11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

3. Salomón bendice a la congregación de Israel.

a. 8:12 En ese momento dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.

b. 8:13 Yo he edificado casa por morada para ti, sitio en que tú habites para siempre.

c. 8:14 Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba de pie.

4. Salomón afirma el cumplimento de la palabra de Jehová.

a. 8:15 Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido.

b. 8:16 Diciendo: desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel. Para edificar una casa en la cual estuviese mi nombre, aunque escogí a David, para que presidiese en mi pueblo Israel.

c. 8:17 Y David mi padre tuvo en su corazón, edificar casa al nombre de Jehová Dios de Israel.

d. 8:18 Pero Jehová dijo a David mi padre: Cuando pensó en su corazón edificar casa a su nombre, bien has hecho en tener tal deseo.

e. 8:19 Pero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa a mi nombre.

f. 8:20 Y Jehová ha cumplido su palabra que había dicho; porque yo me he levantado en lugar de David mi padre, y me he sentado en el trono de Israel, como Jehová había dicho, y he edificado la casa al nombre de Jehová Dios de Israel.

g. 8:21 Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.

5. Salomón dedica el templo a Jehová.

a. 8:22 Luego se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo.

b. 8:23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón.

c. 8:24 Que has cumplido a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día.

d. 8:25 En este momento, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel. Con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí, como tú has andado delante de mí.

e. 8:26 En este instante, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre.

f. 8:27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? Verdaderamente que los cielos, de los cielos, en el inmenso Universo, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?

g. 8:28 Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti.

6. Oración de Salomón cuando el pueblo fuese ofendido.

a. 8:29 Estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar.

b. 8:30 Oye, por tanto, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos. Escucha y perdona.

c. 8:31 Si alguno pecara contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar. Y viniese el juramento delante de tu altar en esta casa.

d. 8:32 Tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos. Condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza. Y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

7. Oración de Salomón cuando el pueblo fuese derrotado.

a. 8:33 Si tu pueblo Israel fuese derrotado delante de sus enemigos. Por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti. Y confesasen tu nombre. Orasen y te rogasen y suplicasen en esta casa.

b. 8:34 Tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel. Y los volverás a la tierra que diste a sus padres.

c. 8:35 Si el cielo se cerrase y no lloviese, por haber ellos pecado contra ti. Te rogasen en este lugar, confiesan tu nombre, y se volviesen del pecado, cuando los afligieses.

d. 8:36 Tú oirás en los cielos, perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en el que deben andar. Y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

8. Oración de Salomón cuando hubiese hambre y peste.

a. 8:37 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea;

b. 8:38 Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa,

c. 8:39 Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, perdonarás, actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces. Porque sólo tú Jehová, conoces el corazón de todos los hijos de los hombres.

d. 8:40 Para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra, que tú diste a nuestros padres.

9. Salomón incluye en su oración al extranjero.

a. 8:41 Asimismo si el extranjero, que no es de tu pueblo Israel. A causa de tu nombre. Viniese de lejanas tierras.

b. 8:42 A este lugar, escuchando de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido. Si orase en esta casa.

c. 8:43 Tú lo oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello. Por lo cual el extranjero hubiese clamado a ti. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman. Como tu pueblo Israel. Y comprenda que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo te edifiqué.

10. Oración cuando haya guerra y los cautiven.

a. 8:44 Si tu pueblo saliere en batalla contra sus enemigos. Por el camino que tú les mandes, y orasen a Jehová con el rostro hacia la ciudad que tú elegiste. Y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre,

b. 8:45 Tú oirás en los cielos su oración, su súplica, y les harás justicia.

c. 8:46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), estuvieses airado contra ellos, y los entregases delante del enemigo. Para que los cautiven y lleven a tierra enemiga, sea lejos o cerca.

d. 8:47 Y ellos reflexionaran en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtiesen a ti, y orasen a ti en la tierra de los que los cautivaron, diciendo: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad.

e. 8:48 Si se convirtiesen a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubiesen llevado cautivos. Y orasen a ti con el rostro hacia su tierra que tú diste a sus padres. Y hacia la ciudad que tú elegiste. Y la casa que yo he edificado a tu nombre,

f. 8:49 Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración, su súplica, y les harás justicia.

g. 8:50 Perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se hayan rebelado contra ti. Y harás que tengan de ellos misericordia, los que los hubiesen llevado cautivos.

11. Conclusión de la oración de Salomón.

a. 8:51 Porque ellos son tu pueblo y tu heredad, el cual tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.

b. 8:52 Estén, por tonto, atentos tus ojos a la oración de tu siervo y a la plegaria de tu pueblo Israel. Para oírlos en todo aquello, por lo cual te invocasen.

c. 8:53 Porque tú los apartaste. Para ti como heredad tuya de entre todos los pueblos de la tierra. Como lo dijiste por medio de Moisés tu siervo. Cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.

11.1. Bendición y palabras de Salomón a Israel.

a. 8:54 Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová, con sus manos extendidas al cielo.

b. 8:55 Y se levantó de pie, bendijo a toda la congregación de Israel.

c. 8:56 Diciendo en voz alta: Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.

d. 8:57 Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje.

f. 8:58 Incline nuestro corazón hacia él. Para que andemos en todos sus caminos, guardemos sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres.

g. 8:59 Y estas mis palabras con que he orado delante de Jehová, estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche. Para que él proteja la causa de su siervo y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo.

h. 8:60 A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.

i. 8:61 Sea, por tanto, perfecto su corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.

12. Sacrificios de Salomón.

a. 8:62 En ese tiempo el rey, y todo Israel con él, sacrificaron víctimas delante de Jehová.

b. 8:63 Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová.

c. 8:64 Aquel mismo día santificó el rey, en el medio del atrio, el cual estaba delante de la casa de Jehová; porque ofreció allí los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz. Por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová, era pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y la grosura de los sacrificios de paz.

d. 8:65 En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una gran congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios. Por siete días y aun por otros siete días, es decir; por catorce días.

e. 8:66 Al octavo día despidió al pueblo; ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón. Por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo y a su pueblo Israel.

Capítulo 9

E. Jehová advierte a Salomón sobre el futuro del templo.

1. Jehová habla a Salomón sobre el futuro y el de esta casa.

a. 9:1 Cuando Salomón termino la obra de la casa de Jehová, la casa real, y todo lo que quiso hacer Salomón,

b. 9:2 Jehová le apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón.

c. 9:3 Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado. Para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.

d. 9:4 Y si tú anduvieras delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad. Haciendo todas las cosas que yo te he mandado, guardando mis estatutos y mis decretos.

e. 9:5 Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel.

f. 9:6 Pero si obstinadamente te apartaras de mí, tu y tus hijos. Y no guardasen mis mandamientos y mis estatutos que yo he ordenado delante de ustedes. Sino que fuesen y sirviesen a dioses ajenos, y los adorasen.

g. 9:7 Yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre. Yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos.

h. 9:8 Y esta casa, que la estimaban, cualquiera que pase por ella, se asombrará, se burlará, y dirá: ¿Por qué ha hecho Jehová así a esta tierra y a esta casa?

i. 9:9 Y dirán: Por cuanto dejaron a Jehová su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto. Y se inclinaron levantando sus manos ante dioses ajenos, los adoraron y los sirvieron. Por eso, ha traído Jehová sobre ellos, todo este mal.

2. Salomón dio a Hiram 20 ciudades de Galilea.

a. 9:10 Aconteció al cabo de veinte años, cuando Salomón ya había edificado las dos casas, la casa de Jehová y la casa real,

b. 9:11 Para las cuales Hiram rey de Tiro había traído a Salomón madera de cedro, de ciprés, y cuanto quiso de oro. Y el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en tierra de Galilea.

c. 9:12 Salió Hiram de Tiro, para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le gustaron.

d. 9:13 Y dijo: ¿Qué ciudades son estas que me has dado, hermano? Y les puso por nombre, la tierra de Cabul, ese nombre lo tiene hasta hoy.

e. 9:14 E Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.

f. 9:15 Por esta razón, el rey Salomón impuso la leva, para edificar la casa de Jehová, su propia casa, y Milo. El muro de Jerusalén, Hazor, Meguido y Gezer:

3. Faraón capturo a Gezer y la dio a su hija mujer de Salomón.

a. 9:16 Faraón el rey de Egipto había capturado a Gezer, y la quemó. Dando muerte a los cananeos que habitaban la ciudad, y la dio en dote a su hija la mujer de Salomón.

b. 9:17 Restauró, por tanto, Salomón a Gezer y a la baja Bet-horón,

c. 9:18 A Baalat, y a Tadmor en la tierra del desierto.

4. Salomón edifico las ciudades e impuso tributos.

a. 9:19 Asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía provisiones, las ciudades de los carros y las ciudades de la gente de a caballo. Todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.

b. 9:20 A todos los pueblos que quedaron de los amorreos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos, que no eran de los hijos de Israel.

c. 9:21 A sus hijos que quedaron en la tierra después de ellos, que los hijos de Israel no pudieron destruir, hizo Salomón que sirviesen con tributo hasta hoy.

5. Salomón no impone tributo a Israel.

a. 9:22 Pero a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, o sus criados, sus príncipes, sus capitanes, comandantes de sus carros, o su gente de a caballo.

b. 9:23 Y los que Salomón constituyo jefes y vigilantes sobre las obras, eran quinientos cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo, que trabajaba en aquella obra.

c. 9:24 Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa que Salomón le había edificado. En ese tiempo él edificó a Milo.

6. Salomón ofrecía tres veces al año sacrificio a Jehová.

9:25 Ofrecía Salomón tres veces cada año holocaustos y sacrificios de paz sobre el altar que él edificó a Jehová, y quemaba incienso sobre el que estaba delante de Jehová, después que la casa fue terminada.

7. Salomón envió a construir naves de mar.

a. 9:26 Hizo también el rey Salomón naves en Ezión-geber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom.

b. 9:27 Envió Hiram en ellas a sus siervos, marineros y diestros en el mar, con los siervos de Salomón.

c. 9:28 Los cuales fueron a Ofir, recogieron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.

Capítulo 10.

F. La sabiduría de Salomón se hizo conocer en el mundo.

1. La reina de Saba se impresiona de la sabiduría de Salomón.

a.    10:1 Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles.

b. 10:2 Y vino a Jerusalén con un cortejo muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía.

c. 10:3 Y Salomón le contestó todas sus preguntas. Sin dejar de responder ninguna, sin contestar el rey.

d. 10:4 Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado.

e. 10:5 Asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas. Y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada.

f. 10:6 Le dijo al rey: Es verdad todo lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría.

g. 10:7 Pero yo no lo creía, hasta que vine, y he visto con mis ojos, que ni siquiera me dijeron la mitad de lo que eras. Tu sabiduría es muy buena. Me impresiona más que la fama, que yo había oído de ti.

2. La reina Bendice a Dios y a los siervos de Salomón.

a. 10:8 Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría.

b. 10:9 Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia.

c. 10:10 Dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, mucha especiería, y piedras preciosas. Nunca había llegado tanta cantidad de especias, como la reina de Sabá dio al rey Salomón.

d. 10:11 La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir. También traía de Ofir, mucha madera de sándalo, y piedras preciosas.

e. 10:12 De la madera de sándalo hizo el rey las barandas. Para la casa de Jehová y para las casas reales. También hizo arpas y salterios para los cantores. Nunca trajeron semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy.

3. Salomón dio a la reina del Sur todo cuanto quiso.

a. 10:13 El rey Salomón dio a la reina de Sabá, todo lo que ella quiso, y todo lo que pidió, además de todo lo que le dio Salomón. Y ella se regresó, se fue a su tierra con sus criados.

G. La riqueza del rey Salomón.

1. El total de la riqueza de Salomón que recibía cada año.

a. 10:14 El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro.

b. 10:15 Sin contar lo de los mercaderes, la del comercio de los contratos de especias. El de todos los reyes de Arabia. Y de los principales de la tierra.

2. El rey Salomón construyó escudos y su trono de oro.

a. 10:16 Hizo también el rey Salomón, doscientos escudos grandes de oro batido. Gastó seiscientos siclos de oro en cada escudo.

b. 10:17 Asimismo hizo trescientos escudos de oro batido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro. Y el rey los guardo en la casa del bosque del Líbano.

c. 10:18 Hizo también el rey un gran trono de marfil, el cual cubrió de oro purísimo.

d. 10:19 Seis gradas tenía el trono, y la parte alta era redonda por el respaldo. A uno y al otro lado tenía brazos cerca del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones.

e. 10:20 También estaban doce leones puestos allí sobre las seis gradas, de un lado a otro. En ningún otro reino se había hecho trono semejante.

3. Los utensilios de mesa, vasos y vajilla eran de oro.

a. 10:21 Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro. Asimismo, toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano era de oro fino. Nada era de plata. Porque no se apreciaba la plata en tiempos de Salomón.

b. 10:22 Porque el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años, venía la flota de Tarsis, traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

4. El rey Salomón era más rico que todos los reyes de tierra. 

a. 10:23 Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría.

b. 10:24 Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.

c. 10:25 Todos le llevaban cada año sus presentes: alhajas de oro, de plata, vestidos, armas, especias aromáticas, caballos y mulos.

d. 10:26 Reunió Salomón carros y gente que cabalgaba caballo. Y tenía mil cuatrocientos carros. Y doce mil jinetes, los cuales estacionaba en las ciudades de los carros. Y también con el rey en Jerusalén.

e. 10:27 E hizo el rey que en Jerusalén la plata llegara a ser como piedras, y los cedros como higos silvestres de la región de Sefela, en abundancia.

f. 10:28 Traían de Egipto caballos y lienzos a Salomón; porque la compañía de los mercaderes del rey compraba caballos y lienzos.

g. 10:29 Traían de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento cincuenta. Así los adquirían por mano de ellos todos los reyes de los heteos, y de Siria.

Capítulo 11.

IV. Dios rompe el reino de Israel.

A. Salomón se aparta de Dios, y Dios rompe el reino.

1. El rey Salomón ama a muchas mujeres extranjeras.

a. 11:1 Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;

b. 11:2 Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No se llegaren a ellas, ni ellas se llegarán a ustedes. Porque seguro harán inclinar sus corazones tras sus dioses. A éstas, por amor, se juntó Salomón.

c. 11:3 Tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas. Y sus mujeres desviaron su corazón.

2. Salomón edifica templo a Astoret, Milcom y Quemos.

a. 11:4 Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos. Y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.

b. 11:5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.

c. 11:6 E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, no siguió, ni cumplió con Jehová, como David su padre.

d. 11:7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

e. 11:8 Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.

3. Dios rompe el reino de Israel, en el rey Salomón.

a. 11:9 Se enojó Jehová contra Salomón. Por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces.

b. 11:10 Le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos. Pero él no guardó lo que le mandó Jehová.

c. 11:11 Dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé. Romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.

d. 11:12 Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.

e. 11:13 Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo. Y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido.

4.  Dios le suscito un adversario a Salomón a Hadad de Edom.

a. 11:14 Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita, de sangre real, el cual estaba en Edom.

b. 11:15 Porque cuando David estaba en Edom, subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom

c. 11:16 Porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todo el sexo masculino en Edom.

d. 11:17 Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre. Se fue a Egipto. En aquella época Hadad era un muchacho pequeño.

e. 11:18 Se fueron de Madián, y vinieron a Parán. Trayendo consigo hombres de Parán, vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, el cual les dio casa y les asigno alimentos. Y aun les dio tierra.

f. 11:19 Halló Hadad gran favor delante de Faraón, el cual le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.

g. 11:20 La hermana de Tahpenes le dio a luz su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes en casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.

h. 11:21 Hadad supo en Egipto que David había dormido con sus padres. Y que Joab general del ejército se había muerto. Hadad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra.

i. 11:22 Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? El respondió: Nada, con todo, te ruego que me dejes ir.

5.  Rezón rey de Siria fue otro adversario de Salomón.

a. 11:23 Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba.

b. 11:24 Y había juntado gente contra él. Y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí. Y le hicieron rey en Damasco.

c. 11:25 Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón. Y fue otro mal con el de Hadad. Porque aborreció a Israel. Y reinó sobre Siria.

6. Jeroboam fue adversario de Salomón.

a. 11:26 También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey.

b. 11:27 La causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue esta: Salomón, edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David su padre.

c. 11:28 Este varón Jeroboam era valiente y esforzado. Viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.

d. 11:29 Aconteció, en aquel tiempo, saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita. Y éste estaba cubierto con una capa nueva. Y estaban ellos dos solos en el campo.

e. 11:30 Y agarrando Ahías la capa nueva que tenía sobre él, la rompió en doce pedazos.

f. 11:31 Y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos. Porque así dijo Jehová Dios de Israel. En este momento, yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus.

g. 11:32 Él tendrá una tribu por amor a David mi siervo y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel.

7. Dios rompe el reino de Israel y da a Jeroboam 10 tribus.

a. 11:33 Por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab. Y a Moloc dios de los hijos de Amón. Y no han andado en mis caminos. Para hacer lo recto delante de mis ojos. Y mis estatutos, mis decretos, como hizo David su padre.

b. 11:34 Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo dejaré por rey todos los días de su vida. Por amor a David mi siervo, al cual yo elegí. Quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.

c. 11:35 Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y te daré a ti, las diez tribus.

d. 11:36 Y a su hijo daré una tribu. Para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo elegí. Para colocar en ella mi nombre.

e. 11:37 Yo, por tanto, te escogeré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseara tu alma. Y serás rey sobre Israel.

f. 11:38 Si prestas atención a todas las cosas que te mando, andar en mis caminos, e hicieras lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos. Como lo hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David. Y yo te entregaré a Israel.

g. 11:39 Yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.

8. El rey Salomón procura matar a Jeroboam.

a. 11:40 Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam. Pero Jeroboam se fue y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto. Y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

9. Tiempo del reinado y muerte del rey Salomón.

a. 11:41 Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón?

b. 11:42 Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años.

c. 11:43 Durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Y reinó en su lugar Roboam su hijo.

Capítulo 12

B.  El reino de Israel se divide entre Roboam y Jeroboam.

1. El rey Roboam pide consejo a los ancianos.

a. 12:1 Roboam fue a Siquem. Porque todo Israel había venido a Siquem para coronarlo como rey.

b. 12:2 Aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto.

c. 12:3 Enviaron a llamarle. Vino, por consiguiente, Jeroboam, toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam.

d. 12:4 Diciéndole: Tu padre agravó nuestro yugo, pero ahora disminuye tú en algo la dura servidumbre de tu padre. Y del yugo pesado que puso sobre nosotros. Y te serviremos.

e. 12:5 Y él les dijo: Vállense de aquí, en tres días vuelvan aquí. Y el pueblo se fue.

f. 12:6 En ese momento el rey Roboam, pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejás vosotros que responda a este pueblo?

g. 12:7 Ellos le hablaron diciendo: Si tú hoy te le dices estoy al servicio de este pueblo. Hablándoles y respondiéndoles con buenas palabras, ellos te servirán para siempre.

2. Roboam dejó el consejo de los ancianos por el de los jóvenes.

a. 12:8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.

b. 12:9 Y les dijo: ¿Cómo me aconsejan ustedes que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: ¿Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

c. 12:10 En ese momento los jóvenes que se habían criado con él, le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras; Tu padre agravó nuestro yugo, pero tú disminúyenos algo. Así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.

d. 12:11 Por consiguiente mi padre los cargó de pesado yugo. Pero yo aumentaré su yugo. Mi padre los castigó con azotes. Pero yo los castigaré con escorpiones.

3. Jeroboán regresa con el pueblo al tercer día.

a. 12:12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Vuelvan al tercer día.

b. 12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado.

c. 12:14 Le habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó su yugo. Pero yo aumentaré su yugo. Mi padre los castigó con azotes. Pero yo los castigaré con escorpiones.

d. 12:15 Y no oyó el rey al pueblo. Porque era designio de Jehová. Para confirmar la palabra que Jehová había hablado. Por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.

4. División del reino de Israel

a. 12:16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no los había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.

b. 12:17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel, que residían en las ciudades de Judá.

5. Apedrean a Adoram jefe de los tributos y muere.

a. 12:18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos. Pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.

b. 12:19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

V. Jeroboam reina en Israel 22 años.

A. Jeroboam rey de Israel.

1. Jeroboam de la tribu de Efraín hecho rey de Israel.

a. 12:20 Aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar ninguna tribu que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.

2. Dios impide a Roboam hacer guerra contra Israel.

a. 12:21 Cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín. Y escogió ciento ochenta mil hombres, guerreros. Con el fin de hacer guerra a la casa de Israel. Y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón.

b. 12:22 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios.

c. 12:23 Diciendo: Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, a toda la casa de Judá, de Benjamín, y a los demás del pueblo.

d. 12:24 Diciéndoles: Así ha dicho Jehová: No vayas, ni pelees contra sus hermanos los hijos de Israel. Vuélvanse cada uno a su casa. Porque esto lo he hecho yo. Ellos oyeron la palabra de Dios, volvieron y se fueron. Conforme a la palabra de Jehová.

3. Jeroboam incumple la palabra de Dios.

a. 12:25 En ese tiempo, reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella. Saliendo de allí, reedificó a Penuel.

b. 12:26 Y pensó Jeroboam en su corazón: Hacer volver el reino de la casa de David para él.

c. 12:27 Porque dijo: Si este pueblo sigue ofreciendo sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén. El corazón de este pueblo se inclinará a su señor Roboam rey de Judá, y luego me matarán. Y se volverán a Roboam rey de Judá.

d. 12:28 Y según le aconsejaron, hizo el rey dos becerros de oro, diciendo al pueblo: Bastante han ido a Jerusalén. Mira tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron salir de la tierra de Egipto.

e. 12:29 Colocó uno en Bet-el, y el otro en Dan.

f. 12:30 Y esto fue la causa del pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan.

g. 12:31 Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví.

4. Jeroboam instituye fiestas solemnes a los ídolos.

a. 12:32 En ese tiempo, instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el, sacerdotes, Para los lugares altos que él había fabricado.

b. 12:33 Sacrificó, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.

Capítulo 13

B. Jeroboam es enfrentado por un varón de Dios.

1. Dios se enfrenta a Jeroboam.

a. 13:1 En ese momento, un varón de Dios había venido a Judá a Bet-el. Enviado por Jehová; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso.

b. 13:2 Aquél clamó, contra el altar por la palabra de Jehová diciendo: Altar, altar, así dice Jehová, en la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres.

c. 13:3 Y aquel mismo día dio una señal. Esta es la señal de que Jehová ha hablado: El altar se quebrará, y la ceniza que está sobre él se derramará.

d. 13:4 Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, y dijo: ¡Aprésenlo! Pero la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar.

2. Se restaura la mano seca de Jeroboam.

a. 13:5 El altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios, había dado por palabra de Jehová.

b. 3:6 En ese momento, el rey dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios, y ores por mí. Para que mi mano me sea restaurada. El varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró. Y quedó como era antes.

3. El varón de Dios se va por otro camino.

a. 13:7 El rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, comerás, y yo te daré un presente.

b. 13:8 Pero el varón de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar.

c. 13:9 Porque así me está ordenado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fuiste.

d. 13:10 Regresó, por tanto, por otro camino, y no volvió por el camino por donde había ido a Bet-el.

4. Un profeta viejo sale a buscar al varón de Dios.

a. 13:11 Habitaba en ese tiempo en Bet-el, un viejo profeta, al cual vino su hijo y le contó todo lo que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el. Le contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey.

b. 13:12 Y su padre les dijo: ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde había regresado el varón de Dios, que había venido de Judá.

c. 13:13 Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno. Y él lo montó.

d. 13:14 Y yendo tras el varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina, le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Él dijo: Yo soy.

e.  13:15 En ese momento le dijo: Ven conmigo a casa, y come pan.

f. 13:16 Pero él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo, ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo, en este lugar.

g. 13:17 Porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua allí, ni regreses por el camino por donde fuiste.

6. El profeta viejo miente al varón de Dios.

a. 13:18 Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua.

b. 13:19 En ese momento volvió con él, y comió pan en su casa, y bebió agua.

c. 13:20 Aconteció que estando ellos en la mesa, vino palabra de Jehová al profeta que le había hecho regresar.

d. 13:21 Clamó el varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te había prescrito,

e. 13:22 Sino que volviste, comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehová te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres.

f. 13:23 Cuando había comido pan y bebido, el que le había hecho volver le ensilló el asno.

g. 13:24 Yéndose, le topó un león en el camino, y le mató. Su cuerpo estaba echado en el camino, el asno junto a él, y el león también junto al cuerpo.

7. Al varón de Dios le sucede lo que le dijo el profeta.

a. 13:25 En ese momento unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino. Y el león que estaba junto al cuerpo. Fueron y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba.

b. 13:26 Oyéndolo el profeta que le había hecho volver del camino, dijo: El varón es de Dios, que fue rebelde al mandato de Jehová; por tanto, Jehová le ha entregado al león, que le ha quebrantado y matado, conforme a la palabra de Jehová que él le dijo.

c. 13:27 Habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron.

d. 13:28 Él se fue, y halló el cuerpo tendido en el camino. El asno y el león que estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.

e. 13:29 En ese momento recogió el profeta el cuerpo del varón de Dios. Lo puso sobre el asno y se lo llevó. El profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle.

8. El profeta anuncia es verdad lo que dijo el varón de Dios.

a. 13:30 Y colocó el cuerpo en su sepulcro; se lamentaron, diciendo: ¡Ay, hermano mío!

b. 13:31 Y después que le hubieron enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, entiérrenme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios. Pongan mis huesos junto a los suyos.

c. 13:32 Porque seguro vendrá lo que él dijo en alta voz, por palabra de Jehová contra el altar que está en Bet-el. Y contra todas las casas de los lugares altos, que están en las ciudades de Samaria.

9. Pero Jeroboam no se apartó de su pecado.

a. 13:33 Con todo esto, no se apartó Jeroboam de su mal camino. Sino que volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo. Y a quien quería lo consagraba. Para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos.

b. 13:34 Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam. Por lo cual fue cortada y raída de sobre la faz de la tierra.

Capítulo 14

C. Destruido el reino de Israel del rey Jeroboam.

1. Jeroboam envía su mujer al profeta Ahías.

a. 14:1 En aquel tiempo, Abías hijo de Jeroboam cayó enfermo.

b. 14:2 Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate. Para que no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam. Y ve a Silo. porque allá está el profeta Ahías, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo.

c. 14:3 Llevale diez panes, tortas, y una vasija de miel. Ve donde esta él, para que te diga lo que le va a suceder a este niño.

d. 14:4 La mujer de Jeroboam hizo así; se levantó, fue a Silo, y vino a casa de Ahías. Ya Ahías no podía ver, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez.

2. Profecía de Ahías contra Jeroboam.

a. 14:5 Pero Jehová había dicho a Ahías: Mira que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le responderás, pues cuando ella viniese, vendrá disfrazada.

b. 14:6 Cuando Ahías oyó el sonido de sus pies, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué te finges otra? Mira soy enviado para decirte a ti, una revelación fuerte.

c. 14:7 Ve y di a Jeroboam: Así dijo Jehová Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel.

d. 14:8 Rompí el reino de la casa de David y te lo entregué a ti; y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos. Y anduvo siguiéndome a mí con todo su corazón, haciendo solamente lo recto delante de mis ojos.

e. 14:9 Sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti. Puesto que te dedicaste a hacer dioses ajenos e imágenes de fundición. Para enojarme, a mí me ignoraste y me distes la espalda.

f. 14:10 Por tanto, en este momento, yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de Jeroboam todo varón, así el siervo como el libre en Israel. Y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta que sea acabada.

g. 14:11 El que muera de los de Jeroboam en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo. Porque Jehová lo ha dicho.

3. Abías hijo de Jeroboán muere, como dijo Ahías.

a. 14:12 Tú levántate y vete a tu casa. Al llegar a la ciudad, y al colocar tus pies en tu casa, el niño morirá.

b. 14:13 Todo Israel lo lamentará, y le enterrarán. Porque de los de Jeroboam, sólo él será sepultado. Por cuanto se ha hallado en él alguna cosa buena delante de Jehová Dios de Israel. En la casa de Jeroboam.

c. 14:14 Jehová levantará para él, un rey sobre Israel, el cual destruirá la casa de Jeroboam en este día; y lo hará ahora mismo.

d. 14:15 Jehová sacudirá a Israel al modo que la caña se agita en las aguas. Y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá más allá del Éufrates. Por cuanto han hecho sus imágenes de Asera, enojando a Jehová.

e. 14:16 Él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho pecar a Israel.

f. 14:17 En ese momento la mujer de Jeroboam se levantó y se marchó. Y llego a Tirsa. Y entrando ella por el umbral de la casa, el niño murió.

g. 14:18 Lo enterraron, y lo endechó todo Israel, conforme a la palabra de Jehová, la cual él había hablado por su siervo el profeta Ahías.

4. Jeroboam reina 22 años y muere.

a. 14:19 Los demás hechos de Jeroboam, las guerras que hizo, y cómo reinó, todo está escrito en el libro de las historias de los reyes de Israel.

b. 14:20 El tiempo que reinó Jeroboam fue de veintidós años. Y cuando dormido con sus padres, reinó en su lugar Nadab su hijo.

VI. Roboam hijo de Salomón rey de Judá.  

A. Roboam rey de Judá era de 41 años y reino 17 años.

1. Los de Judá incumplieron el pacto de Jehová.

a. 14:21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar. Y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel. Para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

b. 14:22 Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová. Enojaron más a Dios, que todo lo que sus padres habían hecho. En sus pecados que cometieron.

c. 14:23 Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.

d. 14:24 Hubo también sodomitas en la tierra. Porque hicieron conforme a todas las abominaciones de las Naciones, que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.

2. El rey de Egipto saquea a Jerusalén y se lleva los tesoros.

a. 14:25 Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén.

b. 14:26 Saqueó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real. También se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.

c. 14:27 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio a los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.

d. 14:28 Cuando el rey entraba en la casa de Jehová, los de la guardia los llevaban; y los guardaban en la cámara de los de la guardia.

e. 14:29 Los demás hechos de Roboam, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en las crónicas de los reyes de Judá?

f. 14:30 Hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días.

g. 14:31 Durmió Roboam con sus padres, fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama, amonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo.

Capítulo 15

B. En el año 18 de Jeroboam, Abiam rey de Judá, reino 3 año.

1. Abiam Sucesor del rey Roboam.

a. 15:1 En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá. Año 58.

b. 15:2 Reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom.

c. 15:3 Anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él. No fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre.

d. 15:4 Pero por amor a David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén.

e. 15:5 Por cuanto David había hecho lo recto ante los ojos de Jehová, y de ninguna cosa que le mandase se había apartado en todos los días de su vida, salvo en lo tocante a Urías heteo.

f. 15:6 Y hubo guerra entre Roboam, y Jeroboam todos los días de su vida.

g. 15:7 Los demás hechos de Abiam, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam.

h. 15:8 Durmió Abiam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Asa su hijo.

VII. Dios le deja una lampara a el rey David.

A. En el año 20 de Jeroboam, Asá reino en Judá, 41 años.

1. Asa rey de Judá.

a. 15:9 En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá.

b. 15:10 Reinó cuarenta y un años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Maaca, hija de Abisalom.

c. 15:11 Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre.

d. 15:12 Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.

e. 15:13 También privó a su madre Maaca de ser reina madre. Porque había hecho un ídolo de Asera. Además, deshizo Asa el ídolo de su madre, y lo quemó junto al torrente de Cedrón.

f. 15:14 Sin embargo, los lugares altos no se quitaron. Con todo, el corazón de Asa fue perfecto, para con Jehová toda su vida.

g. 15:15 También introdujo en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó: oro, plata y alhajas.

2. Siria rompe su pacto con Baasa, por la alianza con Asa.

a. 15:16 Hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

b. 15:17 Subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó a Ramá. Para no dejar a ninguno salir ni entrar, hacia Asa rey de Judá.

c. 15:18 En ese tiempo, tomando Asa toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real. Los entregó a sus siervos, y los envió el rey Asa a Ben-adad hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Siria, el cual residía en Damasco.

d. 15:19 Diciéndole: Haya alianza entre nosotros, como entre mi padre y el tuyo. Mira yo te envío un presente de plata y de oro. Ve, y rompe tu pacto con Baasa rey de Israel. Para que se aparte de mí.

e. 15:20 Ben-adad acepto la alianza con el rey Asa. Envió los príncipes de los ejércitos que tenía contra las ciudades de Israel. Conquistó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca, y toda Cineret, con toda la tierra de Neftalí.

3. Asa edifica a Rama.

a. 15:21 Oyendo esto Baasa, dejó de edificar a Ramá, y se quedó en Tirsa.

b. 15:22 En ese momento, el rey Asa convocó a todo Judá, sin exceptuar a ninguno. Quitaron de Ramá la piedra y la madera con que Baasa edificaba. Edificó el rey Asa con ello a Geba de Benjamín, y a Mizpa.

c. 15:23 Los demás hechos de Asa, todo su poderío, todo lo que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Pero en los días de su vejez enfermó de los pies.

d. 15:24 Durmió Asa con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre. Y reinó en su lugar Josafat su hijo.

B. En el año 2 de Asa, Nadab rey de Israel, reina 2 años.

1. Nadab sucesor de Jeroboam rey de Israel.

a. 15:25 Nadab hijo de Jeroboam comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa rey de Judá. Reinó sobre Israel dos años.

b. 15:26 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, andando en el camino de su padre, y en los pecados con que hizo pecar a Israel.

2. Baasa mata a toda la casa de Jeroboam como dijo Jehová.

a. 15:27 Baasa hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, conspiró contra él, y lo hirió Baasa en Gibetón, que era de los filisteos. Porque Nadab y todo Israel tenían sitiado a Gibetón.

b. 15:28 Lo mató, por consiguiente, Baasa. En el tercer año de Asa rey de Judá, y reinó en su lugar.

c. 15:29 Cuando él vino al reino, mató a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta destruirla, conforme a la palabra que Jehová habló por su siervo Ahías silonita.

d. 15:30 Por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales hizo pecar a Israel. Por el hecho de provocar el enojo de Jehová Dios de Israel.

e. 15:31 Los demás hechos de Nadab, y todo lo que hizo. ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

C. En el año 3 de Asa, Baasa rey de Israel, reina 24 años.

1. Basa rey de Israel.

a. 15:32 Hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

b. 15:33 En el tercer año de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Baasa hijo de Ahías sobre todo Israel en Tirsa. Y reinó veinticuatro años.

c. 15:34 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, anduvo en el camino de Jeroboam, y en su pecado con que hizo pecar a Israel.

Capítulo 16

D. En el año 23 de Asa, Ela rey de Israel, reina 2 años.

1. Profecía contra Baasa de Jehú.

a. 16:1 Vino palabra de Jehová a Jehú hijo de Hanani, contra Baasa.

b. 16:2 Diciendo: Por cuanto yo te levanté del polvo y te puse por príncipe sobre mi pueblo Israel. Y has andado en el camino de Jeroboam. Y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con tus pecados.

c. 16:3 Por tanto, yo barreré la posteridad de Baasa, y la posteridad de su casa. Y pondré su casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat.

d. 16:4 El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, lo comerán los perros. Y el que de él fuese muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.

e. 16:5 Los demás hechos de Baasa, las cosas que hizo, y su poderío, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

f. 16:6 Durmió Baasa con sus padres, y fue sepultado en Tirsa, reinó en su lugar Ela, su hijo.

g. 16:7 Pero la palabra de Jehová, por el profeta Jehú hijo de Hanani, había sido contra Baasa y también contra su casa. Por el motivo de todo lo malo que hizo, ante los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de sus manos. Para que fuese hecha como la casa de Jeroboam. Porque la había destruido.

2. Ela rey de Israel.

a. 16:8 En el año veintiséis de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Ela hijo de Baasa, sobre Israel en Tirsa. Y reinó dos años.

b. 16:9 Conspiró contra él su siervo Zimri, comandante de la mitad de los carros. Estando él en Tirsa, bebiendo, embriagado en casa de Arsa, su mayordomo en Tirsa.

c. 16:10 Vino Zimri, lo hirió y lo mató, en el año veintisiete de Asa rey de Judá. Y reinó en lugar suyo.

d. 16:11 Luego que llegó a reinar y estuvo sentado en su trono, mató a toda la casa de Baasa, sin dejar en ella varón, ni parientes ni amigos.

e. 16:12 Así exterminó Zimri a toda la casa de Baasa, conforme a la palabra que Jehová había proferido contra Baasa, por medio del profeta Jehú.

f. 16:13 Por todos los pecados de Baasa y los pecados de Ela su hijo, con los cuales ellos pecaron e hicieron pecar a Israel, provocando a enojo con sus vanidades a Jehová Dios de Israel.

g. 16:14 Los demás hechos de Ela, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

E. El año 23 de Asa, Zimri rey de Israel en Tirsa, reina 7 días.

1. Zimri rey de Israel.

a. 16:15 En el año veintisiete de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Zimri, y reinó siete días en Tirsa. El pueblo había acampado contra Gibetón, ciudad de los filisteos.

2. Omri sitia a Tirsa.

a. 16:16 El pueblo que estaba en el campamento oyó decir: Zimri ha conspirado, y ha dado muerte al rey. En ese tiempo, todo Israel colocó, en aquel mismo día, por rey sobre Israel a Omri, general del ejército, en el campo de batalla.

b. 16:17 Subió Omri de Gibetón, con él todo Israel, y sitiaron a Tirsa.

3. Zimri se quema en la casa real.

a. 16:18 Pero viendo Zimri tomada la ciudad, se metió en el palacio de la casa real, se prendió con fuego en la casa y se quemó. Así murió.

b. 16:19 Por los pecados que había cometido, haciendo lo malo ante los ojos de Jehová. Andando en los caminos de Jeroboam. Y en su pecado que cometió, haciendo pecar a Israel.

c. 16:20 El resto de los hechos de Zimri, y la conspiración que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

F. El año 31 de Asa de Judá, Omri rey de Israel, reino 12 años.

1. Omri rey de Israel.

a. 16:21 En ese momento el pueblo de Israel fue dividido en dos partes: la mitad del pueblo seguía a Tibni hijo de Ginat para hacerlo rey, y la otra mitad seguía a Omri.

b. 16:22 Pero el pueblo que seguía a Omri pudo más que el que seguía a Tibni hijo de Ginat. Tibni murió, y Omri fue rey.

2. Omri rey de Israel reina 6 años en Tirsa.

a. 16:23 En el año treinta y uno de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Omri sobre Israel, y reinó doce años. En Tirsa reinó seis años.

3. Omri rey de Israel reina 6 años en Samaria.

a. 16:24 Omri compró a Semer, el monte de Samaria, por dos talentos de plata, y edificó en el monte. Llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer. El antiguo dueño de aquel monte.

b. 16:25 Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, e hizo peor que todos los que habían reinado antes de él.

c. 16:26 Porque anduvo en todos los caminos de Jeroboam hijo de Nabat. Y en el pecado con el cual hizo pecar a Israel. Provocando la ira a Jehová Dios de Israel, con sus ídolos.

d. 16:27 Los demás hechos de Omri, y todo lo que hizo, las valentías que ejecutó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

e. 16:28 Omri durmió con sus padres, fue sepultado en Samaria, y reinó en su lugar Acab su hijo.

G. En el año 38 de Asa, Acab fue rey de Israel, reino 22 años.

1. Acab rey de israel.

a. 16:29 Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel, el año treinta y ocho de Asa rey de Judá.

b. 16:30 Reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria, veintidós años. Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.

2. Los pecados de Acab, con que peco e hizo pecar a Israel.

a. 16:31 Porque le fue cosa fácil andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat. Tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios. Sirvió a Baal y lo adoró.

d. 16:32 Edificó en Samaria un templo a Baal y le hizo un altar a Baal.

e. 16:33 Hizo también Acab una imagen de Asera. Haciendo Acab así, más que todos los reyes de Israel, que reinaron antes que él. Para provocar la ira de Jehová Dios de Israel.

d. 16:34 En su tiempo Hiel de Bet-el reedificó a Jericó. A precio de la vida de Abiram su primogénito echó el cimiento. Y a precio de la vida de Segub su hijo menor. Puso sus puertas. Conforme a la palabra que Jehová había hablado por Josué hijo de Nun. Jo 6:26.

Capítulo 17

VIII. El llamado del profeta Elías.

A. El profeta Elías enviado al rey Acab.

1. Elías predice una sequía al rey Acab en Samaria.

a. 17:1 En este tiempo, Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.

b. 17:2 Vino a él palabra de Jehová, diciendo:

c. 17:3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente. Y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

d. 17:4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los comerciantes que te den allí de comer.

e. 17:5 Él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová. Porque se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

f. 17:6 Los comerciantes le traían pan y carne por la mañana. Pan y carne por la tarde. Y bebía del arroyo.

g. 17:7 Transcurriendo algunos días, se secó el arroyo. Porque no había llovido sobre la tierra.

2. Elías enviado a la casa de la viuda de Sarepta.

a. 17:8 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo:

b. 17:9 Levantate, vete a Sarepta de Sidón, y vive allí. Porque yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.

c. 17:10 En ese momento, él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, enseguida una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña, él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para beber.

d. 17:11 Yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan, en tu mano.

e. 17:12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija. Y ahora recogía dos leños. Para prepararlo para mí y para mi hijo. Para comerlos, y después nos dejemos morir.

3. La viuda alimenta a Elías y su harina, ni su aceite se agotó.

a. 17:13 Elías le dijo: No tengas temor. Ve, haz como has dicho. Pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo.

b. 17:14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.

c. 17:15 Enseguida ella fue e hizo como le dijo Elías; comió él, ella, y su casa, muchos días.

d. 17:16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija disminuyó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.

4. El niño de la viuda muere.

a. 17:17 Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa. Y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.

b. 17:18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido aquí, para traer a mi memoria mis iniquidades, y para que hagas morir a mi hijo?

c. 17:19 Él le dijo: Dame acá tu hijo. En ese momento él lo agarro en su regazo, lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama.

4.1. Elías resucita al hijo de la viuda de Sarepta.

a. 17:20 Clamando a Jehová, diciéndole: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda, en la casa donde estoy hospedado, has afligido, haciendo que se muera su hijo?

b. 17:21 Se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová diciendo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.

c. 17:22 Jehová oyó la voz de Elías, el alma del niño volvió a él, y revivió.

d. 17:23 Luego cargando Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive.

e. 17:24 En esa época, la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad, por tu boca.

Capítulo 18

B. Acab ve a Elías.

1. Elías recibe palabra de Jehová para ir ante Acab.

a. 18:1 Transcurridos muchos días, vino la palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.

b. 18:2 Fue, por tanto, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.

2. Abdías el mayordomo de Acab ve a Elías.

a. 18:3 Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era demasiado temeroso de Jehová.

b. 18:4 Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías los reunió a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta, en cuevas. Y los sustentó con pan y agua.

c. 18:5 Dijo, en aquel momento, Acab a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas. Porque nos vamos a quedar sin bestias.

d. 18:6 Dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue otro separado de él.

e. 18:7 Yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías. Cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?

3. Abdías teme decirle a Acad que Elías está en Samaria.

a. 18:8 Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: Aquí está Elías.

b. 18:9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?

c. 18:10 Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí. A reinos y a naciones él ha preguntado. Y les ha hecho jurar si no te han hallado.

d. 18:11 ¿Y ahora tú dices: Ve, di a tu amo: ¿Aquí está Elías?

e. 18:12 Acontecerá luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa. Al venir yo y dar las noticias a Acab, al no hallarte él, me matará. Y tú siervo teme a Jehová desde su juventud.

f. 18:13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; ¿qué escondí a cien varones de los profetas de Jehová, de cincuenta, en cincuenta en cuevas, los mantuve con pan y agua?

g. 18:14 ¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?

3.1. Elías le asegura a Abdías que el rey Acab lo verá.

a. 18:15 Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy él me verá.

b. 18:16 En ese momento, Abdías fue a encontrarse con Acab, y le aviso. Y Acab se fue a encontrarse con Elías.

c. 18:17 Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?

d. 18:18 Él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre. Dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.

4. Elías reta a los profetas de Baal y Asera en Samaria.

a. 18:19 Por consiguiente, envía a avisar ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo. Y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. Y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.

b. 18:20 En ese momento Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.

c. 18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaran ustedes entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguirle. Y si es Baal, vallan síganle a él. Y el pueblo no respondió palabra.

d. 18:22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado de los profetas de Jehová. Pero de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.

e. 18:23 En ese momento Elías les dijo, danos, dos bueyes, y escojan ellos uno. Y córtenlo en pedazos, colóquenlo sobre leña. Pero no coloquen fuego debajo. Y yo prepararé el otro buey. Y lo colocaré sobre leña. Y ningún fuego colocaré debajo.

f. 18:24 Luego Invoquen ustedes el nombre de sus dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová. Y el Dios que respondiera por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

g. 18:25 En ese momento Elías dijo a los profetas de Baal: Escogen un buey. Y prepárenlo ustedes primero. Puesto que son más, e invoquen el nombre de sus dioses. Pero no coloquen fuego debajo.

5. Samaria e Israel adora a Baal y Asera en Samaria.

a. 18:26 Ellos agarrón el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese. Entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.

b. 18:27 Aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Griten en voz alta. Si dios es. Quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino. Tal vez duerme, y hay que despertarlo.

c. 18:28 Ellos clamaban con la voz muy alta, y se sajaban con cuchillos. Y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.

d. 18:29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio. Pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese, ni escuchase.

e. 18:30 En ese tiempo, dijo Elías a todo el pueblo: Acérquense delante de mí. Y todo el pueblo se le acercó. Y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.

f. 18:31 Agarrando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre.

g. 18:32 Edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová. Después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.

6. Jehová se muestra ante los profetas de Baal y Asera.

a. 18:33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos. Y lo colocó sobre la leña.

b. 18:34 Y dijo: Llenen cuatro cántaros de agua. Y derrámenlo sobre el holocausto. Y sobre la leña. Y dijo: Háganlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Háganlo por tercera vez. Y lo hicieron la tercera vez.

c. 18:35 De tal manera que el agua corría alrededor del altar. Y también se había llenado de agua la zanja.

d. 18:36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel. Y que yo soy tu siervo. Y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

e. 18:37 Respóndeme, Jehová, respóndeme. Para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti, el corazón de ellos.

f. 18:38 En ese momento, cayó fuego de Jehová, consumió el holocausto, la leña, las piedras, el polvo, y aun consumió el agua que estaba en la zanja.

g. 18:39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!

7. Jehová envía la lluvia, tras la espera de Elías.

a. 18:40 En ese instante Elías les dijo: capturen a los profetas de Baal. Para que no escape ninguno. Y ellos los capturaron. Y los llevó Elías al arroyo de Cisón. Y allí los degolló.

b. 18:41 En esa época, Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una gran lluvia se oye.

c. 18:42 Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo. Y postrándose en tierra, colocó su rostro entre las rodillas.

d. 18:43 Dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Él subió, miró y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

e. 18:44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Aceita tu carro y desciende. Para que la lluvia no te atrape.

f. 18:45 Aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento. Y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.

g. 18:46 La mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual se apretó su cinturón, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

Capítulo 19

C. Jezabel mujer de Acab, quiere matar a Elías.

1. Elías desea morir, porque Jezabel quiere asesinarlo.

a. 19:1 Acab le informó a Jezabel la noticia de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado con espada a todos los profetas.

b. 19:2 En ese instante envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he hecho de tu persona, como la de uno de ellos.

c. 19:3 Viendo enseguida, el peligro, se marchó y se fue para salvar su vida. Llego a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado.

d. 19:4 Él se fue por el desierto, a una distancia de un día. Al llegar se sentó debajo de un enebro. Y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, puesto que no soy yo mejor que mis padres.

e. 19:5 Y acostándose debajo del enebro, se quedó dormido. Luego en ese momento un ángel lo tocó, y le dijo: Levántate, come.

f. 19:6 En ese tiempo él miró, y estaba a su cabecera una torta cocida sobre la estufa de leño. Y una vasija de agua. Comió y bebió. Y volvió a dormirse.

g. 19:7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come. Porque te espera un largo camino.

2. Elías le expresa a Jehová, porque se va a Horeb.

a. 19:8 Se levantó, por tanto, comió y bebió. Fortalecido con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

b. 19:9 Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

c. 19:10 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos. Porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas. Y sólo yo he quedado. Y me buscan para quitarme la vida.

d. 19:11 Él le dijo: Sal fuera, y colócate en el monte delante de Jehová. Y en ese instante pasaba Jehová, en un gran y poderoso viento, que rompía los montes. Y quebraba las peñas delante de Jehová. Pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto. Pero Jehová no estaba en el terremoto.

e. 19:12 Tras el terremoto un fuego. Pero Jehová no estaba en el fuego. Tras el fuego un silbo apacible y delicado.

f. 19:13 Cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió. Y se ubicó a la puerta de la cueva. En ese momento, escucho él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?

g. 19:14 El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, han matado a espada a tus profetas, sólo he quedado yo, y me buscan para quitarme la vida.

3. Jehová envía a Elías a ungir a Hazael, a Jehú y a Eliseo.

a. 19:15 Le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco. Y llegarás. Ungirás a Hazael por rey de Siria.

b. 19:16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel. Y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás. Para que sea profeta en tu lugar.

c. 19:17 Y el que escape de la espada de Hazael, Jehú lo matará. Y el que escape de la espada de Jehú. Eliseo lo matará.

d. 19:18 Yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.

e. 19:19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de él, y él tenía la última. Y pasando

4. Elíseo sigue a Elías.

a. 19:20 Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo siguiendo a Elías, dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre. Y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?

b. 19:21 Se volvió, agarro un par de bueyes y los mató. Y con el arado de los bueyes coció la carne, la dio al pueblo. Para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías. Y le servía.

Capítulo 20

IX. Siria sitia a Israel en Samaria.

A. Guerras de Acab con Ben-adad rey de Siria.

1. El rey de Siria y 32 reyes sitia a Sumaria y le pide todo.

a. 20:1 Entonces Ben-adad rey de Siria reunió a todo su ejército. Con él a treinta y dos reyes. Con caballos y carros. Fueron a sitiar a Samaria y la combatieron.

b. 20:2 Envió mensajeros a la ciudad a Acab rey de Israel.

c. 20:3 Diciéndole: Así ha dicho Ben-adad: Tu plata y tu oro son míos. Tus mujeres y tus hijos hermosos son míos.

d. 20:4 El rey de Israel le respondió diciéndole: Como tú lo dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo.

e. 20:5 Volviendo los mensajeros otra vez, le dijeron: Así dijo Ben-adad: Yo te envié a decir: Tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos me darás.

f. 20:6 Además, mañana a estas horas enviaré yo a ti mis siervos, los cuales registrarán tu casa, y las casas de tus siervos. Agarrarán y se llevarán todo lo precioso que tengas.

g. 20:7 En ese tiempo, el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, les dijo: Comprende, y ve ahora cómo éste no busca sino mal. Porque ha enviado a mí por mis mujeres, mis hijos, por mi plata y por mi oro. Y yo no se lo he negado.

2. El rey de Siria manda a disponerse contra Israel.

a. 20:8 Todos los ancianos y todo el pueblo le respondieron: No le obedezcas, ni hagas lo que te pide.

b. 20:9 En ese momento él respondió a los embajadores de Ben-adad. Digan al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste a tu siervo al principio. Pero esto no lo puedo hacer. Los embajadores fueron, y le dieron la respuesta.

c. 20:10 Ben-adad nuevamente le envió a decir: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, que el polvo de Samaria no bastará a los puños de todo el pueblo que me sigue.

d. 20:11 El rey de Israel respondió y dijo: Diganle que no se alabe tanto el que se ciñe las armas, como el que las desciñe.

e. 20:12 Cuando él oyó esta palabra, estando bebiendo con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Dispónganse. Y ellos se dispusieron contra la ciudad.

B. Dios le avisa a Acab que derrotara a Ben-adad.

1. Un profeta le dice a Acab que derrotara a Siria.

a. 20:13 Por otra parte, un profeta vino a Acab rey de Israel, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿Has visto esta gran multitud? En este momento, yo te la entregaré hoy en tu mano. Para que conozcas que yo soy Jehová.

b. 20:14 Preguntó Acab ¿Por mano de quién? Respondiendo, le dijo, así dice Jehová: Por mano de los siervos de los príncipes de las provincias. Y pregunto Acab ¿Quién comenzará la batalla? Él respondió: Tú.

c. 20:15 En ese momento, él pasó revista a los siervos de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, y fueron siete mil.

2. Acab e Israel derrotaron a Ben-adad y Siria.

a. 20:16 Salieron al mediodía. Estaba Ben-adad bebiendo y embriagándose en las tiendas. Él y los reyes. Los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda.

b. 20:17 Los siervos de los príncipes de las provincias salieron primero. Ben-adad había mandado a que le avisaran. Le dijeron: Han salido hombres de Samaria.

c. 20:18 Él en ese momento dijo: Si han salido por paz, agarralos vivos. Y si han salido para pelear, agarralos vivos.

d. 20:19 Salieron, por tanto, de la ciudad los siervos de los príncipes de las provincias, y detrás de ellos el ejército.

e. 20:20 Mató cada uno al que venía contra él. Salieron huyendo los sirios, y los de Israel le siguieron. El rey de Siria, Ben-edad, se escapó en un caballo, con alguna gente de la caballería.

f. 20:21 Salió el rey de Israel, e hirió a la gente que andaba en caballo. Los carros los deshizo, causándoles gran estrago a los sirios.

g. 20:22 Luego vino el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, considera y mira lo que hagas. Porque de aquí a un año, el rey de Siria vendrá contra ti.

3. Por consejo de sus siervos el rey de Siria va y pelea en la llanura.

a. 20:23 Los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes. Por eso nos han vencido. Pero veremos si lo vencemos, si peleáremos con ellos en la llanura.

b. 20:24 Hazlo, así: Saca a los reyes cada uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos.

c. 20:25 Tú fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballo por caballo, y carro por carro. Luego pelearemos con ellos en campo raso, y veremos si no los vencemos. Él les prestó atención, y lo hizo así.

4. Acab derrota de nuevo a Ben-adad.

a. 20:26 Pasado un año, Ben-adad pasó revista al ejército de los sirios, y vino a Afec. Para pelear contra Israel.

b. 20:27 Los hijos de Israel fueron también inspeccionados, y tomando provisiones. Fueron al encuentro de ellos. Y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como por dos rebañuelos de cabras. Y los sirios llenaban la tierra.

c. 20:28 Vino en ese momento el varón de Dios al rey de Israel. Le habló diciéndole, así dijo Jehová: Por cuanto los sirios han dicho: Jehová es Dios de los montes, y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano. Para que conozcas que yo soy Jehová.

d. 20:29 Siete días estuvieron acampados los unos frente a los otros, y al séptimo día se dio la batalla. Los hijos de Israel mataron de los sirios en un solo día, a cien mil hombres de a pie.

e. 20:30 Los demás huyeron a Afec, a la ciudad. El muro cayó sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. También Ben-adad vino huyendo a la ciudad, y se escondía de aposento en aposento.

f. 20:31 En ese momento, sus siervos le dijeron: Por cierto, hemos oído de los reyes de la casa de Israel, que son reyes clementes. Pongamos, por tanto, en este momento, cilicio en nuestra cintura, sogas en nuestros cuellos, y salgamos al rey de Israel, a ver si por ventura te salva la vida.

g. 20:32 Ciñeron, sus cinturas con cilicio, sogas a sus cuellos, y vinieron al rey de Israel. Diciéndole, tu siervo Ben-adad dice: Te ruego que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.

5. El rey de Israel hace pacto y liberta al rey de Siria.

a. 20:33 Esto tomaron aquellos hombres por buen augurio, se apresuraron a tomar la palabra de su boca, y dijeron: Tu hermano Ben-adad vive. Él dijo: vallan y traelo. Ben-adad en ese momento se presentó a Acab, y él le dijo que se montara en un carro.

b. 20:34 Le dijo Ben-adad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré. Haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria. Le dijo Acab, y yo, te dejaré partir con este pacto. Hizo, por tanto, pacto con él, y le dejó ir.

6. Un profeta se le cumple lo que dice.

a. 20:35 En ese tiempo, un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Pero el otro no quiso herirle.

b. 20:36 Él le dijo: Por cuanto no has obedecido a la palabra de Jehová. Ten en cuenta, que cuando te apartes de mí, te herirá un león. Cuando se apartó de él, le encontró un león, y le mató.

7. Un profeta condena al rey Acab por la liberación de Ben-adad.

a. 20:37 Luego se encontró con otro hombre, y le dijo: Hiéreme ahora. El hombre le dio un golpe, y le hizo una herida.

b. 20:38 El profeta se fue, se puso delante del rey en el camino, y se disfrazó, poniéndose una venda sobre los ojos.

c. 20:39 Cuando el rey pasaba, él llamo con gritos al rey, y le dijo: Tu siervo salió en medio de la batalla. En ese momento, se me acercó un soldado y me trajo un hombre. Diciéndome: Guarda a este hombre, y si llegase a huir, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.

d. 20:40 Mientras tu siervo estaba ocupado en una y en otra cosa, el hombre desapareció. En ese instante, el rey de Israel le dijo: Esa será tu sentencia; tú la has pronunciado.

e. 20:41 Pero él se quitó de pronto la venda de sobre sus ojos, y el rey de Israel reconoció que era de los profetas.

f. 20:42 Y él le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto soltaste de tu mano al hombre de mi anatema, tu vida será por la suya, y tu pueblo por el suyo.

g. 20:43 El rey de Israel se fue a su casa triste y enojado. Y llegó a Samaria.

Capítulo 21

X. La viña de Nabot junto al palacio del rey Acab.

A. Acab le pide a Nabot su viña.

1. Acab quería la viña para hacer un huelto.

a. 21:1 Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot de Jezreel. Tenía allí una viña junto al palacio de Acab rey de Samaria.

b. 21:2 Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de legumbres. Porque está cercana a mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que esta. O si te parece mejor, te pagaré en dinero, lo que varga.

c. 21:3 Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.

2. Nabot no le dio la viña a Acab, y Jezabel asegurá se la dará.

a. 21:4 Vino Acab a su casa triste y enojado. Por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Se acostó en su cama, volvió su rostro, y no comió.

b. 21:5 Vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, y no comes?

c. 21:6 El respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que, si más quería, le daría otra viña por ella. Y él me respondió: Yo no te daré mi viña.

d. 21:7 Su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, come y alégrate. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.

3. Jezabel, conspirá para matar a Nabot y muere.

a. 21:8 En ese momento, ella le escribió cartas en nombre de Acab, y las selló con su anillo. Las envió a los ancianos y a los principales que moraban en la ciudad con Nabot.

b. 21:9 Las cartas que escribió decían así: Proclamen ayuno, y pongan a Nabot delante del pueblo.

c. 21:10 Coloca a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. En ese momento, sáquenlo, y apedrealo para que muera.

d. 21:11 Los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado.

e. 21:12 Promulgaron ayuno, y pusieron a Nabot delante del pueblo.

f. 21:13 Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él. Aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey.  Lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon, y murió.

g. 21:14 Después enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado y ha muerto.

4. Nabot muerto, Acab va a tomar posesión de la viña.

a. 21:15 Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate y toma la viña de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por dinero. Porque Nabot no vive, sino que ha muerto.

b. 21:16 Oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.

5. El Señor condena a Acab y a Jezabel.

a. 21:17 En ese tiempo, vino palabra de Jehová a Elías tisbita.

b. 21:18 Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria. Mira él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.

c. 21:19 Le hablarás y le dirás, así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Volverás a hablarle, y le dirás, así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.

d. 21:20 Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado. Porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová.

6. Los perros comerán a Acab y a Jezabel.

a. 21:21 Mira, yo traigo mal sobre ti, barreré tu posteridad y destruiré hasta el último varón de la casa de Acab, tanto el siervo como el libre en Israel.

b. 21:22 Pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías. Por la rebelión con que me provocaste a ira, y con lo qué has hecho pecar a Israel.

c. 21:23 De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel.

d. 21:24 El que de Acab fuere muerto en la ciudad, los perros lo comerán, y el que fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.

7. El arrepentimiento de Acab.

a. 21:25 En verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová. Porque Jezabel su mujer lo incitaba.

b. 21:26 Él fue en gran manera abominable, caminando siguiendo a los ídolos. Conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel.

c. 21:27 Sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre su carne, ayunó, durmió en cilicio, y anduvo humillado.

d. 21:28 En ese tiempo, vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo:

e. 21:29 ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Por tanto, por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días. En los días de su hijo, traeré el mal sobre su casa.

Capítulo 22

XI. Acab y Josafat hacen alianza y paz.

A. Los profetas hablan mentira a Acab.

1. Acab pide ayuda a Josafat para recuperar a Ramot de Galaad.

a. 22:1 Tres años pasaron sin guerra entre los sirios e Israel.

b. 22:2 Aconteció al tercer año, que Josafat rey de Judá fua al rey de Israel.

c. 22:3 El rey de Israel dijo a sus siervos: ¿No sabés que Ramot de Galaad es nuestra, y nosotros no hemos hecho nada para tomarla de mano del rey de Siria?

d. 22:4 Dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Josafat respondió al rey de Israel: Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos.

2. Josafat le pide al rey Acab que consulte a Jehová.

a. 22:5 Dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

b. 22:6 En ese momento el rey de Israel reunió a los profetas, como cuatrocientos hombres, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Ellos dijeron: Sube, porque Jehová la entregará en mano del rey.

c. 22:7 Dijo Josafat: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?

3. Van en busca de Micaias para que les profetize.

a. 22:8 El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla. Pero yo le aborrezco. Porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Josafat dijo: Así no hable rey.

b. 22:9 En ese momento, el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Trae pronto a Micaías hijo de Imla.

c. 22:10 El rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria. Y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

d. 22:11 Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro, decía, así ha dicho Jehová: Con éstos acornearás a los sirios hasta acabarlos.

e. 22:12 Todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y serás prosperado. Porque Jehová la entregará en mano del rey.

4. Micaías profetiza contra Acab.

a. 22:13 El mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: Mira que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas. Sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también un buen éxito.

b. 22:14 Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablase, eso diré.

c. 22:15 Vino, por tanto, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Él le respondió: Ve, serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey.

d. 22:16 El rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad, en el nombre de Jehová?

e. 22:17 En ese momento él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor. Y Jehová dijo: Estos no tienen señor. Vuélvase cada uno a su casa en paz.

5. Los profetas profetizaron a Acab mentira.

a. 22:18 El rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal.

b. 22:19 En ese momento, él dijo: Oye, por tanto, la palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.

c. 22:20 Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab? ¿Para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Uno decía de una manera, y otro decía de otra.

d. 22:21 Salió un espíritu y se puso delante de Jehová, le dijo: Yo le induciré. Jehová le dijo: ¿De qué manera?

e. 22:22 Él dijo: Yo saldré, les hablaré mentira, en boca de todos sus profetas. Él dijo: Le inducirás, aun lo conseguirás. Ve, por consiguiente, así hazlo.

f. 22:23 En este tiempo, Jehová ha permitido palabra de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

g. 22:24 En ese momento se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová, para hablarte a ti?

6. A Micaías lo encarcelan y lo llevan a Joas hijo del rey.

a. 22:25 Micaías respondió: Mira tú lo verás en aquel día, cuando te irás metiendo de aposento, en aposento, para esconderte.

b. 22:26 En ese tiempo, el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, y llévalo a Amón gobernador de la ciudad. Y a Joás hijo del rey.

c. 22:27 Dirás: Así ha dicho el rey: Echen a éste en la cárcel, mantenle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.

d. 22:28 Dijo Micaías: Si llegas a volver en paz, Jehová no ha hablado por mí. En seguida dijo: Oígan, pueblos todos.

7. A Acab lo matan en combate con Siria.

a. 22:29 Subió, por tanto, el rey de Israel con Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad.

b. 22:30 El rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla. Tú ponte tus vestidos. El rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.

c. 22:31 Pero el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleen ni con grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel.

d. 22:32 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel. Vinieron contra él para pelear con él. Pero el rey Josafat gritó.

e. 22:33 Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él.

f. 22:34 Un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel. Por entre las junturas de la armadura. Por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, porque estoy herido.

g. 22:35 Pero la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios. Y a la tarde murió. La sangre de la herida corría por el fondo del carro.

7.1. Acab murió y los perros lamieron su sangre.

a. 22:36 A la puesta del sol salió un pregón por el campamento, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su tierra!

b. 22:37 Murió, por tanto, el rey, y fue traído a Samaria. Y sepultaron al rey en Samaria.

c. 22:38 Lavaron el carro en el estanque de Samaria. Donde también las rameras se bañaban en este lugar. Y conforme a la palabra que Jehová había hablado. Los perros lamieron su sangre

d. 22:39 El resto de los hechos de Acab, todo lo que hizo, la casa de marfil que construyó, y todas las ciudades que edificó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

e. 22:40 Durmió Acab con sus padres, y reinó en su lugar Ocozías su hijo.

XII. Josafat hijo de Asa rey de Judá.

A. En el año 4 de Acab, Josafat de 35 años rey de Judá, 25 años.

1. Josafat rey de Judá

a. 22:41 Josafat hijo de Asa comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel.

b. 22:42 Era Josafat de treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba hija de Silhi.

c. 22:43 Anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados. Porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en ellos.

2. Josafat hizo paz con el rey de Israel.

a. 22:44 Josafat hizo paz con el rey de Israel.

b. 22:45 Los demás hechos de Josafat, sus hazañas, y las guerras que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

c. 22:46 Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas, que había quedado en el tiempo de su padre Asa.

d. 22:47 No había entonces rey en Edom. Había gobernador en lugar de rey.

3. Josafat hizo naves de Tarsis.

a. 22:48 Josafat había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro. Pero no fueron. Porque se rompieron en Ezión-geber.

b. 22:49 En ese momento Ocozías hijo de Acab dijo a Josafat. Vayan mis siervos con los tuyos en las naves. Pero Josafat no quiso.

c. 2:50 Durmió Josafat con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre. Y en su lugar reinó Joram su hijo.

B. En el año 17 de Josafat, reina Ocazias rey de Israel.

1. Ocozías rey de Israel, reino 2 años.

a. 22:51 Ocozías hijo de Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, el año diecisiete de Josafat rey de Judá. Reinó dos años sobre Israel.

b. 22:52 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre. En el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.

c. 22:53 Porque sirvió a Baal, y lo adoró. Provocó la ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Profecías sobre el Hijo de Dios Jesucristo.

Profecías en los libros Históricos.

Libro de 1 de Reyes.

 

Edición 1

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